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Dudas sobre investigación de periodista infiltrada en el tráfico humano

Categorías: África Subsahariana, Nigeria, Derechos humanos, Medios ciudadanos, Mujer y género
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Una captura de pantalla de la investigación.

Una investigación encubierta sobre el tráfico humano en Nigeria está llamando la atención en el país africano, pero no por todos los motivos que pueda pensar.

Tobore Ovuorie [1] [en] (@DaughterofMit [2] [en]), una periodista del diario digital Premium Times [3] [en], ha escrito acerca de su experiencia como infiltrada para descubrir a la mafia dedicada al tráfico humano. Las razones para contar esta historia, según Ovuoire [4] [en], eran las siguientes:

Todo empezó en Abuja, cuando decidí sacar a la luz a las bandas de tráfico humano que causaron la muerte, mediante el sida, de mi amiga Ifuoke y de muchas otras. Como periodista de salud, había entrevistado a varias mujeres que escaparon del tráfico sexual y que habían sido forzadas no solo a practicar el sexo sin protección, sino que también se les había negado atención médica o incluso el regresar a casa cuando se sentían enfermas. Ahora padecen sida, gonorrea anal, roturas de intestino e incontinencia.

Los traficantes de humanos no solo se dedicaban a reclutar y exportar a jóvenes nigerianas a Europa como prostitutas, sino que también les enseñaban a robar carteras. Ovurie también relató [4] [en] un incidente de muerte a sangre fría:

Lo que ocurre después parece una película de terror… Mientras nosotras cuatro, ‘desafortunadas’, permanecemos a un lado, Mama C habla con cinco visitantes elegantes y con pinta de influyentes. El asunto va de un ‘paquete’ que Mama C les ha prometido y que no ha podido entregar. La mujer me señala, pero Mama C se niega y por razones inexplicables eligen a Adesuwa y Omai. Todas presenciamos, gritando y tratando de escondernos en los rincones, cómo las agarran y las decapitan con machetes delante de nosotras. El ‘paquete’ que han venido a buscar resulta ser una colección de partes del cuerpo. La mafia que nos retiene también se dedica al tráfico de órganos.

Sin embargo, Ovurie consiguió escapar de la mafia y publicar su historia, que dejó estupefacta a la blogosfera nigeriana. También dio lugar a una investigación [5] [en] de la Agencia Nacional para la Prohibición del Tráfico de Personas y Delitos Relacionados.

No obstante, la conmoción casi desapareció cuando empezaron a surgir dudas sobre la veracidad del artículo de Ovurie.

El crítico literario Ikhide R. Ikheloa [6] [en] destripó la investigación de Ovuorie en un artículo titulado «La historia de Tobore Ovuorie: ¿Realidad o Ficción? [7] [en]:

Ikhide R. Ikheloa (Image sourced from his Twitter profile - @ikhide - and used with his permission)

Ikhide R. Ikheloa (Imagen sacada de su perfil de Twitter – @ikhide – y usada con su permiso)

Tobore Ovuoire (cuyo twitter es @DaughterOfMit [2] [en]) es entusiasta, y nada más, según lo que evidencian sus vociferantes testimonios en su cuenta de Twitter. Si su historia es cierta, Ovuorie y sus promotores (Premium Times y The Zam Chronicle [8] [en]) se merecen el Pulitzer. Y sus patrocinadores merecen ser censurados por poner en peligro de manera imprudente a una periodista. Por lo que sé, Ovuorie camina por las calles de Nigeria sin protección después de hacer graves declaraciones contra intereses poderosos. Para mí es un misterio por qué asoció su nombre a la historia tan descaradamente. Si es cierto que hay una mafia, está siendo quijotesca e imprudente al máximo. Podrían hacerle mucho daño o matarla. En cuanto al patrocinador externo de la aventura, The Zam Chronicle en Amsterdam, parece muy extraño que una organización occidental se implique en una aventura tan arriesgada sin ningún tipo de preparación para minimizar los riesgos actuariales, las consecuencias financieras podrían ser enormes. ¿Y si la hubiesen asesinado? Su familia podría haber demandado a los patrocinadores.

Ikhide lanzó siete preguntas [7] [en]

1. ¿Por qué la policía nigeriana no ha dicho nada acerca de esta historia? Ovuorie parece conocer muchos detalles geográficos de los lugares adonde fue llevada y donde fue testigo de crímenes horribles. Conoce los nombres de personalidades importantes, incluso dio el nombre de un policía. ¿Premium Times se ha puesto en contacto con las autoridades nigerianas? …

2. Cuando presenció la decapiración de dos chicas secuestradas, ella tenía su teléfono (o eso parecía). ¿A quién envió un mensaje? ¿A quién llamó? Los expertos forenses pueden averiguar muchas cosas a partir de estas transcripciones.

3. ¿Hasta qué punto se dieron cuenta ella y sus promotores de que posiblemente era una misión imprudente y que necesitaba que la rescataran? ¿Discutieron sobre esto?

4. Me cuesta creer que no enviara a nadie ninguna de las fotos que tenía en su móvil. Simplemente parece improbable. ¿Alguien tiene fotos o algo más?

5. ¿Cómo de sofisticada es esta banda que permite a las chicas conservar sus móviles y supuestamente les permiten seguir hablando con el mundo exterior?…

6. Ovuorie parecía íntima de las dos chicas que fueron decapitadas, ¿tiene sus números de teléfono? ¿Pueden ser rastreados para sus familias? ¿Por qué la gente no dice nada acerca de esto?

7. El artículo habla de una «banda multimillonaria» pero la «banda» no parece muy organizada, una periodista camina por las calles preguntando por el jefe y de inmediato contacta con uno, se gana la confianza de la banda y junto con las otras «chicas secuestradas» tiene acceso a su teléfono e incluso a un cargador. Interesante, pero hablamos de Nigeria. Nada parece ajustarse a la realidad.

Ikhide recibió una sola respuesta del editor de Premium Times, Dapo Olorunyomi [9] [en]:

Para regocijo, me doy cuenta de la ambivalencia en su crítica mientras intentaba cuestionar la veracidad de la historia. Así es cómo usted lo expresa: ¿Cómo de sofisticada es esta banda que permite a las chicas conservar sus móviles y supuestamente les permiten seguir hablando con el mundo exterior? Existen tantos dispositivos de rastreo en un teléfono móvil, que se pregunta si y por qué el plan de juego de la periodista no incluía estas herramientas gratuitas.»

Vayamos al grano. La lógica de su pregunta se basa en la asunción de inverisimilitud de infiltrarse en una banda y seguir usando el teléfono. Entonces, según su lógica, si alguien consigue utilizar un teléfono dentro de una banda, entonces la historia automáticamente es falsa. ¿En serio? Lo siento, esto o no tiene sentido o es dudoso.

Este giro ha dividido a la blogosfera nigeriana entre los que apoyan la historia de Ovuorie y los influenciados por el escepticismo de Ikhide. «Onas» escribió en Facebook [10] [en]:

Si ella se infiltró en noviembre, ¿cuándo y dónde recibió tratamiento por el trauma por el que supuestamente pasó? ¿Cuándo fue dada de alta? ¿Durante cuánto tiempo estuvo allí? ¿A qué hospital fue? ¿Podemos ver los informes médicos? (Aunque sabemos que los informes médicos son privados y personales, pero la polémica que rodea la historia ha convertido el asunto en un tema de interés público). La Tobore que estuvo en la conferencia en diciembre era la vida de la conferencia. Estaba alegre, habladora y era el alma de todo lo que ocurría allí. Alguien que casi fue decapitada, se arriesgó peligrosamente en la frontera e ingresó en un hospital no sería la persona más habladora con el maquillaje más llamativo dentro de una clase sobre el tráfico humano. No mostró ninguna señal de angustia ni siquiera cuando en la clase se contaron las historias más desgarradoras de quienes han sido víctimas.

Otro bloguero, Semiu A. Akanmu [11] [en], pidió más explicaciones por parte de Premium Ties. Esta vez, el editor jefe Musiklu Mojeed respondió:

Afirmo categóricamente que la historia no es ficción. Estaba bien redactada por la periodista. Es cruel que Ikhide y otros lancen acusaciones contra una periodista que arriesgó su vida para contarnos una historia importante. Estoy de acuerdo en que la historia se podría haber hecho mejor, pero era una misión muy peligrosa. Le advertimos que no fuera demasiado lejos. Su seguridad era más importante para nosotros…

…Sabíamos lo que nuestra organización y la periodista sufrieron para contar esa historia. Así que, para cualquiera que declara, sin ningún tipo de prueba, que la historia es una invención es sencillamente cruel y molesto. Es injusto para nosotros y para la mujer que arriesgó su vida y su dignidad para relatarnos esta historia. Pero esta no es la primera vez que Ikhide ha organizado una campaña para desacreditar nuestro trabajo…

El bloguero nigeriano Akin presentó una serie de preguntas y situaciones [12] [en] que cuestionaban la autenticidad de la historia. Concluyó su artículo con esta afirmación [12] [en]:

Demasiado oportuno y tristemente conveniente.

Por último, es demasiado oportuno que las pruebas críticas que podrían aportar la auténtica verdad a esta historia se hayan perdido, como por qué ella no envió inmediatamente las fotos, conversaciones y mucho más que tenía en su teléfono. En el peor de los casos, debería haber existido un dead drop electrónico que recogiera todos los datos para su uso en la publicación.

Al final solo tenemos la palabra de Tobore y que las reputaciones amenazadas de Premium Times y el ZAM Chronicle a través de la ofuscación, la jactancia, la intimidación y los ataques ad hominem se acaben, los mensajes de texto y las entradas en Facebook apenas se pueden verificar. Es una auténtica lástima.

No puedes fiarte de esto.

Si Tobore estuvo expuesta a unos traficantes de humanos tan malvados y de comportamiento inadmisible con conexiones en las altas esferas nigerianas y en el extranjero, ella y sus superiores deben ser muy atrevidos, descuidados y totalmente irresponsables al desvelar su identidad, ya que día tras día estará en peligro de ser capturada o asesinada.

Lo siento, es hora de que Premium Times acabe con esta farsa, o que ambos lo hagan, o su reputación se vendrá abajo, si tenemos en cuenta que la periodista a la que apoyan ha sido parte del equipo apenas 6 meses, el nivel de ingenuidad demostrado por los periodistas experimentados de Premium Times es confuso hasta el punto del desconcierto.

No se puede prever el final de esta historia, sin embargo algo es cierto: el tráfico humano es un negocio vicioso en Nigeria, y ya es hora de que se le preste atención.