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#SOSVenezuela: etiqueta de realidad

Categorías: Latinoamérica, Venezuela, Derechos humanos, Libertad de expresión, Medios ciudadanos, Política, Protesta
Grafiti de #SOSVenezuela en la autopista y detrás soldados de la Guardia Nacional Bolivariana mirando la manifestación abajo. Foto de Kira Kariakin. [1]

Grafiti de #SOSVenezuela en la autopista y detrás soldados de la Guardia Nacional Bolivariana mirando la manifestación abajo. Foto de Kira Kariakin.

Este artículo [1] [en] de Kira Kariakin [2] [en] fue publicado originalmente en la sección What's hot? [3] [en] de la página web Future Challenges [4] [en]. Este artículo es parte de nuestra Cobertura Especial sobre las Protestas en Venezuela [5].

El 12 de febrero de 2014, Día de la Juventud, la Federación de Estudiantes Universitarios decidió pronunciarse para exigir más seguridad por parte del gobierno en una manifestación a nivel nacional. El origen de la protesta tuvo lugar una semana antes en San Cristóbal, Táchira, luego que estudiantes salvaran a una compañera de clases de un intento de violación en el campus de la Universidad de los Andes [6] [en]. Las autoridades le pusieron fin a la protesta de una manera violenta, provocando que los estudiantes se unieran el Día de la Juventud para alzarse por sus derechos, continuando con la demanda de más seguridad. La manifestación del 12 de febrero fue fuertemente reprimida causando tres muertos y varios heridos [7] [en], y dio comienzo a una serie de manifestaciones aún en curso.

Hasta hoy (11 de marzo), la violencia de las protestas ha cobrado 21 vidas, y ha producido 318 heridos y el arresto de más de 1.000 personas. La oposición y los estudiantes acusan a las fuerzas de seguridad, la Guardia Nacional, la Policía Nacional Bolivariana y los “colectivos”, de ser responsables de estas pérdidas [8] [en]. Los colectivos son organizaciones civiles (paramilitares) que fueron apoyados y armados por el gobierno de Hugo Chávez para defender su revolución. Colectivos como “La Piedrita” y “Los Tupamaros” han sido fotografiados trabajando con la policía especial de inteligencia, SEBIN, disparando, golpeando e intimidando a los manifestantes.

Demandas

Los estudiantes están exigiendo ahora un cese a la represión violenta y especialmente el respeto a los derechos humanos de los detenidos. Ciudadanos que han sido detenidos durante el curso de las protestas han dicho haber sido brutalmente torturados (choques eléctricos, violación, golpizas) y se les ha negado sus derechos legales. Ellos están exigiendo que los detenidos sean liberados de los cargos y puestos en libertad. Otra solicitud es ponerle fin a la censura de la información y a las limitaciones de los medios de comunicación independientes [9] [en]. Las protestas no han sido reseñadas de forma adecuada por las estaciones de radio y televisión locales, porque cualquier estación que transmita este tipo de noticias podría enfrentar severas consecuencias legales como multas o la revocación de sus licencias. En consecuencia, los incidentes registrados han sido divulgados principalmente a través de las redes sociales y no por otras fuentes debido a las restricciones y a la ambigüedad de la Ley Resorte [10]. El gobierno no ha reconocido completamente, asumido responsabilidad o mostrado diligencia para investigar estos casos. En su mayor parte, las ONGs y los grupos a favor de los derechos humanos como el Foro Penal Venezolano, [11]Provea [12], Espacio Público [13] han reunido documentos y testimonios y los han presentado ante el Ministerio Público, la Defensoría del Pueblo y cuerpos internacionales como la Organización de Estados Americanos [14].

Responsabilidades

Desde el punto de vista del gobierno, los líderes de la oposición son responsables de la violencia que ha resultado de las protestas y los estudiantes son simples tontos útiles que éstos usan para impulsar su agenda. Este argumento sería creíble si el líder principal de la oposición, Henrique Capriles (Partido Primero Justicia), no hubiese estado en contra de las protestas anticipando sus posibles consecuencias. De hecho, los estudiantes fueron apoyados por Leopoldo López (Partido Voluntad Popular) y la diputada María Corina Machado (Independiente) quienes insistieron en que las demostraciones no serían violentas. Mientras Capriles se estaba preparando para el objetivo a largo plazo de conectarse mejor con las necesidades y los problemas de los menos privilegiados, López y Machado querían mostrar el descontento de la juventud y de la clase media a través de las protestas. Esto produjo fricción en la coalición de partidos de oposición, MUD (Mesa de la Unidad Democrática).

El apoyo de López y Machado a las manifestaciones le ha permitido al gobierno acusarlos de conspirar para llevar a cabo un golpe de estado «fascista” contra el presidente Nicolás Maduro, con la ayuda del “imperio” de los Estados Unidos y la CIA, extendiendo sus acusaciones a CNN pues esta es la estación que activamente ha cubierto las protestas (vídeo.) [19]

El 18 de febrero, Leopoldo López se entregó a las autoridades [20] [en] acusado de cargos de conspiración, instigación a la rebelión y asesinato (el cargo de asesinato fue retirado más tarde). Ese día, las guarimbas (barricadas en las calles), comenzaron en las principales ciudades de Venezuela. Las guarimbas no son controladas por los líderes de la oposición, y tampoco son apoyadas por la población en general. Éstas son una expresión de la oposición más radical que quiere que caiga el gobierno. Algunos generales retirados, como Ángel Vivas [21], han apoyado las guarimbas dándoles instrucciones acerca de cómo hacer “miguelitos” para dañar las llantas de las motocicletas [22] o poner alambres a través de las calles para herir a los transeúntes argumentando que es por auto-defensa entre otras razones. Están medidas han cobrado la vida de al menos tres civiles.

Los estudiantes se han mantenido en su mayor parte independientes de los líderes de la oposición en relación a sus acciones y decisiones. La efectividad de las protestas ha sido cuestionada por los chavistas porque en Caracas las manifestaciones han estallado sólo en el este de la ciudad, pero últimamente han comenzado en el oeste también, por ejemplo en Caricuao. Algunos analistas dicen que la ausencia de gente en las calles en el oeste no es causada por la falta de descontento, sino por el miedo a las represalias de los colectivos en las zonas que éstos controlan. Sin embargo, en otras de las principales ciudades las protestas han sido abrumadoras. En San Cristóbal, por ejemplo, las protestas han sido particularmente fuertes.

El gobierno llamó a una conferencia por la paz [23] [en] extendiendo su invitación a quien quisiera participar, incluyendo estudiantes y líderes. La mayoría de los líderes opositores se rehusaron a asistir hasta que el gobierno ponga fin a la represión, los estudiantes presos sean liberados y palabras como “fascistas,” “asesinos burgueses,” “conspiradores”, etc., sean eliminadas de la retórica del gobierno. Debido a que no hay confianza entre las partes interesadas, el diálogo está paralizado.

Mientras tanto, la fuerte represión no ha cesado, ni siquiera por el primer aniversario de la muerte de Hugo Chávez el 5 de marzo.

El rol de las redes sociales

En Venezuela la única 'Paz' la tienen los muertos. #PrayforVenezuela. Foto de Kira Kariakin. [24]

«En Venezuela la única «Paz» la tienen los muertos. #PrayforVenezuela». Foto de Kira Kariakin.

Los venezolanos han blogueado, tuiteado y publicado testimonios, videos y fotografías en Facebook, Flickr, YouTube y otras plataformas de manera muy activa. Debido a la censura de los medios, Twitter se ha convertido en el medio de comunicación dominante de Venezuela. Bajo las etiquetas #SOSVenezuela, #PrayforVenezuela, #ResistenciaVzla, entre otras, todos los eventos han sido documentados y las noticias se han difundido más allá de las fronteras de Venezuela. Fotos y videos que los medios de comunicación locales no pueden transmitir han sido publicadas por los ciudadanos y están disponibles para el resto del mundo.

En los días previos al Oscar, una campaña en Twitter fue utilizada para pedirle a los artistas que apoyaran públicamente a los manifestantes en Venezuela logrando cierto éxito [25][en]. También, desgarradoras declaraciones, testimonos personales y sentimientos de frustración han sido descargados usando estas etiquetas.

Viendo hacia el futuro

Después de casi 30 días, todavía no está claro si las manifestaciones se disiparán. Hay muchos rumores e hipótesis acerca de lo que está pasando dentro del gobierno y en los grupos y partidos de oposición. En el gobierno, los rumores son acerca de discrepancias entre dos facciones: la militar representada por Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional, y la civil encarnada por el presidente Nicolás Maduro.

Del lado de la oposición, hay cuatro facciones en conflicto: el movimiento estudiantil que actúa en su mayoría de forma independiente de los partidos políticos, los seguidores de Henrique Capriles con su acercamiento moderado, los seguidores de Leopoldo López y María Corina Machado dispuestos a seguir en las calles y los radicales, «guarimberos», que están buscando una rápida caída del gobierno con una combinación de acciones civico militares.

Las dinámicas de todos estos sectores están ahora en juego. La protesta ha tomado su curso y está fuera del control y la influencia de los líderes opositores. La incertidumbre y la desesperación acerca del futuro se combinan ahora con la rabia y la frustración. Es difícil anticipar posibles resultados. La población está sufriendo bajo el crimen desenfrenado, la escasez de productos y las restriciones a los derechos humanos, y está pidiendo ayuda: #SOSVenezuela.

#SOSVenezuela. Foto de Kira Kariakin. [24]

«Pueblos del mundo ayúdennos! Venezuela está luchando por su libertad» #SOSVenezuela. Foto de Kira Kariakin.

Para una detallada cronología y más enlaces: Protestas en Venezuela de 2014 [32]
 
Kira Kariakin (1966) es una bloguera venezolana. Trabajó como consultora creativa y de comunicaciones para proyectos de rendimiento de energía y ICT4D desde 1999 hasta finales del 2013. Tiene una amplia experiencia en el mundo editorial (1986-1998). Vivió en Uganda y Bangladesh, cerca de 5 años en cada país (1999-2008) y también ha pasado un tiempo considerable en Tanzania, Kenya, Botswana e Indonesia. Actualmente vive en Venezuela y trabaja como editora independiente. También toma fotos, escribe poesía, escribe crónicas y artículos de opinión en su tiempo libre, la mayoría de ellos compartidos en sitios web 2.0, participa en diversas actividades culturales relacionadas con la poesía y colabora con organizaciones sociales dedicadas a promover la libertad de expresión y el acceso a la información.