Unos días después de que la unidad terrorista de la policía de Sri Lanka arrestara a dos activistas por los derechos humanos y de que la comunidad internacional lo condenara, ambos han sido puestos en libertad.
Ruki Fernando, asesor de derechos humanos para la ONG Reform, y Praveen Mahesan, sacerdote católico, fueron detenidos [en] el 16 de marzo de 2014 y acusados [en] de vender información al exterior con la intención de perjudicar la armonía internacional entre las comunidades y de ayudar e incitar a la reagrupación de los Tigres de Liberación de Tamil, un grupo rebelde del Norte y pieza principal de la guerra civil que azotó la isla durante décadas.
El bloguero D. B. S. Jeyaraj [en] escribió que «ambos estaban sanos y que no habían sido agredidos físicamente durante la detención y el interrogatorio».
Algunos especularon que el arresto de los activistas fue un intento de intimidar a los defensores de los derechos humanos. Fernando contó en una entrevista a la cadena de noticias CNN [en] que le preguntaron con quién estaba compartiendo la información fuera de Sri Lanka. «Parecía obvio que se cuidaban de que las otras naciones no recibieran información ni puntos de vista diferentes desde dentro de Sri Lanka», dijo.
Roma Tearne [en], novelista nacido en Sri Lanka, recuerda sus conversaciones con Ruki:
Ruki hablaba del pueblo de Sri Lanka que necesitaba su ayuda desesperadamente. Había una viuda cuyo marido caricaturista había desaparecido por culpa de su trabajo. Y de sus hijos, totalmente traumatizados por la desaparición de su padre. Había hombres y mujeres que fueron violados y torturados en grupo, gente que había perdido a sus seres queridos simplemente porque habían nacido en el lugar y en el momento equivocados. El pueblo tamil, el pueblo cingalés, los musulmanes, cualquiera que hablara de la violación de los derechos humanos que se está llevando a cabo en Sri Lanka.
Los arrestos se producen tras una resolución propuesta de Estados Unidos, Reino Unido y otros países que exigen una investigación internacional independiente de los crímenes de guerra durante la guerra civil que finalizó en el año 2009, y también se espera que los abusos del gobierno acaecidos posteriormente se discutan en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Sri Lanka ya ha enfrentado antes acusaciones de silenciar las críticas en el país de sus supuestos informes de derechos humanos relacionados con la guerra civil.
Tras su liberación, Fernando dijo [en] que aún teme por su seguridad y por la de otros defensores de los derechos humanos.
En ese momento, la detención de Fernando y Mahesan provocó que se condenara en Sri Lanka y en el exterior. Fred Carver, director de la Campaña por la Paz y la Justicia de Sri Lanka habló con Nouse, el periódico estudiantil de la Universidad de Nueva York [en], sobre su alumno Fernando:
Ruki y Fr. Praveen han trabajado sin descanso para combatir el extremismo y construir una Sri Lanka más tolerante. Es una amarga injusticia que fueran acusados de promover la discordia étnica.
Ruki, uno de los activistas cingaleses más preparados para ocuparse de la causa de las víctimas tamiles, y Fr. Praveen, un activista mitad cingalés, mitad tamil partidario del entendimiento intercultural, hacen todo lo contrario. Y la idea de que ellos, conocidos defensores de la paz, pudieran tener alguna conexión con el terrorismo es totalmente absurdo.
El activista Prabu Deepan cuestionó los cargos presentados contra los activistas:
What are the ‘terrorism’ acts committed by Ruki & Fr. Praveen? Documenting missing persons in the north? #FreeRuki #Lka #HRC25
— Pd. (@prabudeepan) March 17, 2014
¿Cuáles son los actos de ‘terrorismo’ cometidos por Ruki y Fr. Praveen? ¿Documentar personas desaparecidas en el Norte?
Mohamed Hisham de Colombo se mostró preocupado:
If Ruki is also detained by police in kilinochchi, I fear if all dissenting voices & campaigners will hv to be ready for worse. who's next?
— Mohamed Hisham (@mhmhisham) March 16, 2014
Si Ruki también es detenido por la policía de Kilinochchi, me temo que todas las voces discrepantes y los defensores tendrán que prepararse para lo peor. ¿Quién es el siguiente?
Los cibernautas también anotaron que otra defensora de los derechos humanos, Balendran Jayakumari, y su hija de 13 años, que estaban arrestadas en su casa de Killinochchi [en] al Norte de Sri Lanka, están a punto de ser liberadas.
#SriLanka Arbitrary detention of Human Rights activist Ms. Balendran Jeyakumari continues http://t.co/i0dw8MYU81
— Mannfred Nyttingnes (@MannfredNikolai) March 20, 2014
Continúa la detención arbitraria de la activista por los derechos humanos, señora Balendran Jeyakumari.