El yipni o «jeep bus» es el indiscutible ‘Rey de la Carretera’ en el último medio siglo en Filipinas. Pero además de ser el medio de transporte público más popular, el yipni se ha convertido en todo un símbolo del espíritu filipino.
Indirectamente, el yipni es un legado norteamericano. Tras la Segunda Guerra Mundial, los americanos abandonaron los jeeps militares y fueron restaurados [en] como vehículos de transporte público [en] por los filipinos.
Cuando las tropas estadounidenses comenzaron a abandonar Filipinas al final de la Segunda Guerra Mundial, se vendieron o entregaron cientos de jeeps a los filipinos locales. Los lugareños simplificaron los jeeps para acomodar a varios pasajeros, añadieron techos metalizados, y decoraron los vehículos con colores llamativos y adornos brillantes de cromado en el capó.
Los filipinos también pintaron [en] y adornaron el yipni con varios diseños:
Los filipinos también empezaron a añadir adornos coloridos y brillantes, y a usar la carrocería metálica del coche como lienzo para imágenes pintadas o retocadas de un significado personal, o como anuncios. El yipni se convirtió en parte de la cultura filipina y en un medio de transporte barato para la clase obrera del país.
Un adorno popular situado en el capó del yipni es el símbolo del caballo [en]:
Molduras de hierro dorado, intrincadas obras de arte de pinturas que representan un paisaje rural, solapas, borlas, y a veces, oropeles brillantes abundantemente distribuidos en el interior y en el exterior. Y finalmente, el símbolo de hierro forjado de un caballo tirando de un carruaje y un caballo de acabado cromado, adornando la parte superior del capó, y un recordatorio de un pasado glorioso que representa el caballo tirando de un carruaje.
En otras islas, los camiones japoneses de serie Elf [en] fueron restaurados y acondicionados [en] como yipnis:
En Cebú, los fabricantes populares de yipnis son Chariot y RDAK, conocidos por sus yipnis «chatos» hechos de excedentes de minivans Suzuki y camiones Isuzu Elf, que ya no se utilizan en Japón. Estos están equipados con sistemas de sonido de alta potencia, temas de carreras, y son más grandes y más altos que los de Manila.
Este video [en] es una introducción de cómo viajar en un yipni:
No existe gran empresa, pública o privada, que posea y gestione las operaciones de los yipnis en el país. Esto significa que los conductores de los yipnis compiten [en] a menudo por captar pasajeros en las calles:
En Filipinas, los jeeps compiten entre sí por la misma ruta. La competencia por los clientes es intensa, y miles de jeeps se ganan la vida reuniendo a tantos clientes como sea posible. Así de ansiosos están los jeeps por conseguir clientela que te recogerían en cualquier parte siempre que estés a la vista de ellos. Y esto no sólo en detrimento de las personas en coches particulares, sino para beneficio del público que usa los yipnis.
Para Manila Concierge Online, los yipnis representan una lucha [en] entre la tradición y el desarrollo:
Representan una batalla entre lo tradicional y el progreso, y hasta ahora lo tradicional sigue ganando. Por mucho encanto e historia que tengan y sean parte de la cultura, podría decirse también que de cualquier forma posible son completamente inadmisibles como un vehículo de transporte público moderno.
Sin embargo, el autor señaló que las medidas en la distribución de los asientos del yipni podrían desembocar fácilmente en conversaciones amistosas:
Aunque muchas personas se mantienen calladas en el yipni, he tenido muchos intercambios amistosos en estos locos camiones colectivos. La naturaleza de la distribución de los asientos significa que están sentados uno frente a otro y a menudo sonrío cuando se establece un contacto visual. La estrecha interacción humana es inevitable, lo que forma parte del encanto del yipni; una pequeña compensación por la ligera incomodidad de estar en uno abarrotado.
En los últimos años, el Gobierno se ha vuelto más agresivo en la regulación de los yipnis para reducir el tráfico y la contaminación. Algunas ciudades incluso cuentan con yipnis eléctricos. La última innovación que podría llegar a ser la norma en un futuro cercano sería la instalación de wifi gratuito [en] y un circuito de cámaras de TV dentro del yipni.
A continuación una foto de Twitter de un yipni abarrotado y sobrecargado en la parte superior:
Jeepney here in province be likepic.twitter.com/xSThHDuxP7
— Alyssa Abordo (@HeyMaggiee_) April 13, 2014
El yipni aquí en la provincia es como… :(
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