Desde muy joven le picaban los pies, las uñas, etc. se dedicó a trabajos y oficios conocidos como hacerse muy amigo de lo que no era suyo, pero era a su vez muy astuto, inteligente y sumamente agresivo, pero con principios muy definidos hacia el pudor y el respeto a los niños y a la mujer y nuestros padres. No permitía jamás ver abusos de ningún tipo, a pesar de que le brotaba por los poros la viveza y ganar a lo que de lugar y como sea, pero sin atropellar sus principios.
En el blog Manofalsa comparten [1] algunas de las narraciones producidas por «los internos del Penal Carquín en Huacho (Perú) durante el Taller de Sensibilización a la lectoescritura creativa» realizado el pasado mes de abril. La narración citada se titula Mosca [2].