Un conservador libro de texto de historia de secundaria en Corea del Sur que da un giro positivo a algunos de los periodos más controvertidos de la historia del país, como el gobierno colonial de Japón, ha sido fuente de acalorados debates durante varias semanas, donde se acusa al gobierno de favorecer libros de texto que apoyen sus creencias políticas y pinten una visión halagüeña de varios periodos de la historia.
El libro de texto de Kyohak Publishing Co. [en] ha sido vapuleado no solamente por su inexactitud, sino por encubrir los pasados errores de algunos grupos de interés. Los críticos dicen que el grueso volumen de errores -más de 750 equivocaciones- en el libro de texto son suficientemente serios como para descalificarlo como una legítima herramienta de enseñanza.
Padres y estudiantes han protestado mucho contra [en] varios colegios que han decidido adoptar el libro de Kyohak y finalmente lograron que se revocara la decisión. Sin embargo, el Ministerio de Educación ha ofrecido excusas por los editores [en], diciendo primero que no era la versión final. Incluso después que se reveló que Kyohak todavía no había efectuado los ajustes requeridos al libro de texto y que su versión revisada contenía cerca de 350 errores, el ministerio volvió a aceptarlos, diciendo que era una versión de prueba. Según el informe local, un historiador dijo [ko] que «en sus 22 años como profesor de historia, nunca había escuchado cosas como ‘versión de prueba de un libro de texto’, y que la extraña afirmación del ministerio lo dejó sin habla».
El alcance [ko] de los errores es amplio: descripciones engañosas del gobierno imperial japonés de Corea, nombres incorrectos de lugares en un mapa y la afirmación falsa de que Estados Unidos tuvo una colonia en la región de Indochina. Otro error que cabe mencionar [en] incluye una descripción inexacta del padre de la presidenta Park Geun-hye, el fallecido dictador militar Park Chung-hee: el libro dice que el ingreso promedio per cápita de los coreanos llegó a los 10,000 dólares estadounidenses en su gobierno, cuando debería ser de 1,000.
El libro también afirma que las llamadas mujeres de consuelo -adolescentes y mujeres, muchas de las cuales eran coreanas y a quienes el Imperio de Japón obligó a ejercer la prostitución durante la Segunda Guerra Mundial para «consolar» a las tropas-, «siguieron por ahí al ejército japonés», con lo que insinuaban que eligieron voluntariamente servir en el ejército a cambio de dinero. Incluso hay un error que se sospecha se ha sacado del artículo en línea de un blog.
The New York Times recientemente avivó el fuego con un editorial titulado «Políticos y libros de texto» [en], donde el periódico acusa a la presidenta Park de minimizar la colaboración coreana con los imperialistas japoneses durante la colonización de Japón en Corea de 1910 a 1945. El editorial concluyó que Park, junto con el presidente japonés Shinzo Abe, están «presionando para tener libros de texto de historia para secundaria en sus países reescritos para reflejar sus opiniones políticas». El Ministerio del Exterior de Corea contestó de inmediato, diciendo [en] que «tomará medidas necesarias contra el New York Times con respecto a los hechos erróneos».
Fuirosos coreanos comentaron como se ve a continuación:
교학사 역사교과서는 새누리당 선거홍보 책자로나 가치있을까@hee1025w @EuiQKIM
— Chung,Ikjin (@ikjchung) January 13, 2014
El libro de texto de Kyohak Publishing vale solamente tanto como los volantes de campaña del partido gobernante Saenuri.
◆JTBC 손석희에 출연한 양철우 교학사 회장의 인터뷰를 보니, 저런 걸레같은 친일 교과서가 왜 나왔는지 단번에 이해가 된다. 자기 역사 교과서는 잘못 된게 없고 8종의 교과서중 가장 올바른 역사 교과서이며 일선 역사교사들은 좌파랍니다. ㅋㅋㅋ
— 술상무100 (@natureslaw100) January 14, 2014
Luego de ver la entrevista del presidente de Kyohak Publishing, Yang Cheol-woo, en el programa de noticias de Sohn Suk-hee en JTBC, puedo ver cómo surgió esa basura de libro a favor de los japoneses imperialistas. Siguió afirmando que su libro de texto no tenía errores y que es el libro más preciso que está disponible. Hasta acusó a otros libros de texto de ser de «tendencia de izquierda».
Más preocupaciones surgieron cuando salieron informes [ko] de que inmediatamente después que el libro de historia de Kyohak Publishing fuera rechazado por padres y estudiantes, el gobierno y el partido de gobierno, Saenuri, presionaron para publicarlo e impusieron el libro de texto a nivel nacional. Actualmente, estudiantes, padres y profesores tienen opinión en el proceso de selección de los libros de texto, y tienen una opción entre varios libros diferentes. La oposición política denunció la acción [ko] como un intento de acallar puntos de vista que difieren de los suyos, y comentó que un sistema de un libro de texto para todos es favorito de los regímenes autoritarios que fácilmente pueden manipular su contenido. Los casos más notables del sistema nacional de libros de texto serían Corea del Norte y Rusia.
교학사 국사교과서가 학생·교사·학부모들에게 완벽하게 퇴출되었으면 부끄러워하고 반성해야지, 마치 보복하듯이 통째로 뒤엎어 국정교과서 체제로 가겠다는 발상은 역사를 모독하고 국민을 우습게 여기는 처사다_김삼웅 http://t.co/3XYJH8QGcZ
— 문성호 Moon Sung-ho (@ilpyungdad) January 13, 2014
Cuando averiguaron que el libro de historia de Kyohak había sido rechazado completamente por estudiantes, padres y profesores, la manera adecuada de responder debió ser mirar sus defectos y sentirse avergonzados y arrepentidos. Pero, ¿cómo reaccionaron? Es como si buscaran venganza, están presionando para cambiar a un sistema de libros de textos universales. Esto es una total falta de consideración a la historia y una falta de respeto al pueblo.
El historiador y tuitero Jeon Woo-yong (@histopian) tuiteó una serie de mensajes con respecto a este asunto:
조선시대 왕도 사관의 역사 서술에는 간섭하지 않았습니다. 권력이 역사를 두려워해야지, 역사가 권력에 빌붙어서는 안 됩니다. 권력이 역사를 장악하려 드는 것은, 역사 앞에 당당할 자신이 없거나 아예 그럴 의지가 없기 때문입니다.
— 전우용 (@histopian) January 12, 2014
Ni la monarquía de la dinastía Joseon interfirió con el trabajo de los cronistas. Los que están en el poder son los que deberían tener miedo de la historia, no la historia que se aferra al poder. La razón por la que quienes están en el poder quieren ejercer control sobre la historia es porque tienen vergüenza de enfrentar la historia, o ni siquiera les importa hacerse sentir que no tienen vergüenza.