Un grupo de manifestantes irrumpió en la Asamblea Legislativa de Taiwán el 18 de marzo de 2014 pidiendo una revisión púbilca total del controvertido tratado comercial con China después de que legisladores del partido de gobierno obligaron a aceptar la ley a través de un comité.
El más reciente Acuerdo de Comercio de Servicios a través del Estrecho, acuerdo comercial bilateral entre Taiwán y China, fue remitido a la Asamblea Legislativa de Taiwán para su revisión luego de 16 rondas de audiencias públicas, que terminaron el 10 de marzo de 2014. Aunque China es un mercado enorme para las empresas taiwanesas, algunos temen que la entrada sin restricciones de capital de China continental supone una amenaza para la cultura taiwanesa, libertad de expresión y hasta la seguridad nacional.
Mientras la mayoría de legisladores dentro del Yuan Legislativo, como se llama la asamblea legislativa de la isla, estuvieron de acuerdo en revisar el acuerdo cláusula por cláusula, Chang Ching-Chung, que preside el comité administrativo internno de la asamblea, declaró el 17 de marzo que el comité ya había completado la revisión [en] del acuerdo. Con el respaldo del partido de gobierno, Chang remitkó el acuerdo a la sesión plenaria legislativa para su segunda lectura sin un adecuadi proceso de revisión.
Desde que el gobierno taiwanés y chino empezaron a firmar acuerdos bilaterales de cooperación económica [en] en 2010, varios grupos cívicos taiwaneses han estado protestando contra el proceso de negociación de «caja negra» que no está abierto al público. Personas de todos los estratos han planteado serias preocupaciones. En medio de la creciente presión, el Yuan Legislativa finalmente acordó realizar audiencias públicas y una revisión cláusula por cláusula del acuerdo, pero el partido de gobierno no ha cumplido con esa promesa.
En reacción a la decisión autocrática del partido de gobierno, furiosos manifestantes de diferentes grupos cívicos rodearon el Yuan Legislativo, y algunos incluso ocuparon el estrado en el edificio legislativo [en]. Pidieron una adecuada revisión del Acuerdo de Comercio de Servicios y una disculpa del partido de gobierno por su acción turbia, que viola el acuerdo previo de una revisión detallada.
Desde el 17 de marzo, los manifestantes contra al Acuerdo de Comercio de Servicios han rodeado el Yuan Legislativo. Han enarbolado banderas con lemas [en] como “9% presidente Ma obligó al Parlamento a aprobar el Acuerdo de Comercio de Servicios a través del Estrecho (Acuerdo) en tres segundos”. Según una encuesta de septiembre de 2013, solamente el 9.2% del público en general [en] está satisfecho con el desempeño del presidente Ma Ying Jeou.
El grupo cívico Frente Democrático contra el Acuerdo de Comercio de Servicios a través del Estrecho explicó su protesta [zh] en su página de Facebook:
我們再次強調,目前全國已有百分之七十三民眾表達應該逐條審查,其中包含百分六十八的國民黨支持者,但是馬英九總統違背民主國家三權分立的基礎,踐踏立法程序三十秒就讓服貿協議過關…
Debemos enfatizar que actualmente el 73 por ciento de los ciudadanos cree que este Acuerdo de Comercio de Servicios debe revisarse cláusula por cláusula. El 68 por cuiento de los partidarios del partido de gobierno también tienen la misma opinión. No obstante, el presidente Ma [Ying-jeou] incumplió nuestra Constitución referida a la división de poderes legislativo, ejecutivo y judicial e hizo que el Yuan Legislativo aprobara el Acuerdo de Comercio de Servicios en 30 segundos.
J. Michael Cole, periodista radicado en Taipé, trató de explicar [en] por qué el gobierno de Ma dio ese paso tan audaz:
Varios factores pueden ayudar a explicar esto, incluida una oposición desorganizada; la ascensión de Xi Jinping en China; la reelección del presidente Ma Ying-jeou en 2012; y el hecho de que, con la ley taiwanesa, este sería su cuarto periodo de cuatro años como presidente.
Todos esos factores, agregados a la creciente impaciencia de los chinos al ritmo del “progreso” en el Estrecho de Taiwán —con esto, el comienzo de negociaciones del futuro político de Taiwán— y temores de quien venga después de Ma no pueda o no quiera, entregar los bienes políticos, ha resultado en que Pekín aplique tremenda presión sobre Taipéi, obligándolo así a una posición reactiva. Ya algunas personas destacadas han observado que el gobierno de Ma no ha logrado tomar la iniciativa en negociaciones a través del estrecho y ha permitido a China fijar la agenda, una estrategia muy peligrosa (o una no estrategia).