Mi experiencia de «joven pionera» en la isla Bantayan, en Filipinas

Este año académico, mi novio y yo vivimos en China, donde yo había aceptado un trabajo en una universidad. Como muchas personas, fuimos muy afectados por el súper tifón -Yolanda- que arrasó una parte de las Filipinas el pasado noviembre. Ya habíamos pensado en ese país para nuestras vacaciones de invierno, y el tifón solamente confirmó nuestras ganas de viajar ahí, no para jugar a ser turistas y gozar de playas magníficas, sino para ayudar a las personas que lo habían perdido todo en la catástrofe.

Carte de L'ile de Bantayan - Domain public

Mapa de la isla de Bantayan – Dominio público

Encontramos así una pequeña asociación -que poco después obtuvo la condición de ONG en Filipinas- llamada Respuesta de Desastres de Jóvenes Pioneros (YPDR, por su nombre en inglés) [en], que nos aceptó como voluntarios en la pequeña isla de Bantayan, en la región central de Visaya. YPDR fue fundada por Christopher P. White, Joseph Ferris III, Marshal Mayer y Katlyn Murray, que llegaron a Bantayan apenas una semana después de la catástrofe natural.

 ¿Su idea base? [en]:

La acción colectiva de personas dedicadas, cada una usando sus propias habilidades en su máximo potencial, puede generar un gran cambio en el mundo.

Se instalaron en Bantayan con el fin de ayudar a la población local a reconstruir su vida y a prepararse para resistir mejor futuros tifones. Comenzaron a levantar todos los escombros en el colegio principal de Santa Fe -la educación es el pilar central de un futuro mejor- y reparar los edificios, después se diversificaron y lograron de cooperación otras ONG y asociaciones: la distribución de casas resistentes a los tifones para las familias más afectadas con pah (Acción Humanitaria Polaca) [en], un programa de agua, saneamiento e higiene (conocido como WASH por su nombre en inglés) en cooperación con Oxfam, un programa de terapia por medio del arte con la asociación 24 Foundation [en] destinada a niños y mujeres, misiones médicas con el SAMU andaluz.

Esta primera experiencia en el terreno de lo humanitario fue un éxito total. La ONG funciona con un equipo internacional de voluntarios y trabajadores locales. Cada mañana, hay una primera reunión donde a los voluntarios se les asigna sus tareas para el día: hay varios grupos para tareas principales -que van en aumento según las prioridades y las cooperaciones, la organización es muy flexible, aceptan y apoyan todas las ideas de proyectos que tienen por fin mejorar la vida cotidiana de los habitantes de Bantayan. Es así que Meg [en], joven actriz polaca con formación de marionetista, comenzó a crear pequeños espectáculos para niños y a reclutar un grupo de voluntarios (del que formé parte) para jugar en los colegios por toda la isla.

Spectacle de marionettes avec Meg - avec la permission de l'auteur

Espectáculo de marionetas con Meg – con permiso de la autora

A tres meses de la llegada de YPDR a la isla de Bantayan y gracias a su voluntad, su duro trabajo y también a su buen humor, conquistaron el corazón de la población local, ¡y el de todos los voluntarios que participaron en esta formidable aventura! Eso se puede constatar en los comentarios siguientes, publicados en la página de Facebook de la ONG [en].

Marshall Mayer:

¡Hacen un trabajo increíble! ¡Me enorgullece estar en este equipo!

Distribution des aides par YPDR - avec la permission de l'auteur

Distribución de ayuda de YPDR – con permiso de la autora

Kersten Johnson:

¡El mejor organismo no gubernamental del mundo! Todo lo hacemos con amor.

affiche à l'école - avec la permission de l'auteur

Afiche en un colegio – con permiso de la autora

Cambria Berger:

Este grupo está haciendo que las cosas funcionen para las personas en las zonas de desastre, sin toda la cinta roja y retrasos burocráticos comunes en estas iniciativas. La gente ayuda a la gente, ¡como debe ser! ¡Buen trabajo!

Volontaires YPDR avec la permission de l'auteur

Voluntarios YPDR, con permiso de la autora

Puedes echar un vistazo al alcance de su trabajo en este video:

 

Es habitual que YPDR use el el video de la canción «Happy» de Pharell Williams, que ha tenido enorme éxito en la pantalla, para mostrar su vida cotidiana en el seno de la población de Bantayan. Y como nos recuerda el fin del video:

La gente de Filipinas está feliz. Pero sigue necesitando nuestra ayuda.

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