Valencia, capital de la región a la que da nombre, es una ciudad que «engancha». Su suave clima, su huerta excepcional, los inabarcables naranjales que la rodean, el mar que acaricia sus costas, su gastronomía mediterránea con su reina indiscutible, la paella. Y también la pólvora y el fuego de sus fiestas más famosas: las fallas.
Las fallas son las fiestas con que Valencia da la bienvenida a la primavera. Corridas de toros, espectáculos, música, impresionantes castillos de fuegos artificiales y mascletàs cuyo atronador sonido hace temblar la tierra acompañan desde «la plantà» (el montaje) a la fallas, enormes esculturas de materiales ligeros, compuestas por numerosas figuras llamadas «ninots».
Estos ninots representan de forma satírica lo bueno y –especialmente– lo malo que ha sucedido durante el año anterior, de forma que un paseo por Valencia durante las fallas es casi una crónica de los últimos doce meses. Políticos y personajes populares representados con un enorme sentido del humor sorprenden, divierten e incluso escandalizan a los visitantes, pero solo durante unos pocos días, pues su destino es arder la noche del 19 de marzo, la «cremà» (quema) de la «Nit del Foc» (Noche del Fuego). Casi 800 fallas hacen que esa noche, Valencia parezca una inmensa hoguera.
Pero no todos los ninots arderán esa noche. Cada falla elige una figura que se expone junto con todas las demás durante varios días, para que el público pueda votar por las que más le gusta. El ninot y el ninot infantil que más votos reciben se salvan del fuego y pasarán a engrosar los fondos del Museo Fallero. Este año, excepcionalmente, se ha indultado un tercer ninot que representa a la fallecida piloto de Fórmula 1 María de Villota. Este ninot ha recibido el indulto por expreso deseo de la fallera mayor infantil, que lo ha regalado a la familia de la deportista.
En las fallas caben las críticas y los homenajes. A la izquierda, la escena representa la fuga de cerebros al extranjero por la crisis (Foto subida a Twitter por Sonya Dowsett). A la derecha, homenaje a la labor que desarrollan los Cascos Azules españoles en distintas misiones de la ONU en el mundo (Foto de Coentor en Wikimedia Commons, con licencia CC BY-SA 3.0).
También los personajes populares se hacen ninots. A la izquierda, Cristiano Ronaldo y Leo Messi (foto del reportero gráfico Mathieu Militis en su página de Facebook). A la derecha, el incisivo periodista Jordi Évole, uno de cuyos programas resultó decisivo para que se reabriera la investigación por el accidente de metro sucedido en 2006 en Valencia, que costó la vida a 43 personas (foto subida a la cuenta en Twitter del programa «Salvados»).
Los políticos son omnipresentes en las fallas. A la izquierda, Angela Merkel y Barack Obama interpretan «Mary Poppins», a la derecha, Rajoy hace «una cagada diaria», literalmente. Ambas fotos son del usuario Coentor en Wikimedia Commons, con licencia CC BY-SA 3.0.
El rey Juan Carlos, convertido en el rey león, representado con su bien conocida afición por cazar elefantes (foto del reportero gráfico Mathieu Militis en su página de Facebook). A pocos metros, el dictador Franco, convertido en zombi, sale de su tumba para «arreglarlo todo en 24 horas» (foto de Planet Fallas en Facebook).
El extesorero del Partido Popular, Luis Bárcenas, actualmente en la cárcel, dinamita al gobierno con una mano, mientras que con la otra «tira de la manta», dejando al presidente Rajoy –a la derecha– literalmente «en pelotas», sin nada para taparse aparte de sobres con dinero procedente de la corrupción. Foto izquierda del usuario Coentor en Wikimedia Commons, con licencia CC BY-SA 3.0. Foto derecha del blog paperblog
Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda, también ha pagado su decisión de imponer un IVA del 21% a las fallas. A la izquierda, el ministro, convertido en Freddy Krueger, aterroriza a un deprimido niño fallero que no consigue cuadrar las cuentas. En la foto de la derecha, Montoro es un vampiro que amenaza a dos falleros arruinados. Ambas fotos son del usuario Coentor en Wikimedia Commons, con licencia CC BY-SA 3.0.
Rita Barberá, alcaldesa de Valencia, dirige militarmete la organización de las fallas. En su casco se lee «Nasía pa mandar». Foto de David Aparicio en Flickr, con licencia CC BY SA 2.0.
Todas estas fallas ya son historia. Ardieron la noche del 19 al 20 de marzo. Los valencianos han quemado lo peor del pasado año y afrontan la primavera con la esperanza de que no se repita. Mientras tanto, en la mente de los maestros falleros van naciendo ya las fallas de 2015.