El Festival Panafricano de Cine y Televisión de Uagadugú [en], el más grande festival de cine en África, es llevado a cabo a cada dos años en Uagadugú, Burkina Faso. El festival normalmente, tiene lugar en marzo del año en que se lleva a cabo. Lanzado en 1969, ha premiado a un gran número de películas todavía impactantes hoy en día. En celebración del inminente festival de cine, abajo mostramos cinco de las más celebradas películas francófonas africanas (premiadas o no), que marcaron toda una generación de cinéfilos.
Costa del Marfil: «Bal poussière» (Baile polvoriento)
«Baile polvoriento» es una película marfileña del año 1988, dirigida por Henri Duparc. Vista por más de 300,000 personas en Francia, esta sátira sobre la poligamia, cuenta la historia de Alcaly (a.k.a. «Semidiós») que, pese a tener cinco mujeres, se quedó locamente enamorado de Binta, una joven que vuelve a casa desde de la gran ciudad de Abidjan. Vea abajo, el clip en francés de la película:
Gapont [fr], colaborador de Allociné en Paris, explica lo que le pareció interesante en la película:
Un petit bijou de fraîcheur et de spontanéité. Ce film a la candeur du cinéma de Renoir ou de Pagnol. Petit budget pourtant, acteur souvent amateurs, tourné en super 16mm et pourtant la magie est là, on se laisse porter par ces personnages incroyables. Du vrai cinéma.
Una pequeño tesoro, fresca y espontánea. Esta película tiene el candor del trabajo de [Jean] Renoir o [Marcel] Pagnol. Con un presupuesto pequeño, varios actores amateurs, filmada en Super 16 mm, aún así logra que la magia esté presente, estos personajes notables nos arrastran. ¡Una autentica joya cinematográfica!
«Vete y vive» es una película franco- israelí del 2005, dirigida por Radu Mihaileanu. En un campo de refugiados en Sudan, una madre cristiana hace que su hijo Shlomo pase por judío para que logre sobrevivir y sea incluido en la Operación Moisés, que logró llevar muchos judíos etíopes a Israel. Declarado huérfano, Shlomo es adoptado por una familia de judíos sefardí francesa en Tel Aviv. Crece con el temor que su pasado secreto sea descubierto. Vea el tráiler abajo:
A Janos451 [en], un comentarista del IMDB de San Fransisco, le encantó la intensidad dramática de la película:
Lo que hace la película extraordinaria – lo que provoca el llanto en el público – es el retrato honesto y efectivo del aislamiento y la soledad del joven refugiado, empeorado por la creencia de que su salvación ha costado la vida a su madre.
La película está basada en la historia de los Beta Israel (Judíos de Etiopía) que, a pesar de su esfuerzo, tuvieron gran dificultad de aceptación al inmigrar a Israel. La película ha vuelto a despertar el interés de la gente, ya que recientemente, varios inmigrantes africanos han reclamado sus derechos, en Israel.
Chad: «Un homme qui crie» (Un hombre que grita»)
«Un hombre que grita», titulada originalmente «Un hombre que grita no es un oso que baila», es una película del director chadiano Mahamat Saleh Haroun, lanzada el 29 de setiembre de 2010. Recibió el Premio del Jurado en el Festival de Cannes del 2010. El título original es una cita del «Diario de Regreso al País Natal» del poeta martinicano Aimé Césaire. La película nos cuenta la historia de Adam, un ex campeón de natación de 55 años que se convirtió en socorrista en un hotel de Yamena. Cuando el hotel pasa a ser propiedad de inversores chinos, tiene que pasar su puesto a su hijo Abdel.
El blogger de Words of Katarina [en] explica lo que hace que la película sea tan absorbente:
La película «Un hombre que grita» trata de la pérdida de identidad personal, no en consecuencia de acontecimientos que no podemos controlar, si no de elecciones que hacemos cuando la vida nos coge por sorpresa. . . Toca a nosotros decidir la clase de persona que queremos ser, como expresarlo y estar a la altura de la decisión, una vez que la hemos tomado.
Algeria/Morocco: «Indigènes» (Días de Gloria)
«Días de Gloria» es una coproducción cinematográfica entre Argelia y Marruecos, dirigida por Rachid Bouchareb en el 2006. La película cuenta la historia de un soldado marroquí y tres argelinos que sirven en las tropas francesas en la Segunda Guerra Mundial: Abdelkader, Saïd, Mesaoud y Yassir. Mientras que están desilusionados por la discriminación que sufren durante la guerra, la película ilustra su emergente sentido de esperanza y de conciencia política.
Sarah Elkaïm, escritora francesa y experta en temas africanos explica en Critikat el significado histórico de la película [fr]:
Personne ne s’était encore attaché à relater le sort de dizaines de milliers d’Africains, du Maghreb et au-delà du Sahara, qui, au sein de l’armée française, ont participé à la libération du pays qu’ils n’ont jamais, pour la plupart, cessé de considérer comme leur patrie. [..] c’est ce qui fait la force et l’émotion du film : les personnages sont construits, et pas prétextes. Ils sont humains : parfois lâches, peureux, ils sont avant tout des hommes venus libérer leur pays du joug nazi.
Nadie había todavía intentado contar la historia de los cientos de miles de africanos del norte y del África subsahariana en el ejército francés, que ayudaron a liberar el país que consideraban como su patria. […] Eso es lo que hace esta película tan emotiva y fuerte: los personajes tienen cuerpo, no están estereotipados. Son humanos, algunas veces tienen miedo o se acobardan. Sobre todo, son hombres que vienen a liberar su país del yugo nazi.
Madagascar: «Tabataba»
«Tabataba» («murmullos» o «rumores» en malgache, pero también un alias dado a los eventos de la Rebelión malgache de 1947 en Madagascar) es una película hecha en 1988 por Raymond Rajaonarivelo. La película cuenta la historia de una aldea malgache que lucha por la independencia del sistema colonial francés. Para los aldeanos, la rebelión tiene distintas formas. Algunos creen en el poder de la democracia, mientras otros creen en el poder de las armas.
El director Raymond Rajaonarivelo describe cómo escribió el guión de la película [fr]:
Tout le monde me racontait une histoire, jamais la même. Cela a donné lieu à une rumeur, Tabataba, qui me paraissait refléter ce que j’avais entendu là-bas. Ce sont toutes ces mémoires qui m’ont servi à écrire le scénario
Todos me contaban historias, pero siempre distintas. Esto creó un rumor, el tabataba, que parecía reflejar lo que escuche allá. Fueron estas memorias que utilicé para escribir el guión.
Valérie Andrianjafitrimo, la relatora de los comentarios de Rajaonarivelo, añade [fr]:
Car ce qui est crucial, dans ce jeu de balance auquel on assiste entre déni et commémoration, entre interprétation française renouvelée et pluralité des perceptions malgaches, ce n’est pas la vérité de l’historiographie, dont on voit bien qu’elle ne résoudra rien des ombres de la mémoire ni de la dimension symbolique de l’événement. C’est peut-être la voix alternative de la rumeur, ce « tabataba », ce bruit sourd, permanent, varié et variable, tantôt ténu, tantôt éclatant, tantôt victimaire, tantôt héroïque, qui est importante.
Por que intentamos equilibrar la negación y la conmemoración, el equilibrio entre la reinterpretación francesa de los eventos y las distintas percepciones del pueblo malgache, lo que más importa no es la veracidad histórica. Esto no aclara nada en relación a las sombras de la memoria o al simbolismo del evento. Quizás el rumor sea una voz alternativa, el «tabataba» -este sonido amortiguado, continuo, polifacético, siempre cambiante, desde contenido hasta ensordecedor, desde derrotado hasta heroico – esto es más importante.