- Global Voices en Español - https://es.globalvoices.org -

A 50 años de la dictadura en Brasil: las manos y ojos franceses en la tortura brasileña

Categorías: Europa Occidental, Latinoamérica, Brasil, Francia, Derechos humanos, Guerra y conflicto, Historia, Política, Relaciones internacionales

Este artículo, escrito por Anne Vigna, se publicó originalmente en la web brasileña a Pública [1] [pt], el 1 de abril de 2014, y se republica bajo un acuerdo para compartir contenidos.

Lea la primera parte: A 50 años de la dictadura en Brasil: un torturador francés en Sudamérica [2].

Después de estrechar relaciones a través de la formación de militares [2], Brasil y Francia comenzaron a trabajar en estrecha colaboración. Según documentos de los Archivos del Quai d’Orsay (Ministerio de Asuntos Exteriores francés), los oficiales relacionados con el ex-primer ministro Georges Pompidou, se comunicaban con los militares brasileños desde 1968. El objetivo principal era monitorear a los exiliados en París y en Argelia, destino elegido por muchos, inclusive por el procesado gobernador de Pernambuco, Miguel Arraes [3] [en].

Prisão do governador de Pernambuco, Miguel Arraes, um dos dez mil brasileiros exilados na França. Foto: Blog Gilberto Lima

Encarcelamiento del Gobernador de Pernambuco, Miguel Arraes, uno de los diez mil brasileños exiliados en Francia. Foto: Blog Gilberto Lima [4]

En noviembre 1969, con la aparición del FBI- Frente brasileño de informaciones en París, formado por exiliados [5][pt] que denunciaban los crímenes de la dictadura brasileña, el intercambio de servicios se transforma en imprescindible. En el libro «El exilio brasileño en Francia», la historiadora francesa Maud Chirio, estima en 10 mil el número de exiliados brasileños en Francia durante la dictadura y señala: “la DST (división de servicios secretos en el interior) ocupó un rol central en el monitoreo de los brasileños en el exilio”.

Piezas francesas en el ajedrez brasileño

Los hombres que ocuparon cargos de agregados militares franceses en Brasil entre 1969 y 1975 – Yves Boulnois, Jean-Louis Guillot y el mismo Aussaresses – eran especialistas de renombre en la guerra anti-subversiva y ya habían impartido cursos para militares sudamericanos en Argentina (Boulnois), en Francia (Guillot) y en los EE. UU. (Aussaresses). En el país participaron en reuniones del Estado Mayor brasileño, acompañaron e informaron sobre los aspectos militares de la lucha anti-guerrilla y al menos opinaron sobre la estructura y operaciones de represión junto a autoridades brasileñas, como concluyó Rodrigo Nabuco después de analizar mas de 2 mil documentos en los archivos franceses del Ministerio de Defensa y de Relaciones Exteriores.

A documentação acessível nos arquivos franceses não permite levantar hipóteses sobre o papel de conselheiro exercido pelos adidos militares durante os anos de chumbo. Por enquanto, não podemos deixar de sublinhar a semelhança chocante entre a contra-guerrilha em São Paulo e Alger. Por outro lado, os documentos comprovam o aumento significativo da cooperação militar entre os anos 1969-1975. Além disso, à medida que o modelo da batalha de Alger se estende pelo país, o Estado Maior do Exército Brasileiro apela aos conselheiros franceses para formar os novos quadros do dispositivo de defesa interior, o Destacamento de Operações e Informações (DOI).

La documentación accesible en los archivos franceses no permite hacer hipótesis sobre el rol de consejero ejercido por los agregados militares durante los años de plomo. Por ahora tenemos que destacar la gran semejanza entre la contra guerrilla en Sao Paulo y Alger. Por otro lado, los documentos comprueban el aumento significativo de la cooperación militar entre los años 1966 y 1975. Por otra parte, como el modelo de la batalla de Alger se extiende por el país, el Estado mayor del  Ejército brasileño hace un llamado a los asesores franceses para formar nuevos cuadros del dispositivo de defensa interior y Destacamento de Operaciones e Informaciones (DOI).

Operación Bandeirantes: la doctrina francesa en la práctica

En junio 1970, ya con la Operaçión Bandeirantes [6] [pt] (Oban) en funciones en Sao Paulo, inaugurando los llamados DOI-Codi [7] [en] en todo el país, “la preparación de todas las unidades del ejército en la lucha contra la suversión está bastante avanzada y dando buenos resultados”. El agregado francés, Yves Boulnois, se aproxima aún más de los militares del Centro de Operaciones de Defensa Interna (Codi) de Rio de Janeiro luego de una supuesta amenaza de secuestro, por parte del ALN [8] (Acción Libertadora Nacional) del embajador francés. A esa altura, la guerrilla urbana ya había secuestrado a los embajadores de los Estados Unidos de Norte América [9] [pt] y de Alemania [10][pt], intercambiados por prisioneros; en diciembre sería el turno del embajador suizo.

gv_publica4

Sede del DOI-Codi, uno de los centros de tortura de la dictadura militar, en São Paulo. Foto: Clandestino Edgard [11]

Al igual que en Argel, la recopilación de información y las acciones de Oban, que se repiten en el  DOI-Codi, “se hacen de manera clandestina”, a través de redadas nocturnas, desapariciones, operaciones de vigilancia, torturas en centros de tortura clandestinos. Por otra parte, como destacó el historiador Rodrigo Nabuco, “la Operación Bandeirantes es la primera experiencia de estructura de recolección de información y de acciones de comando concebida según la doctrina francesa”.

Hay otras semejanzas aterradoras. En su primer libro [12] [fr], Aussaresses confiesa que dos héroes nacionales de Argelia – Mohamed Larbi Ben M’hidi [13] y Ali Boumendjel [14][en] – fueron torturados y ejecutados, aunque el comando francés ha informado de sus muertes como suicidios. El primero de ellos por ahorcamiento, de forma similar a la utilizada por el DOI-Codi de Sao Paulo, en 1975, para encubrir el asesinato del periodista Vladimir Herzog [15]; el segundo lanzado por una ventana. Según la Comisión Nacional de la Verdad [16] [pt], en Brasil hubo por lo menos 44 casos de “suicidios” para encubrir ejecuciones y muertes bajo tortura durante la dictadura militar.

En el documental “Escuadrones de la muerte: la escuela francesa [17]”, varios militares argentinos y chilenos cuentan que los franceses les enseñaron los mismos métodos. Entre los entrevistados está Manuel Contreras [18], jefe de la abominable DINA [19] (Dirección de Inteligencia Nacional), la policía militar de Pinochet. Lamentando no haber conocido a Aussaresses personalmente, Contreras dice que “el entrenó muchos chilenos en Brasil”. “Yo le enviaba gente cada dos meses para la escuela de Manaus”, afirma.

Rodrigo Nabuco recuerda:

Essa escola vai se converter no epicentro do ensino da luta contra a subversão para as forças especiais na América Latina (…). Aussaresses disse publicamente que deu seus cursos ali mas é muito provável que Boulnois e Guillot tenham feito o mesmo. Boulnois escreveu vários manuais sobre a guerra revolucionária e antes de chegar ao Brasil, quando era adido em Buenos Aires, foi professor na Escola de Guerra da Argentina. Guillot ensinava na IHEDN (Instituto de Altos Estudos de Defesa Nacional), uma das maiores escolas de guerra francesa.

Esta escuela se convertirá en el epicentro de la enseñanza de la lucha contra la subversión de las fuerzas especiales en América Latina (…). Aussaresses dijo públicamente que dio cursos allí pero es muy probable que Boulnois y Guillot hayan hecho lo mismo. Boulnois escribió varios manuales sobre la guerra revolucionaria y antes de llegar a Brasil, cuando era agregado en Buenos Aires fue profesor en la Escuela de Guerra de Argentina. Guillot enseñaba en el IHEDN (Instituto de Altos Estudios de Defensa Nacional) una de las mayores escuelas de guerra francesa.

Para quien ya estaba acostumbrado con el rol de la macabra cooperación militar entre países, el plan de una escuela de terror en toda la América del Sur era el paso natural.

Entonces llegaron los días de la Operación Cóndor.

Lea la tercera parte: A 50 años de la dictadura en Brasil: los informes oficiales del torturador francés Paul Aussaresses [20].