La evolutiva relación de Brasil con los refugiados

Za'atari refugee camp in Jordan, November 2012. Photo from UNHCR on Flickr (CC BY-NC 2.0)

Campo de refugiados Za'atari en Jordania, Noviembre de 2012. Foto DE UNHCR En Flickr (CC BY-NC 2.0)

Pese al escaso conocimiento de los brasileños sobre el tema de los refugiados, la cuestión de la guerra está siempre presente. No sorprenderá a nadie decir que vivimos en una era de conflictos generalizados en todo el mundo. A diferencia de las dos guerras mundiales del último siglo, en las cuáles los bloques de países se enfrentaron ocasionando desplazamientos masivos de la población, hoy vemos a varios conflictos dispersos por todo el mundo. 

¿Pero en qué medida pueden los conflictos en regiones como el África subsahariana o el Oriente Medio afectar a las sociedades dónde estos problemas se encuentran lejanos y ajenos? La respuesta a esta pregunta puede ser encontrada en la cuestión de los refugiados y de los inmigrantes que terminan por ser responsabilidad de los países que los acogen. 

Huyendo de la guerra y la pobreza 

Refugiados e inmigrantes: dos términos que normalmente se confunden. La diferencia entre ellos es básicamente jurídica. Para refugiado, citamos aquí la definición utilizada por el Comité Nacional de Refugiados (CONARE) [pt] de Brasil, vinculado al Ministerio de Justicia de Brasil:

Será reconhecido como refugiado todo indivíduo que:
I – devido a fundados temores de perseguição por motivos de raça, religião, nacionalidade, grupo social ou opiniões políticas encontre-se fora de seu país de nacionalidade e não possa ou não queira acolher-se à proteção de tal país;
II – não tendo nacionalidade e estando fora do país onde antes teve sua residência habitual, não possa ou não queira regressar a ele, em função das circunstâncias descritas no inciso anterior;
III – devido a grave e generalizada violação de direitos humanos, é obrigado a deixar seu país de nacionalidade para buscar refúgio em outro país.

Un refugiado es toda persona que:
I – se encuentra fuera de su país de origen como resultado de un temor fundado de ser perseguido por cuestiones de raza, religión, nacionalidad, opinión política o pertenencia a un grupo social y que no puede o no desea buscar la protección de este país;
II -está sin nacionalidad y fuera del país de domicilio habitual, y no puede o no desea volver a este país como resultado de las circunstancias descritas en la sección anterior;
III – que como resultado de una seria y extendida violación de los derechos humanos, es obligado a dejar su país de origen y buscar refugio en otro país.

"Um refugiado sem esperança é demasiado". Imagem de divulgação do Dia Mundial dos Refugiados (20 de junho de 2011). Foto das Nações Unidas - Arménia noFlickr (CC BY 2.0)

«Un refugiado sin esperanzas es demasiado». Imagen de la campaña del Día Mundial del Refugiado (20 Junio de 2011). Foto de las Naciones Unidas- Armenia en Flickr (CC BY 2.0)

El blog Ciudadanía y Profesionalidad [pt] nos da una idea de cómo los ciudadanos, en este caso los portugueses, entienden la inmigración y la emigración, explicado por los lectores Helder Monteiro y Helder Ribeiro:

A emigração é o acto e o fenómeno espontâneo de deixar o seu local de residência para um país estrangeiro.
A imigração é o movimento de entrada, permanente ou temporário e com a intenção de trabalho e/ou residência, de pessoas ou populações, de um país para outro. A imigração em geral ocorre por iniciativa pessoal, pela busca de melhores condições financeiras.

La emigración es el acto y el fenómeno espontáneo del traslado de residencia a un país extranjero.
La inmigración es el movimiento interno de personas o de poblaciones de un país a otro, de forma permanente o temporal, con la intención de trabajar o vivir. La inmigración normalmente ocurre por iniciativa individual, como resultado de una búsqueda de mejores condiciones económicas.

En el caso de Brasil, así como en otros países, es la Constitución [pt] la que define el estatuto legal de los extranjeros que se tornan brasileños. El Capítulo III «Sobre la Nacionalidad» define claramente quienes tienen derecho a la naturalización: «Extranjeros de cualquier nacionalidad, residentes en la República Federal de Brasil por más de 15 años consecutivos y sin condena penal, con la condición de que soliciten la nacionalidad brasileña». 

Por lo tanto, hablando en términos superficiales, mientras los refugiados son obligados a dejar su país como resultado de conflictos o persecuciones, los emigrantes se marchan voluntariamente, en busca de mejores condiciones laborales para mantener a sus familias. Investigando el tema en mayor profundidad, la cuestión judicial se presenta en los siguientes términos: los refugiados tienen su estatuto determinado inicialmente por las Naciones Unidas, cuya solicitud de asilo es entonces juzgada por el país que les da acogida; sin embargo los inmigrantes están sujetos solo a las leyes del país que los acoge, sin interferencia externa. 

Refugiados en Brasil: números y perfil

Flight, Milan Dusek. Art and Refuge in Brazil: a celebration of the 150th anniversary of Fridtjof Nansen. Image shared by UNHCR on Flickr (CC BY-NC-SA 2.0)

Huida, Milan Dusek. Arte y Asilo en Brasil: una celebración del 150 aniversario de Fridtjof Nansen. Imagen compartida por UNHCR en Flickr (CC BY-NC-SA 2.0)

Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, a fines del 2012 existían cerca de 15.4 millones de refugiados en el mundo. De este número a finales del 2013, 4,656 [pt], tenían asilo en Brasil. Este número es alarmantemente reducido comparado con Pakistán, el país que acoge al mayor número de refugiados, con cerca de 1.6 millones de personas. 

Sin embargo, aunque los números sean todavía reducidos, en promedio el número de refugiados casi se triplicó entre el 2012 y el 2013, de 199 autorizaciones a 649, según el artículo reeditado en el blog ‘Lajes do Cabugi’ [pt].

Esto es el resultado de las presiones externas de las ONG sobre Brasil, y también de otros países, que exigen que el discurso retratando el país como una nación del tercer mundo- con insalvables problemas internos con que preocuparse – debería ser abandonado. Por este y otros motivos, un debate a nivel nacional sobre la flexibilidad de las leyes que gobiernan el tema, surgió el año pasado. En la misma línea, puesto que el número de personas desplazadas por conflictos en todo el mundo se ha prácticamente doblado desde 1990, el país asumió más responsabilidades externas y por consiguiente, acogió a más refugiados.

El ejemplo más llamativo son los sirios que buscan asilo en Brasil. Dada la sangrienta guerra civil en Siria, el gobierno brasileño anunció recientemente un plan para conceder «visas humanitarias» especiales para los Sirios [en] que buscan asilo en Brasil- la primera iniciativa de este tipo en la América Latina- que serán concedidas de forma más rápida que lo normal para este tipo de documento. Además, las visas humanitarias podrán ser extendidas a los familiares del refugiado que se encuentran viviendo en los países vecinos a Siria. 

El blog «O Estrangeiro» (El extranjero) [pt] describe el aumento de los números de refugiados sirios en Brasil:

O Brasil tem sido um destino cada vez mais recorrente dos cidadãos sírios que tentam escapar da guerra civil que abala o país há mais de dois anos, agravada pela possível intervenção militar dos Estados Unidos. Desde o início dos conflitos, em março de 2011, o número de refugiados sírios no Brasil saltou 15 vezes: foi de 17 para 261. Eles já correspondem a 6% do total de refugiados no país.

Brasil se ha convertido en un destino cada vez más buscado para los ciudadanos sirios que intentan escapar de la guerra civil que asuela el país desde hace dos años, agravada por una posible intervención militar norteamericana. Desde el inicio del conflicto en marzo de 2011, el número de refugiados sirios en Brasil aumentó 15 veces: de 17 a 261. Ya representan el 6 por ciento del número total de refugiados en el país. 

Rehaciendo la imagen de Brasil ante el mundo 

La ambición de Brasil de convertirse en un miembro del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, junto con una mayor participación en el gobierno global, hay provocado un dilema inevitable: una pasividad desprovista de riesgo o responsabilizarse por temas hasta entonces ajenos al país. Esta nueva posición significa aumentar el número de tropas en el extranjero en misiones bajo el mando de las Naciones Unidas y la participación en organizaciones como el Consejo de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Medio (UNRWA), en lo cual el país espera ser admitido, una vez que la donación de 6.5 millones de dólares norteamericanos sea confirmada. 

El debate sobre los refugiados en Brasil promete ser interesante. Colocará a los refugiados extranjeros frente a los refugiados brasileños. Sí, estos existen: son los vecinos de las chabolas, conocidas como «favelas», sujetos a la violencia de los traficantes de droga y de la policía corrupta, y los emigrantes de las zonas más pobres del país que se someten a la explotación laboral en las ciudades para escapar de la absoluta miseria de sus pueblos, entre otros. Ambas realidades tienen mucho en común, y si los legisladores la observaran de cerca, verían que en muchos lugares del país la situación es muy parecida a de los pueblos de Palestina o del Sudán del Sur. 

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