La hermandad literaria apenas comienza a ajustarse a la idea vivir sin el «Gabo» – el inimitable autor colombiano, amado por todo el mundo – Gabriel García Márquez, quien falleció el jueves pasado en la Ciudad de México.

Galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 1982 [en], García Márquez dejó una profunda impresión en sus lectores y aspirantes a escritores por igual, con novelas como Cien años de soledad y El amor en los tiempos del cólera. Desde que su muerte fue anunciada [en], muchos cibernautas caribeños han expresado su dolor en Facebook, muentras que otros – principalmente los que tienen lazos con Cuba – se han dirigido a la blogósfera para discutir la muerte de García Márquez.

El Havana Times publicó un artículo a fondo sobre la vida del autor, incluyendo su controversial [en] amistad con Fidel Castro:

La muerte de García Márquez, el padre del “realismo mágico” deja un enorme vacío en la literatura universal. “Gabo” era uno de últimos grandes sobrevivientes del “boom” latinoamericano de los años 1960 y 1970.

García Márquez nació el 6 de marzo de 1927 en Aracataca, un municipio del norteño departamento colombiano del Magdalena. Sus vivencias de niñez en esta localidad bananera fueron inspiración de su obra. Le sobreviven su esposa de toda la vida, Mercedes Barcha […] y sus hijos.

Gabo, como también se le llamaba, fue periodista, guionista de cine, cuentista y novelista, simpatizante del socialismo y gran amigo del líder revolucionario cubano Fidel Castro.

Su relación con el líder cubano le valió críticas en el mundo literario y político.

En un artículo posterior [en], el blog se enfocó en el papel del autor en la historia de los cinco cubanos. El blog de la diáspora cubana Babalu fue despiadado [en] en su crítica a la alianza Gabo-Castro:

El novelista colombiano […] criticó severamente a dictadores latinoamericanos constantemente, especialmente a los que gobernaban mediante juntas militares, y aun así elogió al tirano que elevó la opresión y el arte de la dictadura militar a nuevas alturas.

El difunto Gabriel García Márquez, imagen por Ver en vivo en Directo, usado bajo licencia CC.

En Capitol Hill Cubans [en] fueron más moderados, alabando el talento del escritor y sus logros pero haciendo eco al mismo argumento al tratarse de política:

El premio Nobel Gabriel García Márquez, de 87 años de edad, murió la noche de ayer en su casa en Ciudad de México.

Conocido como ‘El Gabo’, fue uno de los novelistas latinoamericanos más populares y talentosos de nuestros tiempos. Sus escritos incluyen […] Crónica de una muerte anunciada y El otoño del patriarca, ambos con fuertes tonos políticos y punzantes críticas a los dictadores latinoamericanos.

Desafortunadamente, las criticas del Gabo perdonaban a dictadores de izquierda.

Su amistad íntima con el dictador con más años de servicio, el más mortal y único dictador totalitario en Latinoamérica, el cubano Fidel Castro, fue legendaria.

A través de su vida, las condenaciones del Gabo hacia los dictadores siempre se detenían cerca de la Habana, donde se le dio un hogar con todos los privilegios y lujos que se le niegan a los cubanos ordinarios.

Su doble estándar se volvió emblemático. Se practica todavía estos días por algunos líderes latinoamericanos, incluyendo a la Presidente de Brasil Dilma Rousseff, la Presidente de Chile Michelle Bachelet y el Presidente de Uruguay Jose Mujica — todos los cuales fueron alguna vez víctimas de dictaduras militares y despreciaron a aquellos que consentían a sus represores.

Sin embargo, inconcebiblemente, estos líderes latinoamericanos ahora consienten a la única dictadura militar restante de las Américas.

Adiós Gabo.

Qué tu legado literario viva para siempre.

Pero que cierre un desafortunado capítulo en los dobles estándares ideológicos en latinoamérica.

Blogueando desde Trinidad y Tobago, Kris Rampersad [en] habló sobre el legado literario de García Márquez:

Gabriel García Márquez nos influenció de más formas de las que pensamos. Su género literario del realismo mágico se volvió un medio para los escritores y artistas del mundo post-colonial tratando de aferrarse y de articular la experiencia de volverse libres en este nuevo mundo […] tratando de capturar la magia del momento llenos de esperanza y deseando ser arquitectos de nuestro propio destino, mas luchando contra la realidad del fracaso potencial por las debilidades heredadas de la mentalidad colonial y la fragilidad de los humanos, especialmente al encarar un poder nuevo; el fracaso del sueño de independencia que abarcaba la corrupción del sueño americano así como el mortinato de nuestro sueño de ser las sociedades post-coloniales ideales.

Incluso puso al revés la discusión de las ideas políticas del autor, diciendo:

Si tan solo el mundo de la política leyera más, probablemente hubieran trabajado para formar un mundo mejor dirigido por conciencias como la de [García] Márquez. QEDP.