Desesperación en el Parlamento ruso

"Facepalm politics." Images mixed by Kevin Rothrock.

«Política Facepalm.» Imágenes mezcladas por Kevin Rothrock.

Los dos últimos años no han sido buenos para los partidos políticos de Rusia. El partido dominante Rusia Unida salta de escándalo en escándalo: sus miembros más destacos están implicados desde en plagios en sus tesis doctorales [en], hasta retrasar la salida de aviones por ir borrachos, pasando por conspirar para disparar a sus rivales políticos [en] con misiles tierra-aire. El partido liberal demócrata de Vladimir Zhirinovsky, LDPR, parece cada vez más a la defensiva [en], según «demócratas nacionalistas» como Alexey Navalny van ganando importancia y experiencia. Mientras tanto, los comunistas libran una guerra perdida contra la demografía, pues su punto fuerte (los pensionistas mayores nostálgicos de los días gloriosos de Brezhnev) se desvanece. 

Todos estos factores deberían haber sido una oportunidad para el tercer partido político ruso más importante, Una Rusia Justa, para consolidar su éxito en las elecciones de 2011 en la Duma. En su lugar, Nikolai Levichev, quien hasta estos días ha sido el presidente del partido, se llevó un lamentable 2,85% del voto en la elecciones municipales celebradas en setiembre en Moscú. El partido siempre ha sido un variopinto grupo de nacionalistas, comunistas, antiguos liberales y social demócratas que se agruparon en 2006 provenientes de unos debilitados proyectos políticos amparados por el Kremlin. Sin embargo, hace pocas semanas las fisuras en el partido han saltado a la palestra cuando miembros destacados como Oksana Dmitrieva e Ilya Ponоmarev se han enfrentado con la dirección del partido. Dmitrieva representa al ala más contraria al Kremlin, cuyo desacuerdo con la posición del partido como la «oposición leal» de Putin ha sido cada vez mayor.

A Just Russia's Party Conference, - "A can of spiders, toads and adders"

Conferencia del partido Una Rusia Justa – «Una olla de arañas, sapos y culebras.» Captura de pantalla via Youtube.

Esta tensión llegó a su punto crítico en la conferencia del partido durante el fin de semana del 26 y 27 de octubre de 2013 cuando la facción de Dmitrieva intentó expulsar a Levichev. Aunque en última instancia resultó en fracaso, este intento demostró el creciente disentimiento entre las filas del partido con la obtención de Dmitrieva de los votos de aproximadamente un tercio de los 439 delegados del partido.

La mayor parte de la conferencia se centró en analizar minuciosamente el desastroso resultado en las elecciones municipales y en debatir cuál debería ser su relación con la “oposición no sistemática”. Levichev afirmó [ru] que la oposición no sistemática “no podría suponer ninguna amenaza para las autoridades”. Preocupada por justificar el pobre resultado frente a este misma oposición no amenazadora, Levichev declaró en la conferencia que Navalny y su campaña fueron “un proyecto del Kremlin, comisariado por los servicios de seguridad con krysha [en] desde las agencias para el cumplimiento de la ley.” Elena Mizulina, autora de la tristemente célebre ley rusa “Propaganda Gay”, declaró que el partido necesitaba más disciplina y unidad si quería competir con Navalny.

Para muchos las afirmaciones y prevaricación de Levichev fueron estrambóticas e incluso ridículas. Alexander Zalessky [ru], miembro del opositor «Partido del 5 de Diciembre,» bromeó en Twitter sobre los orígenes del propio partido de Levichev afirmando que el Kremlin también había intervenido en ellos.

Una Rusia Justa comenzó como un proyecto del Kremlin, y así ha permanecido, sin ningún cambio. Dmitri @gudkovd ha hablado sobre esto muchas veces.

Dmitri Gudkov fue expulsado de Una Rusia Justa en marzo de 2013, tras rechazar no seguir asociándose con el opositor Frente Izquierdo. Ilya Yashin [en], un miembro destacado de la oposición no sistémica rusa se quedó igualmente desconcertado.

En la conferencia de Una Rusa Justa, Levichev discrepó en que su llegada a las elecciones municipales en Moscú fuera un fracaso y criticó a sus críticos. #facepalm

Aleksei Knedlyakovsky [ru], un bloguero anti-Kremlin y amigo de la controvertida banda de rock punk Pussy Riot, afirmaba lo siguiente:

Cuando lees las noticias sobre la conferencia de Una Rusia Justa, te imaginas una olla de arañas, sapos y culebras.

No todo el mundo está de acuerdo en que Una Rusia Justa se equivocara al oponerse a Navalny. En una publicación en Facebook, Ekaterina Vinokurikova [ru], periodista del portal de noticias Yekaterinburg Znak.com [ru], alegó que al partido le iría mejor siguiendo su curso actual.

Во-первых, СР себя позиционировала как «партию второго выбора» – ту, которая на участке собирает голоса неопределившихся. Условно говоря – шел голосовать за кого угодно, кроме ЕР, а за коммунистов рука не поднялась. Есть в тех же городах большая группа людей, для которых ЕР является неприемлемой, но тот же Навальный слишком радикальным.

En primer lugar, Una Rusia Justa se ha posicionado como «el segundo partido de elección,» el cual depende de los votos de los indecisos. Aquellos quienes, en términos relativos, votan por quien quieren, aparte de Rusia Unida, pero que no irán a favor de los comunistas. En las ciudades hay grupos grandes de personas que consideran a Rusia Unida como inaceptable, pero que también piensan que Navalny es muy radical.

Vinokurova predijo que la facción anti-Kremlin de Una Rusia Justa pronto abandonaría el partido por completo. De hecho, no tuvo que esperar mucho hasta que la deserción de uno de los delegados más destacos del partido de la Duma, Ilya Ponomarev, anunciara su marcha [en] el 30 de octubre.

Una Rusia Justa fue diseñada como un proyecto del Kremlin para mantener a los nacionalistas y a los social demócrata bajo el «gran paraguas» del Kremlin, concediendo la ilusión de una democracia parlamentaria multipartidista, y por tanto evitando que una verdadera oposición malograra las cosas en la Duma. A pesar de esto, el partido ha albergado en la Duma a algunos de los más elocuentes críticos de Rusia Unida, como Dmitry Gudkov e Ilya Ponomarev. 

Una Rusia Justa se ha beneficiado del voto de protesta en diciembre de 2011, pero es poco probable que vuelva a ocurrir. (Su candidato para las elecciones presidenciales de marzo de 2012, Sergey Mironov, acabó el último en los sondeos con menos del cuatro por ciento.) Si el partido quiere tener una oportunidad de luchar y mantener cierta apariciencia de relevancia en futuras elecciones, tendrá que convertirse en una alternativa más convincente a Rusia Unida. Sin embargo, en su conferencia del último fin de semana, esta prioridad se quedó embrollada en las disputas internas. Más que trabajar en el futuro, los miembros del partido están demasiado ocupados peleando los unos con los otros y atacando a Alexey Navalny, un hombre cuya condena de 2013 por delito grave ahora le impide presentarse al cargo.

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