Galia Borisenko desapareció a mediados de julio pasado cuando iba a una visita al doctor. Tenía tres meses de embarazo, 23 años y era el día después de su matrimonio. Nadie volvió a ver a Borisenko hasta el 1 de enero de 2014, cuando repentinamente apareció en el departamento de su abuela, demacrada, sin su bebé y desorientada y afirmando que había sobrevivido casi seis meses como esclava sexual, encadenada a un radiador en el sótano de alguien. Borisenko dijo que los hombres que la habían secuestrado era del Cáucaso del Norte ruso y algunos informes [ru] identifican a un anónimo “daguestano de 50 años” como el dueño de la casa en la que dice haber estado confinada.
La policía dijo [ru] al periódico Komsomolskaia Pravda que el uso de narcóticos había afectado el estado mental de Borisenko (ciertamente, no pudo conducirlos al sótano donde la habían tenido retenida, aunque los investigadores la acompañaron a varias presuntas ubicaciones). Según Borisenko, sus captores la obligaron a inyectarse drogas para mantenerla incapacitada.
En lo que resultó ser un terrible error, los parientes de Borisenko decidieron no ingresarla en un hospital luego de su regreso. Luego, en la mitad de la noche del 5 de enero, Galia Borisenko saltó a su muerte desde el quinto piso de su edificio de departamentos. No queda claro si tuvo un episodio psicótico o si decidió suicidarse conscientemente. No dejó una nota.
La desaparición y posterior suicidio de Borisenko se ha convertido en el centro de un tenso debate sobre secuestros en Astracán, de los que muchas personas del lugar culpan a los inmigrantes norcaucásicos. Grupos como la Iniciativa Nacionalista Socialista [ru] y el Movimiento contra la Inmigración Ilegal [ru] han recogido la historia, citando el fallecimiento de Borisenk como el último ejemplo de crímenes de raza contra rusos blancos y la negativa de las autoridades a responder (Borisenko era de sangre medio tártara, medio ucraniana).
Parece que los investigadores de Astracán solamente han agravado las tensiones étnicas con un comunicado de prensa [ru] el 6 de enero, rechazando la afirmación de Borisenko de que había sido secuestrada. Ahora, los investigadores dicen que tienen testigos y filmaciones de cámaras de seguridad que verifican que ella caminó libremente por las calles de Astracán durante su supuesto confinamiento. Sin entrar en detalles, el comunicado de prensa explica que la larga desaparición de Borisenko fue el resultado de “las circunstancias de su vida personal”, insinuando que presumiblemente huyó de su familia por miedo o para buscar drogas.
Los blogueros de Astracán han recibido la versión de los hechos de la comisión investigadora con gran escepticismo. Según el activista local Alexandr Alymov, algunos funcionarios de la ciudad lo contactaron [ru] horas después de que blogueó sobre el secuestro y suicidio de Borisenko y le pidieron que retirara la historia de su bog de LiveJournal. Otros blogueros se se han burlado del gobernador de Astracán, Aleksandr Zhilkin, por pedir a los ciudadanos que eviten fomentar el odio étnico. “Sigamos practicando la tolerancia, conciudadanos”, escribió [ru] Andrei Egorov, usuario de LiveJournal, en tono gracioso el 6 de enero, antes de facilitar un enlace al comunicado de prensa de los investigadores y agregó: “Esta es la tolerante versión de la comisión investigadora [sic]. Personalmente, no la creo”.
La Iniciativa Nacional Socialista (grupo de derecha, por si no lo habían notado) sostiene que la negativa de la policía de reconocer la historia de Borisenko es parte de una tendencia mayor [ru] de ocultar los delitos étnicos de los norcaucásicos contra los rusos. Según esta iniciativa, las autoridades rusas a menudo “culpan a la víctima” con la finalidad de esconder noticias acerca de crímenes cometidos por algunas minorías étnicas. La Iniciativa Nacional Socialista dice que la policía y los periodistas han estado involucrados en difamar a personas rusas y comunidades rusas enteras, víctimas de norcaucásicos, que datan de los disturbios raciales de 2007 en Kondopoga.
Por supuesto, no todos ven en la tragedia de Borisenko una conspiración para oprimir a los blancos. hren_morjov, usuario de LiveJournal y habitante de Astracán, quiso considerar la conclusión de los investigadores de que el secuestro nunca tuvo lugar. Llama la atención a varias inconsistencias [ru] en la historia de Borisenko. Por ejemplo, ¿por qué reapareció en casa de su abuela en Rastopulovka, “el fin del mundo” (una aldea a cierta distancia afuera de Astracán) y no caminó a casa de sus padres y esposo (que estaban solamente a dos horas del centro)? Para hren_morjov también es desconcertante que la familia de Borisenko eligiera tenerla lejos del hospital después de supuestamente haber soportado más de cinco meses de ser drogada, golpeada y sin comida. “Cualquier esposo y padres normales”, sostiene, “hubieran llevado a su esposa o hija al hospital y esperado afuera de la puerta hasta que se hubiera revisado todo”.
Hace algunos meses, la comisión investigadora de Astracán advirtió contra la difusión en línea de historias de horror acerca de secuestradores norcaucásicos. En un informe de prensa [ru] del 3 de agosto de 2013, los investigadores advirtieron incluso que no se atribuyera la desaparicón de Borisenko a un círculo secreto de esclavitud sexual. En ese momento, los investigadores atribuyeron los rumores a “muchachas adolescentes que no tienen información confiable» que “crean pánico” en el proceso de intentar advertir a las mujeres de Astracán de los monstruos del Sur.