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Disidente político saudita es sentenciado a flagelación

Categorías: Medio Oriente y Norte de África, Arabia Saudita, Derecho, Derechos humanos, Medios ciudadanos

Este post es parte de nuestra Cobertura Especial: Reformistas a Juicio en Arabia Saudita [1].

El juez Issa al-Matrudi sentenció al activista pro derechos humanos Umar al-Saeed [2] [ar] a cuatro años de prisión y trescientos latigazos por su activismo pacífico junto a la Asociación Saudita por los Derechos Civiles y Políticos (ACPRA), la mayor organización de derechos humanos independiente en Arabia Saudita.

Al-Saeed, de veinticuatro años de edad, fue arrestado el 28 de abril después de negarse a ser interrogado sin la presencia de un abogado [3]. Actualmente, siete miembros de ACPRA se hallan bajo prisión.

Umar al-Saed outside the interrogation office via @181Umar

Umar al-Saeed fuera de la oficina de interrogación, vía @181Umar [2] 

La sentencia fue dictada durante una sesión secreta que tuvo lugar el jueves 12 de diciembre de 2013.

En marzo de este año, un juez dictó la disolución de ACPRA [4], sentenciando a dos de sus fundadores, Mohammad al-Qahtani y Abdullah al-Hamid, a diez y once años de prisión respectivamente. En junio, Abdualkareem al-Kadr, otro co-fundador, fue condenado a una pena de ocho años de cárcel [5].

En sesiones anteriores, el juez denegó a al-Saeed el contacto con sus abogados [6]. Tras negarse éste a declarar mientras fueran violados sus derechos, el magistrado decidió posponer el juicio. De repente, el jueves, decidió dictar sentencia. 

ACPRA ha publicado un comunicado [7][ar] que incluye una transcripción de una llamada telefónica hecha por al-Saeed a su abogado: 

أخذت من السجن اليوم الساعة الثامنة صباحا وبعد أن قيدوني واركبوني السيارة, توجهوا بي إلى المحكمة, أدخلوني مكتب القاضي وكان خاليا, دخل القاضي عيسى المطرودي وقال: لديك جلسة اليوم. السعيد: أنت لم تحدد موعد في الجلسة السابقة, ووكيلي يحضر إليك كل أسبوع يسأل عن الجلسة القادمة ولم تحدد موعد, و الآن تريد عقد جلسة سرية! أنا أرفضها. القاضي: ليست سرية, وهذا الباب خلفك مفتوح! السعيد: الجلسة العلنية من شروطها أن تكون بموعد مسبق حتى يحضر وكلائي ويدعى الجمهور. القاضي: أنا رئيس الجلسة و أنا من يحدد هل هي علنية أم لا. السعيد: سبق الحديث عن هذا الموضوع وإعادة الكلام لا يفيد, لذلك أنا سأمتنع عن الحديث مطلقا.

Hoy a las ocho de la mañana me sacaron de prisión y me metieron esposado en un coche. Me llevaron al tribunal, en concreto a la oficina del juez, que estaba vacía. Entonces llegó el juez Issa al-Matrudi, y me dijo: ‘hoy tiene una sesión’. Yo dije: ‘usted no especificó una fecha en la sesión anterior, y mi abogado ha estado viniendo semanalmente a preguntarle sobre cuándo tendría lugar la siguiente, pero usted no dice nada, y ahora quiere que se realice una sesión secreta! ¡Me niego!’ El juez: ‘no, la sesión no es secreta. Las puertas que hay detrás de usted están abiertas. Yo: ‘para que una sesión sea pública, tiene que ser anunciada antes, para que mis representantes puedan asistir y que la gente pueda presenciarla’. El juez: ‘yo soy quien dicta esta vista judicial y soy quien decide si es pública o no’. Yo: ‘ya hemos hablado de esto antes, y repetir lo que ya se ha dicho no sirve para nada, así que me niego totalmente a decir nada más’.  

Además, ACPRA publicó un artículo que al-Saeed escribió en prisión [8] [ar], en el que declara: 

أنا المعتقل المفتخر بصنيعه عمر بن محمد السعيد أتلو لكم دوافعي ومسببات سجني وهي كرهي للظلم واختلاق الألم والتعاسة في وجوه الناس واستغلال جمودهم و استغفال عقولهم والحيلولة دون أرزاقهم ولوازمهم الإنسانية (تعليم مواكب للعصر/ وظيفة كريمة/ سكن مناسب) إزاء مطامع شخصية شرسة محتمية بالسلطة لتأمين هذه المناهب والفساد.

Soy el orgulloso prisionero Umar Mohammad al-Saeed. Les presento las razones y motivaciones que hay tras mi encarcelamiento: mi odio a la injusticia, al sufrimiento, a la miseria, al abuso del silencio de la gente, a que les traten como si fueran estúpidos, negándoles sus necesidades humanas (una educación moderna, empleos dignos, vivienda) en pro de brutales intereses propios apoyados por las autoridades para encubrir la corrupción y el robo. 

El usuario de Twitter Sultan al-Fifi comentó acerca de la sentencia a flagelación: 

Es normal que quienes consideran que la gente es un rebaño de ovejas crean que los latigazos son un buen castigo para todo aquel que desobedezca al pastor. 

El hermano de al-Saeed, y miembro de ACPRA, Abdullah al-Saeed [11] [ar], escribió en Twitter: 

Esta sentencia injusta es un honor para Umar al-Saeed y una deshonra para el juez Issa al-Matrudi. 

Este post es parte de nuestra Cobertura Especial: Reformistas a Juicio en Arabia Saudita [1].