El alzamiento en Siria a través de la mirada de sus ciudadanas

Este post se publicó anteriormente en Syria Untold.

El día 15 de marzo es el aniversario del alzamiento popular [en] contra la dictadura en Siria. Pocos días antes de esa fecha (en el año 2011), los ciudadanos sirios ya se manifestaban frente a las embajadas de Túnez, Libia y Egipto para apoyar las movilizaciones que se comenzaron a realizarse en toda la región a fines de 2010. Hombres y mujeres se solidarizaron con la lucha de sus vecinos, con los que los sirios están muy relacionados. A tres años del levantamiento, Syria Untold observa a Siria a través de la mirada de tres mujeres que han trabajado de forma activa para promover la justicia y la libertad en el país.

Banner from the campaign for the release of Syrian activist Razan Ghazzawi: "The regime does not fear those imprisoned, but those who do not forget them." Source: Syria Planet

Afiche de la campaña para la liberación de la activista siria Razan Ghazzawi: «El régimen no teme a quienes están presos, sino que a quienes no los han olvidado». Fuente: Syria Planet

¿Alzamiento de las mujeres?

Desde los comienzos del alzamiento, las mujeres han trabajado mano a mano junto a los hombres en la organización de protestas y otras iniciativas de desobediencia civil. Marwa Ghamian [en] fue una de las primeras personas en ser detenida por clamar en público por la libertad, durante una manifestación en el mercado Hamidiah, en Damasco el 15 de marzo de 2011.

Durante décadas, la libertad de expresión y de reunión en el país estuvieron prohibidas, por lo que no había espacio para involucrarse en discusiones independientes y libres respecto a ningún tema, incluso aquellos que afectan a las mujeres. «Con el comienzo del alzamiento, sentí que había espacio para una libertad personal y pública que nunca antes había sentido en mi vida», señaló Khawla Dunia a Syria Untold. «Pude alzar mi voz, hablar fuerte, exigir mis derechos, en las calles de Damasco y en cualquier lado».

Razan Ghazzawi agregó que «casos como este eran la realidad de mujeres de contextos intelectuales y sociales muy diversos y que se involucraron en cada uno de los niveles de las protestas».

Si las mujeres tuvieron un rol crucial durante la etapa pacífica del alzamiento, han sido mucho menos decisivas en la lucha armada. «A medida que la militarización va ganando terreno, el rol de las mujeres disminuye significativamente y se reduce principalmente al de la ayuda humanitaria», indicó Yara Nassir.

Sin embargo, en las áreas libres del control del régimen, la participación de las mujeres varía de muy activa a casi nula, dependiendo de quién controla el área. El poder que se ejerce en cada ciudad y pueblo, que va desde autoridades islámicas moderadas a grupos afiliados a Al Qaeda, hace una gran diferencia respecto a la libertad de acción y movilización femenina.

Golpeadas por la opresión del régimen y por nuevas imposiciones

«Las mujeres sirias continúan siendo golpeadas tanto por la opresión del régimen como por las nuevas imposiciones», agregó Nassir. «La situación es terrible ya que las mujeres siguen sufriendo en áreas bajo control del régimen, mientras que en muchas áreas liberadas las expulsan de los espacios públicos y de los procesos de toma de decisión. Las mujeres continúan buscando un espacio civil en el que puedan desarrollarse y expresarse libremente. El hecho de que la revolución no incorporara en su núcleo a los derechos de la mujer es parte del problema. La igualdad de géneros no estaba en el centro del movimiento por el cambio».

Khawla Dunia concuerda en que se necesita un cambio de mentalidad y que eso es lo que llevó a los sirios a la calle en primer lugar, pero las circunstancias actuales no han permitido que ocurra este cambio.

«A menudo me interrogan en los puntos de control respecto a la ropa que estoy usando, dónde está mi familia y si soy casada o no; preguntas que no les hacen a los hombres», destacó Ghazzawi. «Como si no pudiera trabajar libremente por mi propio país, el país que me otorgó mi pasaporte». Ella culpa a sus compañeros activistas, tanto de la lucha armada como de la pacífica, por no levantar la voz contra el trato que reciben las activistas en algunas de las áreas liberadas. «Nunca he escuchado a alguno de mis camaradas denunciar públicamente las restricciones a las mujeres», reclamó.

La experiencia de Nassir en las áreas liberadas es muy diferente: «Todo el tiempo que estuve allí, nunca cubrí mi cabeza y el tema nunca fue mencionado ni por la población local y por los soldados».

Respecto a las diferentes fuentes de violencia, las activistas concuerdan en que es el régimen el que tiene la mayor responsabilidad frente a los abusos que ocurren en el país. «La comparación entre la violencia que proviene del régimen y la proveniente de la oposición es falsa. El régimen se enfoca en la población en su totalidad, realiza detenciones masivas, torturas y asesinatos», señaló Ghazzawi.

Hoy en día, las mujeres se encuentrar atrapadas entre la lucha contra el régimen y contra otras amenazas cotidianas, tales como las que implican los grupos extremistas que llenan el vacío de poder en las áreas liberadas y que tienen el efecto de anular los derechos de las mujeres. Además, muchos se preguntan si este es el momento para discutir estos temas, considerándolos un lujo ante la muerte, hambre y depravación en el lugar. Sin embargo, como indicó Dunia, no se trata solo de los derechos de la mujer, sino de las demandas de justicia, igualdad y ciudadanía que han llevado a los sirios a las calles desde marzo de 2011.

Este post se publicó anteriormente en Syria Untold.

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