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Un mes antes de las elecciones presidenciales, previstas para el 17 de abril, los argelinos sufren numerosos atentados a las libertades cívicas. Invitados a elegir al próxima presidente de la República entre seis candidatos en carrera, uno de ellos el presidente saliente Abdelaziz Bouteflika que anhela un cuarto mandato luego de 15 años de gobernar el país, los argeilnos permanecen privados de la libertad de manifestarse en las calles.
Peor aun, la libertad de expresión está también amenazada luego del cierra de una cadena de televisión libre e independiente, la cadena Al-Atlas TV. Desde el miércoles 11 de marzo de 2014, esta cadena de televisión que abrió sus instalaciones a los opositores argelinos sin restricción alguna, dejó de emitir a través de satélite luego de presiones ejercidas por las autoridades argelinas en el proveedor jordano Noorsat. El día anterior, el martes 10 de marzo, fue la gendarmería argelina la que registró arbitrariamente los estudios y locales de esta cadena de televisión con el fin de incautar todas las cámaras, computadoras, DVD y material audiovisual. Oficialmente, las autoridades esgrimieron el pretexto de falta de una autorización de difusión en Argelia para justificar este registro seguido de incautación. Mientras tanto, Al-Atlas TV, cuyo personal se compone esencial,ente de jóvenes técnicos y periodistas argelinos recién diplomados, trabaja en Argelia desde 2012.
En este video publicado en YouTube por la cadena Al-Atlas TV, el director de información de esta cadena independiente lanza un llamado de auxilio y reclama la ayuda de periodistas argelinos y extranjeros. «La libertad de expresión está en peligro en Argelia. Apelo a todos los argelinos a que se solidaricen con nosotros para derrotar estos intentos reiterados a la libertad en nuestro país», dice.
En ningún momento, los responsables y periodistas estuvieron preocupados. Tienen la misma condición juridica de otras televisoras privadas argelinas a las que no se ha impedido difundir sus programas. ¿A qué viene esta prohibición impuesta a Al-Atlas TV? Su director general, Hichem Bouallouche, ha puesto en conocimiento de la prensa argelina que las autoridades quieren sancionar a su cadena porque cuestiona el cuarto mandato al que aspira Abdelaziz Bouteflika, aunque su estado de salud es muy malo y el país reclama una alternancia política.
A pesar de un importante impulso de solidaridad por la cadena Al-Atlas TV, las autoridades argelinas no rectifican sus decisiones. Las condenas de Reporteros sin Fronteras, la Liga Argelina de Defensa de los Derechos Humanos y la fuerte movilización de los medios y de ciberactivistas en redes sociales no han logrado hacer que el régimen argelino deje de lado esta violación a la libertad de expresión.
Otras libertades en Argelia también se han visto pisoteadas en este periodo electoral, como la libertad de manifestar pacíficamente en la calle. Aunque está garantizada por la Constitución argelina, está prohibida siempre en Argel, la capital argelina. Desde hace dos semanas, el movimiento contestatario «Barakat!» intenta reunir a decenas de jóvenes militantes para decir NO a la dictatura y NO a otro mandato del presidente Bouteflika, un dirigente envejecido, enfermo y obsoleto. Los miembros de este movimiento han tratado en dos ocasiones organizar una manifestación pacífica en Argel frente a la Facultad Central de Argel. Cada vez han sido reprimidos, detenidos violentamente y llevados a la estación de policía.
Esta foto, ampliamente difundida en redes sociales en Argelia, muestra cómo a una integrante del movimiento ciudadano Barakat a se le impidió gritar lemas democráticos. Luego, las fuerzas del orden la embarcaron violentamente el jueves 6 de marzo en Argel. La foto fue tomada por un fotógrafo de la prensa argelina y difundida en Enviados especiales argelinos.
Los videos y fotos de esta violenta represión policial han dado la vuelta al mundo a través de la web. El jefe de la policía argelina, general Abdelghani Hamel, trató de justificar esta represión que resultó en más de 260 arrestos violentos. Alegó órdenes políticas venidas de los altos responsables del Estado argelino par explicar el comportamiento violento de los policías argelinos.
En este reportaje de la cadena de televisión independiente Al-Atlas TV, televisora censurada en adelante en Argelia, se ven varias secuencias de la represión policial que se usó contra los manifestantes pacíficos el 6 de marzo en Argel.
Sin televisoras realmente libres, las otras cadenas privadas son abiertamente partidarias de un nuevo mandato de Abdelaziz Bouteflika, libertad de manifestar reprimida y libertad de expresión amenazada. El tablero donde se diseña el régimen argelino reluce muy poco. Pero la sociedad civil no se queda con los brazos cruzados y para el sábado 15 de marzo, el movimiento «Barakat!» convocó a una manifestación a través de todo el país, el más grande de África, geográficamente. Nada está perdido ni jugado por anticipado. Y estas elecciones presidenciales prometen tener muchos resurgimientos.