La amplia mayoría de electores ya han emitido sus votos [en] y los obstinados favoritos en la carrera presidencial no están de humor para considerar una derrota. El vencedor de las muy disputadas [en] elecciones presidenciales de Afganistán probablemente necesite una segunda vuelta para vencer y tal vez nunca escuche a sus oponentes dar discursos donde acepten su derrota: acá, el ganador se lo lleva todo.
Dos argumentos apoyan la noción de que el resultado de las elecciones del 5 de abril podrían no ser aceptadas ampliamente. En primer lugar, los candidatos [en] de estas elecciones presidenciales y vicepresidenciales han estado espeando mucho tiempo para tomar su lugar en el epicentro del sistema político afgano, donde Hamid Karzai y su familia han estado dominando la política de Kabul desde poco después de la invasión de Estados Unidos del país en 2001. En segundo lugar, las expectativas de grupos enteros de votación junto con líneas étnicas y de clan yacen en la victoria de candidatos específicos: cualquier nuevo presidente deberá moverse rápidamente para convencer a un electorado diverso de que puede ser el rostro de la nación.
Los candidatos estuvieron optimistas en la fase previa a las elecciones, lo que llevó a muchos a temer consecuencias después de la elecciones. El hombre fuerte de la etnia uzbeka, Abdul Rashid Dostum, candidato a primer vicepresidente de Ashraf Ghani, anunció audazmente [fa]:
En dos días, todo quedará claro, quién es el héroe nacional… [اینه دو روز بعد معلوم میشه گپ. که کیها شخصیت ملی استند…]
Presumiblemente, Dostum no se refería a Abdullah Abdullah, que creía haber sido injustamente derrotado en la votación de 2009 por el entonces presidente Hamid Karzai y ahora dice que «no tiene rival» y que entre él y la presidencia solamente está el fraude electoral. Al carismático exministro del Exterior muchos electores lo identifican como tayiko y es popular entre los grupos no pashtún.
Loftullah Najafizada, que encabeza el popular medio de comunicación TOLONewsTV, tuiteó el 2 de abril:
Abdullah Abdullah warns that he would not accept the results of the elections if it was fraudulent.
— Lotfullah Najafizada (@LNajafizada) April 2, 2014
Abdullah Abdullah advierte que no aceptará los resultados de las elecciones si fueran fraudulentos.
A lo que @Waheed36427179 respondió:
@LNajafizada @FazilRafi He already knows that he will not win that's why.
— Waheed (@Waheed36427179) April 2, 2014
Él ya sabe que no ganará, es por eso.
El comentario de @Waheed36427179 refleja la creencia de que Abdullah, a pesar de tener una buena opción de tener pluralidad no tendrá suficientes votos [en] para obtener una mayoría general en una primera ronda de votación, y que probablemente será derrotado por uno de los dos principales candidatos pastunes, Ashraf Ghani y Zalmai Rassoul en cualquier segunda vuelta.
A @yasa_reza le preocupó:
«I have no rival: my rival is election fraud!», this emphatic assertion by Abdullah draws my attention to possible post-election shocks.
— Ali Reza Yasa (@yasa_reza) April 4, 2014
«No tengo rival: ¡mi rival es el fraude electoral!», esta enfática afirmación de Abdullah llama mi atención a posibles choques luego de las elecciones.
La política electoral étnica [en] de Afganistán usualmente está impulsada por un sistema de ‘mecenazgo’, donde los líderes políticos (patrones) manifiestan representar los intereses de sus grupos étnicos y se dedican a asuntos tradicionales a esos grupos en sus campañas. En estas elecciones, boletas presidenciales triétnicas como pastún-uzbeka-hazara (Ghani-Dostum-Danish) han dado a los candidatos la capacidad de apelar a los electores más allá de su base habitual. Pero muchos observadores ven estas alianzas como cínicas y breves:
@vali_nasr Ashraf Ghani is Smart & Seasoned politician. That's why he chose Abdul Rashid Dostum for junior role. No chance of coup unless ..
— IndoPacificInstitute (@IPacInstitute) April 5, 2014
Ashraf Ghani es un político inteligente y experimentado. Es por eso que eligió a Abdul Rashid Dostum para un rol menor. No hay posibiidad de golpe a menos que…
Sin embargo, los tayikos no están seguros de si la victoria de Abdullah Abdullah será algo bueno para ellos. A pesar de ser el favorito entre varios grupos étnicos más pequeños del país, no obstante su victoria podría arriesgar una respuesta negativa de los populosos y políticamente privilegiados pastunes. Una victoria de Zalmai Rassoul podría ser el resultado más atractivo para los tayikos que votan entre líneas étnicas, pues el compañero de postulación de Rassoul es Ahmad Zia Massoud, de etnia tayika y hermano del fallecido Ahmad Shah Massoud, el «León del Panjshir», que ganó condición legendaria como líder de guerrilla durante la invasión soviética del país [en] hace más de tres décadas.
La opinión de los vecinos
Los afganos no son los únicos interesados en el resultado de las elecciones, por supuesto. Pakistán ha enfrentado desde hace tiempo acusaciones de su vecino de gran interferencia política. En un artículo del blog Pashtun Women Viewpoint [en], N. Yousufzai-Mona Naseer escribe [en]:
Dadas las tenues relaciones paquistaní-afganas y la interferencia paquistaní en Afganistán, ningún candidato presidencial que estime el ánimo de los afganos pondría el riesgo el apoyo de los electores mostrando un lado suave hacia Pakistán en su campaña, independientemente de cómo se llevarían con Pakistán después de ser elegido presidente.
Los discursos duros de los candidatos contra Pakistán hacen que sea más difícil para el sistema paquistaní también respaldar al candidato idóneo en las elecciones. La disputada frontera de la Línea Durand entre los dos países sigue siendo tema de primordial importancia para Pakistán al concebir cualquier tipo de relaciones bilaterales.
Pero a pesar de una prolongada rivalidad política, muchos paquistaníes comunes y corrientes han mostrado su apoyo al elector afgano en Twitter:
Salute to brave Afghans who came out in large numbers for a democratic #Afghanistan defying the threats by #Pakistan‘s strategic depth.
— Ali Salman Alvi (@alisalmanalvi) April 5, 2014
Saludos a los valientes afganos que han salido en grandes números por un Afganistán democrático, desafiando las amenazas de profundidad estratégica de Pakistán.
Por su parte, en el blog Over at the Bug Pit, Joshua Kucera informa que los miembros de la Organización de Cooperación Shanghai (particularmente Rusia y Uzbekistán) están generando voces positivas sobre la creación de los «estados parachoques» en el Norte de Afganistán, para proteger una extensa región de Asia Central de la inestabilidad en el país. Esto podría convenirle a Dostum si su compañero de postulación Ghani se desploma en el voto popular -el bastión del caudillo agricultor era la ciudad norteña de Mazar-e Sharif, y como Global Voices informó en 2012, ya antes ha hablado en favor de un Afganistán más descentralizado.
Pero al final, el resultado del voto se decidirá en Afganistán, no en Pakistán, Rusia ni Uzbekistán. Aunque se proyectaba que todos los votos se emitieran antes de medianoche, la alta concurrencia obligó a los funcionarios electorales a permitir que los electores siguieran emitiendo su voto después del cierre oficial de los centros de votación a las 4 p.m.