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Prisión para indigente con productos de limpieza durante protestas en Brasil

Categorías: Latinoamérica, Brasil, Derechos humanos, Gobernabilidad, Medios ciudadanos, Protesta

[Todos los enlaces llevan a páginas en portugués, a menos que se especifique otra cosa.]

Rafael Braga Vieira, un indigente de Río de Janeiro, fue sentenciado a cinco años en prisión por portar una botella del desinfectante «Pinesol» y blanqueador mientras se realizaba una manifestación el 20 de junio de 2013.

La decisión de la corte de Río de Janeiro, de fecha 3 de diciembre, se basó en el estatuto de desarme que prohíbe portar o usar «dispositivos explosivos o incendiarios sin autorización o en desacuerdo con determinaciones legales o regulatorias» (capítulo III, artículo 16 del estatuto de la ley federal [1] vigente desde 2003).

Según [2] la página del Instituto de Defensores de Derechos Humanos de Facebook, Braga Vieira se enteró de que había sido sentenciado a cinco años de prisión a través del Instituto de Defensores de Derechos Humanos, no por medios de la corte que lo había sentenciado. El instituto informó a Braga Vieira durante una visita el 7 de diciembre a la prisión en la que fue confiando a lo largo del juicio y afirmó en Facebook que en adelante lo representarían.

En junio de 2013, Brasil se vio sacudido por una ola de protestas [3] [es] que se conocen como la Revuelta del Vinagre [4] [es], en referencia al líquido usado ampliamente usado por periodistas y manifestantes para mitigar los efectos de gas lacrimógeno usado en abundancia por la policía. En medio de centenares de arrestos arbitrarios en junio y en los meses siguientes, Braga Vieira fue el primero en ser condenado por una corte y obligado a cumplir condena.

Dos días después de la condena, la galardonada periodista Ana Aranha escribió [5] en el blog 3 por 4:

[Rafael] foi preso quando saia da loja abandonada [em junho] onde morava há um mês e onde pegara os dois frascos de limpeza. No laudo do esquadrão antibomba, a Polícia Civil apontou que os produtos tinham “ínfima possibilidade de funcionar como coquetel molotov”. Quando o caso chegou ao Ministério Público, as garrafas foram descritas pelo promotor responsável pela acusação como “material incendiário”. Até que o juiz Guilherem Schilling Pollo Duarte determinou que “uma das garrafas tinha mínima aptidão para funcionar como coquetel molotov” e condenou Rafael a quase seis anos de prisão.

[Rafael] fue arrestado cuando salía de una tienda abandonada [en junio] donde vivió durante un mes y de donde recogió dos botellas de producto de limpieza. En el informe del escuadrón antibombas, la Policía Civil encontró que los productos tenían «mínimas posibilidades de funcionar como coctel molotov». Cuando el caso llegó a la fiscalía, el fiscal responsable del caso describió las botellas como «material incendiario». El juez Guilherem Schilling Pollo Duarte determinó que «una de las botellas tenía mínima capacidad de servir como coctel molotov» y condenó a Rafael a casi seis años de prisión.

Aranha también comentó sobre lo absurdo de la situación -que solamente conocemos a Braga Vieira a través de «fragmentos de registros oficiales», sin olvidar que «los abusos e ilegalidades cometidos por la policía militar durante las protestas fueron captadas, registradas y publicadas repetidamente»:

A repressão violenta a manifestações deveria ser, em si, algo inaceitável em um país democrático, mas o caso de Rafael tem um elemento ainda mais surreal: nós sequer sabemos se ele fazia parte do protesto.

La represión violenta de las manifestaciones debería ser, en sí misma, inaceptable en un país democrático, pero el caso de Rafael tiene un elemento todavía más surrealista: ni siquiera sabemos si fue parte de la protesta.

La misma policía violenta que usó tácticas brutales contra los manifestantes el día en que Braga Vieira fue arrestado (como Global Voices informó [6] [es] el 27 de junio) no ha sido cuestionada por el juez que sentenció a Braga Vieira, según [7] el colectivio Rio na Rua (Río en la calle)»:

O juiz argumentou que «as testemunhas são pessoas idôneas, isentas e não têm qualquer interesse pessoal em incriminar o réu», contrastando com a defesa de Rafael, que, segundo Duarte, «declarou uma versão pueril e inverosímil, no sentido de que teria encontrado as duas garrafas lacradas, ambas em uma loja abandonada, e resolveu tirá-las dali».

El juez expuso que «los testigos son personas idóneas, exentas de cualquier interés personal en incriminar al acusado», contrastando con la defensa de Rafael, que, según Duarte, «declaró una versión pueril e inverosímil, en el sentido de que había encontrado dos botellas selladas, ambas en una tienda abandonada, y decidió llevárselas».

Marcos Romão escribió [8] en el blog Mamapress sobre las acusaciones que pendían sobre Braga Vieira a comienzos de noviembre:

O MP afirma que o preso “se prevaleceu de um momento de comoção nacional, de protestos legítimos da sociedade brasileira no exercício de sua cidadania, para de forma covarde espalhar o terror na cidade, visando incendiar prédios comerciais, cenas estas que presenciamos de forma exaustiva nos noticiários”

El Ministerio Público afirma que el prisionero «ha prevalecido en un momento de conmoción nacional, de las legítimas protestas de la sociedad brasileña en el ejercicio de su ciudadanía, con la finalidad de difundir terror en la ciudad de una manera cobarde, con la intención de incendiar predios comerciales, escenas que hemos presenciado exhaustivamente en las noticias».

El periodista Piero Locatelli, también arrestado [9] el 13 de junio justo antes de una manifestación en Sao Paulo, acusado de «portar vinagre», fue el primero en criticar la sentencia pronunciada el 3 de diciembre, en un artículo en la revista Carta Capital.

En el mismo artículo, Locatelli señaló [10] contradicciones en el informe, como el hecho de que no había tela en la abertura de la botella y que los recipientes de plástico no pueden servir como bombas «porque no se destrozan cuando se rompen en el píso»:

Negro, morador de rua e catador de latinhas, Vieira é o primeiro condenado dos protestos de junho no Estado. Com 26 anos de idade, Vieira já havia sido preso duas vezes por roubo, em 2006 e 2008, e cumpriu as penas completas. Ainda cabem recursos a instâncias superiores, e a defesa não se pronunciou sobre o caso. O morador de rua deverá continuar preso no complexo presidiário de Japeri, município na região metropolitana do Rio, devido ao pedido de prisão cautelar feito pelo mesmo juiz.

Negro, indigente y recolector de latas, Vieira es el primer condenado de las protestas de junio en el estado. Con 26 años, Vieira ya había estado preso dos veces por robo en 2006 y 2008, y cumplió ambas sentencias completas. Todavía caben recursos en instancias superiores y los defensores no han comentado la sentencia. El indigente debería seguir en el complejo presidiario Japeri, en la región metropolitana de Río, debido al pedido de prisión cautelar hecho por el mismo juez.

Anonymous Río, que había exigido [11] la liberación de Braga Vieira desde el primer día de noviembre por estar en prisión sin juicio desde junio, también reaccionó a la sentencia y señaló [12] a la desigualdad social en Brasil, un país con la cuarta mayor población carcelaria [13] [en] del mundo:

Essa é a cara da desigualdade social e da (in)justiça brasileira. É essa a cara do sistema carcerário brasileiro, a cara da intensificação da desigualdade social, da falta de critério. […]

A população carcerária no Brasil é formada basicamente por jovens, pobres, negros, homens e com baixo nível de escolaridade. Os dados estatísticas de 2008 do Departamento penitenciário nacional indicam que mais da metade dos presos tem menos de trinta anos; 95% são pobres, 93,88% são do sexo masculino, dois terços não completaram o ensino fundamental e também dois terços são negros.

Esta es la cara de la desigualdad social y la (in)justicia brasileña. Esta es la cara del sistema carcelario brasileño, la cara de la intensificación de la desigualdad social, la falta de criterio. […]

La población carcelaria en Brasil se compone básicamente de hombres jóvenes, pobres, negros, con bajos niveles de escolaridad. Los datos estadísiticos de 2008 del Departamento Nacional Penitenciario indican que más de la mitad de los reclusos son menores de 30 años, 95 por ciento son pobres, 93,88 por ciento son hombres, dos tercios no han completado la educación primaria y también dos tercios son negros.

El colectivo Ocupa Câmara Rio repudió [14] la sentencia en Facebook:

Rafael não representa ameaça a segurança pública, como quiseram supor. Ele é, junto com tantos outros seres precarizados e excluídos, a imagem de um sistema que não dá certo, que faz com que pessoas vivam nas ruas, nômades marginalizados do submundo, do sub-urbano, do sub-humano. Rafael buscava sua dignidade catando latinhas e procurando um local limpo e seguro para passar as noites.

Poster calling for freedom of Baiano and Rafael. "This is Jair, and his unseparable megaphone. Unfortunately we don't have any photos of Rafael." [15]

Afiche pidiendo la libertad para Baiano y Rafael, publicado en el blog de Coletivo das Lutas. La leyenda del blog dice: «Este es Jair y su inseparable megáfono. Desafortunadamente, no tenemos fotos de Rafael».

Rafael no representa amenaza a la seguridad pública, como quisieran suponer. Es, junto con tantos otros en situaciones precarias y seres marginados, la imagen de un sistema que no funciona, que hace que las personas vivan en la calle, nómadas marginados del submundo, suburbano, subhumano. Rafael buscaba su dignidad recogiendo latas y buscando un lugar limpio y seguro para pasar las noches.

El colectivo Das Lutas recordó [15] en un artículo anterior a la sentencia de Rafael que no era el único preso por las protestas. Otros, como Jair Seixas Rodrigues, más conocido como «Baiano», miembro del Frente Internacional de los Indigentes (FIST), también vio su libertad arbitrariamente suprimida durante las manifestaciones. Baiano espera juicio y podría enfrentar el mismo destino de Braga Vieira, la prisión:

[Baiano] foi preso no dia 15 de outubro (…) enquanto estava acompanhando a manifestação ao lado de advogados do DDH. Chamaram Jair pelo nome e lhe deram voz de prisão, sem flagrantes, sem motivos. Foi acusado de associação criminosa armada, sem que nada houvesse para configurar a acusação.

[Baiano] fue arrestado el 15 de octubre (…) mientras estaba acompañando la manifestación al lado de abogados [del Instituto de Defensores de Derechos Humanos]. A Jair lo llamaron por su nombre y lo arrestaron sin motivos. Lo acusaron de asociación criminal armada, sin que hubiera nada para configurar una acusación.

Un video [16] de Marcio Kenobi muestra el momento en que «Baiano» fue arrestado en Río de Janeiro:

Reacciones en Twitter

Muchos usuarios de Twitter expresaron su incredulidad ante la sentencia. Otros recurrieron al humor negro para criticar la decisión -«La justicia brasileña es tan sucia que la amenaza una botella de desinfectante Pinesol», tuiteó [17] Andre Vallias (@andrevallias [18])- y la policía brasileña -«Pinesol, blanqueador, vinagre… claramente, la policía está recibiendo sobornos de grupos de presión de bacterias» bromeó el periodista [19] Felipe Corazza (@fcorazza [20]).

El catedrático Idelber Avelar también respondió [21] irónicamente:

Y el Ministerio Público, que no fue detrás de la policía que mata a cinco personas cada día, ahora ha enmarcado al recolector de latas con Pinesol en el estatuto de desarme. ¡Felicitaciones!

Montagem feita pelo perfil do Anonymous Rio no Facebook [12]

«Rafael Braga, recolector de latas, habitante de las calles, trabajador. Ha estado detenido casi cinco meses por tener dos botellas de desinfectante el 20 de junio de 2013. El desinfectante se convirtíó en «molotov», atestiguó la policía militar. El fiscal acusó. La corte aceptó. Y Rafael está en prisión. Rafael es un preso político. Liberen a Rafael». Imagen hecha por Anonymous Río en Facebook.

A su vez, Suzana Dornelles apeló [23] a la Ministra de Derechos Humanos, Maria do Rosario:

Señora ministra de Derechos Humanos @_mariadorosario [24], ¿sería mucho pedirle que diera una mirada al caso del mendigo preso por portar PINESOL? Gracias.

Roberto Pereira sospecha [26] que la condena es un mensaje:

RÍO: Un recolector de latas es el primer sentenciado tras la ola de protestas. Seguriá preso por cinco años / / MENSAJE para la gente el próximo año: DEJEN EL MUNDIAL EN PAZ.

El perfil de Facebook del colectivo social Rio na Rua informó [7] que el Instituto de Defensores de Derechos Humanos apelará la decisión y la periodista Eliane Brum escribió [28] que el caso «ha sido informado a la Comisión Inteamericana de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas por los Derechos Humanos».