Henri Dumoulin, colaborador de Global Voices, recuerda su estadía en Apatou, Guyana Francesa [2], ubicada en el corazón de la selva amazónica. Explica cómo, en su calidad de médico del programa de Protección de Salud Madre e Hijo, debía depender de la colaboración informal con el sistema de salud de Surinam y navegar por el marco políglota de la comunidad [1] [en]:
Debo estar en “Apoema tapu gezondheid zentrum” el 28 y 29 de noviembre para trabajar de nuevo con el mismo equipo para vacunar a todas las personas que viven a ambos lados de este archipiélago franco–surinamés. Parece que nadie sabía que veníamos […]. Así que la cuenta de inyecciones era menor a la esperada (109 en un día). Amalia [la coordinadora] envió una llamada por radio la mañana del jueves y la gente llegó progresivamente […]. Algo preocupado por la reacción de mi jefe con respecto a mi manera de manejar nuestros problemas de salud locales y de cruzar fronteras…