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Celebración de dos acontecimientos referidos a la abolición de la esclavitud en Haití y Francia

Categorías: Caribe, Europa Occidental, Francia, Haití, República Dominicana, Guerra y conflicto, Historia, Medios ciudadanos, Política, Pueblos indígenas, Relaciones internacionales

[Todos los enlaces llevan a páginas en francés, a menos que se indique otra cosa.]

En Francia, luego de la ley Taubira votada en 2001 [1], se celebra el día nacional de las memorias de la trata de esclavos y su abolición, cada 10 de mayo desde 2006. Este año, la conmemoración se hizo en torno a dos acontecimientos. El primero fue la primera abolición de la esclavitud [2] en 1794. El segundo celebró los 210 años del levantamiento de los esclavos en Santo Domingo.

La primera abolición de la esclavitud se llevó a cabo en el curso de los debates de la sesión del 4 de febrero de 1794 de la Convención en donde participaron [3] tres representantes de Haití, al término de un viaje complicado:

L'île de Saint-Domingue envoie à Paris, à la Convention, un député blanc, Louis-Pierre Dufay, [4] un mulâtre libre, Jean-Baptiste Mills [4] et un ancien esclave noir, Jean-Baptiste Belley [5]. Les trois députés se présentent à la Convention le 15 pluviôse an II (3 février 1794) au terme d'un long parcours semé d'embûches : embarqués pour Philadelphie, ils sont pris à bord à New York à bord d'un navire qui les amène à Lorient. Mais ils sont écroués sous l'instigation de colons et inculpés d'intelligence avec les Girondins. Libérés ils sont admis à siéger à la Convention le 3 février 1793. Représentant aux yeux de l'assemblée l'association de trois couleurs, le blanc, le rouge et le noir, ils reçoivent l'accolade du Président, Vadier [6].

La isla de Santo Domingo envió a París, a la Convención, un diputado blanco, Louis-Pierre Dufay, [4] un mulato libre, Jean-Baptiste Mills [4] y un viejo esclavo negro, Jean-Baptiste Belley [5]. Los tres diputados se presentaron en la Convención el 15 pluvioso del año II (3 de febrero de 1794) al término de un recorrido sembrado de dificultades: se embarcaron para Filadelfia, llegaron a Nueva York a bordo de una embarcación que los llevó a Lorient. Pero fueron encarcelados por instigación de los colonos y acusados de espionaje con los girondinos. Una vez liberados, se les permitió asistir a la Convención el 3 de febrero de 1793. A los ojos de la asamblea, representaban la asociación de tres colores: blanco, rojo y negro y recibieron el apoyo del presidente, Vadier [6].

Luego de escuchar a estos representantes describir las condiciones infrahumanas de vida de los negros, el diputado Jean-François de Lacroix, [7] representante de Eure y Loir recononció [3] que:

En travaillant à la constitution du peuple français nous n'avons pas porté nos regards sur les malheureux hommes de couleur. La postérité aura un grand reproche à nous faire de ce côté ; mais nous devons réparer ce tort. Inutilement avons-nous décrété que nul droit féodal ne serait perçu dans la république française. Vous venez d'entendre un de nos collègues dire qu'il y a encore des esclaves dans nos colonies. Il est temps de nous élever à la hauteur des principes de la liberté et de l'égalité. On aurait beau dire que nous ne reconnaissons pas d'esclaves en France, n'est-il pas vrai que les hommes de couleur sont esclaves dans nos colonies ? Proclamons la liberté des hommes de couleur. En faisant cet acte de justice, vous donnez un grand exemple aux hommes de couleur esclaves dans les colonies anglaises et espagnoles. Les hommes de couleur ont, comme nous, voulu briser leurs fers ; nous avons brisé les nôtres ; nous n'avons voulu nous soumettre au joug d'aucun maître ; accordons-leur le même bienfait.

Al trabajar por la Constitución del pueblo francés, no observamos a los desafortunados hombres de color. La posteridad nos hará un gran reproche por ese lado; pero debemos enmendar ese error. Inútilmente hemos decretado que no se percibirá ningún derecho feudal en la república francesa. Acaban de escuchar a un colega nuestro decir que todavía hay esclavos en nuestras colonias. Es momento de elevarnos a la altura de los principios de la libertad y la igualdad. Por más que digamos que no reconocemos los esclavos en Francia, ¿no es cierto que los hombres de color son esclavos en nuestras colonias? Proclamamos la libertad de los hombres de color. Con este acto de justicia, dan un gran ejemplo a los hombres de color esclavos en las colonias inglesas y españolas. Los hombres de color, como nosotros, han querido romper sus cadenas; nosotros hemos roto las nuestras; no hemos querido someternos al yugo de ningún amo; concedámosles el mismo beneficio.

La abolición adquirida jurídicamente se aplicó parcialmente y causó una sucesión de conflictos entre los que se haría legendario Toussaint Louverture [8] [es]. Bajo la presión de los colonos, Napoleón restableció la esclavitud en 1802. Hubo que esperar al 27 de abril de 1848 para su abolición definitiva.

La esclavitud quedó prohibida en el reino de Francia, por el Edicto del 3 de julio de 1315 de Luis X el Obstinado, y conoció buenos tiempos para los colonos franceses hasta 1848. Fuente Wikipedia – dominio público.

El segundo acontecimiento rinde homenaje a Haití [9] [es], que celebra 210 años del levantamiento de esclavos de Santo Domingo que terminó con la independencia del segundo estado americano, después de Estados Unidos. Sin embargo, contrariamente a la práctica, tras haber sufrido por la esclavitud y el colonialismo de 1492 a 1803, Haiti debió pagarle un tributo a Francia para ser reconocido como estado independiente. El sitio algerie-focus.com [10]recuerda:

Il est indispensable de revenir sur la lutte d’émancipation menée par le peuple haïtien, car en représailles à cette double révolution, à la fois anti-esclavagiste et anti-coloniale, le pays a hérité de « la rançon française de l’Indépendance » correspondant à 150 millions de francs or (soit le budget annuel de la France de l’époque). En 1825, la France décide que « Les habitants actuels de la partie française de Saint-Domingue verseront à la caisse fédérale des dépôts et consignations de France, en cinq termes égaux, d’année en année, le premier échéant au 31 décembre 1825, la somme de cent cinquante millions de francs, destinée à dédommager les anciens colons qui réclameront une indemnité. » 
Cela équivaut à environ 21 milliards de dollars d’aujourd’hui. Dès le départ, Haïti doit payer le prix fort, la dette sera l’instrument néo-colonial pour entretenir l’accès aux multiples ressources naturelles de ce pays.

Es indispensable volver a hablar de la emancipación llevada a cabo por el pueblo haitiano, pues en represalia por esa doble revolución, a la vez antiesclavista y anticolonial, el país heredó «el rescate francés de la Independencia», que correspondió a 150 millones de francos oro (es decir, el presupuesto anual de Francia de la época). En 1825, Francia decidió que «los habitantes actuales de la parte francesa de Santo Domingo pagarán a la caja federal de depósitos y consignaciones de Francia, en cinco cuotas iguales, de año en año, con el primer vencimiento el 31 de diciembre de 1825, la suma de ciento cincuenta millones de francos, destinados a indemnizar a los antiguos colonos que reclaman un indemnización». Eso equivale a cerca de 21 mil millones de dólares de hoy. Desde el inicio, Haití debió pagar un alto precio, la deuda sería el instrumento neocolonial para mantener el acceso a los múltiples recursos naturales de ese país.

Ese rescate debía servir de compensación por los bienes perdidos por los colonos tras la independencia del país. Un cálculo ventajoso de esos bienes para los colonos, si se cree en el discurso pronunciado en la sesión del 4 de febrero de 1794, por M. Louis-Pierre Dufay [11], el diputado blanco de Santo Domingo, que también habló de los colonos [12] que Haití debió reembolsar durante tantos años, según el sitio web assemblee-nationale.fr:

Galbaud a voulu servir l'orgueil des blancs, propriétaires comme lui, la plupart perdus de dettes avec l'air de l'opulence, ou dont les engagements égalaient les capitaux. Il a rallié à son parti tous ces fastueux indigents qui, trop connus des commerçants de France, et ne pouvant plus abuser de leur crédulité, voulaient depuis si longtemps amener leur indépendance de la France, ou au moins être indépendants de leurs créanciers.

Galbaud quiso servir al orgullo de los blancos, propietarios como él, en gran parte llenos de deudas con aire de opulencia, cuyos compromisos igualaban al capital. Afilió a su partido a todos esos fastuosos indigentes que, demasiado conocidos por los comerciantes de Francia y sin poder abusar más de su credulidad, querían después de mucho tiempo llevar su independencia de Francia, o por lo menos ser independientes de sus acreedores.

Toussaint Louverture [13]

Toussaint Louverture, originalmente Toussaint Breda, jefe de la Revolución haïtiana (1791-1802), una de las grandas figures de los moviminetos anticolonialista, abolicionista y de emancipación de los negros. Fuente: wikipedia.org [13] 

Haití, alguna vez llamada la «Perla de las Antillas», encontró enormes dificultades para pagar esa suma. En un artículo publicado en el sitio web del Comité por la anulación de la deuda del Tercer Mundo, hace algunos años, podemos leer [14]:

En 1804, ils ont hérité d’une terre dévastée par les plantations de canne à sucre et d’un pays ravagé par une guerre féroce. Et ils ont hérité de «la dette française». La France a fait payer chère l’humiliation infligée à Napoléon Bonaparte. A peine née, Haïti a dû s’engager à payer une indemnisation gigantesque, pour les dommages faits en se libérant. Cette expiation du péché de la liberté lui a coûté 150 millions de francs or. Le nouveau pays est né étranglé par cette corde attachée au cou : une fortune qui équivaudrait actuellement à 21.700 millions de dollars ou à 44 budgets totaux de Haïti de nos jours.

En 1804, heredaron una tierra devastada por las plantaciones de caña de azúcar y país devastado por una guerra feroz. Y heredaron la «deuda francesa». Francia hizo pagar cara la humillación infligida a Napoleón Bonaparte. Apenas nació, Haití debió comprometerse a pagar una indemnización gigantesca, por los daños producidos en su liberación. Esta expiación del pecado de la libertad le costó 150 millones de francos oro. El nuevo país nació estrangulado por esa cuerda ajustada a su cuello: una fortuna que actualmente equivaldría a 21,700 millones de dólares o 44 presupuestos totales de Haití de nuestros días.

Se enviaron peticiones a los presidentes Jacques Chirac y Nicolas Sarkozy, para pedir la devolución de ese rescate, cuyo pago supuso una pesada hipoteca para el desarrollo de Haití. En una de esas peticiones, de 2010, con ocasión de la visita del presidente francés Nicolas Sarkozy, luego del terremoto que devastó Puerto Príncipe y sus alrededores, que se publicó en indigenes-republique.fr, se puede leer [15]:

Aujourd’hui, plutôt que de miser sur les hypothétiques investissements de capitaux étrangers ou sur les prêts du FMI ou de la Banque Mondiale et sur la raison mercantile capables de redynamiser l’économie haïtienne et de favoriser la reconstruction du pays, il nous semble nécessaire d’exiger de la France qu’elle rembourse à Haïti la rançon équivalent à 21 milliards (estimation en USD, 2004) qu’elle a reçue de 1825 à 1946.

Hoy día, antes que contar las hipotéticas inversiones de capitales extranjeros o sobre los préstamos del FMI o el Banco Mundial y sobre la razón mercantil capaces de redinamizar la economía haitiana y de favorecer la reconstrucción del país, nos parece necesario exigir de Francia que reembolse a Haití el rescate equivalente a 21 mil millones (estimados en dólares en 2004) que recibió entre 1825 y 1946.

Desafortunadamente, hasta este momento, Francia se ha opuesto a esta solicitud.