1. Desde 1932 ha habido 19 o 20 golpes de Estado en Tailandia. El actual derrocamiento dirigido por el general Prayuth Chan-ocha es el duodécimo golpe exitoso – el último ocurrió en el 2006. Al comienzo, el ejército estableció el Consejo Nacional para el Mantenimiento de la Paz y el Orden con el fin de administrar el gobierno, renombrándolo más tarde como Consejo Nacional para la Paz y el Orden.
2. El ejército declaró ley marcial el 20 de mayo de 2014, dos días después del golpe. Se suspendió la Constitución de 2007 a excepción de algunas disposiciones referentes a la monarquía. Cabe notar que fue el propio ejército quien redactó la Constitución de 2007.
The Thai military has scrapped the very 2007 constitution it has drafted itself, apparently did not get desired results! #ThaiCoup #Thailand
— Saksith Saiyasombut (@Saksith) May 22, 2014
Los militares tailandeses han desechado la Constitución que ellos mismos redactaron el 2007, ¡tal parece que no consiguió los resultados esperados!
3. La decisión de mantener las disposiciones constitucionales sobre la monarquía refleja la importancia y la popularidad de la institución real. De hecho, el rey Bhumibol Adulyadej ha tenido el reinado más longevo del mundo y es la figura política más estimada de Tailandia. Ningún político se atrevería a socavar la imagen del rey. Tailandia también tiene en vigor una estricta ley en contra de la lesa majestad (agravio a la realeza), y en los últimos años, muchos ciudadanos han sido encarcelados por insultar al rey a través de mensajes de texto [en] o en comentarios en páginas web.
4. El ejército ha ordenado la detención de más de 150 figuras políticas. Una de ellas es Yingluck Shinawatra, exPrimera Ministra y hermana menor del controvertido líder Thaksin Shinawatra. Thaksin, una de las personas más ricas de Tailandia, fue destituido como primer ministro en el golpe de Estado del 2006. Ha estado viviendo en el exilio desde 2008 para eludir el encarcelamiento por un caso de corrupción. Sin embargo, su popularidad se mantiene intacta entre los votantes rurales y su partido siempre ha ganado las elecciones. En el 2013, un proyecto de amnistía habría permitido el retorno de Thaksin al país, pero la propuesta generó una oposición a nivel nacional y miles de personas marcharon para pedir la renuncia del gobierno de Yingluck.
5. Hoy se exige poner fin al golpe y realizar elecciones de inmediato, pero una cosa es decirlo y otra, hacerlo. Tailandia fue a las urnas en febrero de 2014, pero los comicios fueron boicoteados por la oposición y no lograron acabar con la crisis política. De cara al golpe de Estado, se ha propuesto realizar una nueva elección en julio o agosto. La oposición piensa que el proceso electoral está corrompido con dineros de Thaksin. Están dispuestos a volver a participar en las elecciones a condición de que primero se instituyan reformas políticas y de que se aminore la influencia de Thaksin.
6. Los opositores del Partido Demócrata, que en dos décadas jamás han ganado una elección, han organizado y apoyado las protestas callejeras desde noviembre de 2013 con el propósito de destituir al gobierno de Yingluck.
El principal grupo detrás de las provocadoras protestas es el Comité Popular de Reforma Democrática (CPRD), presidido por Suthep Thaugsuban, ex Viceprimer Ministro. Los manifestantes, principalmente de Bangkok, la capital del país, exigían la designación de un Consejo Popular no electo que reemplazase al gobierno de Yingluck. Muchos de los miembros del CPRD son manifestantes Camisas Amarillas que se habían tomado el aeropuerto de Tailandia en 2008.
Otro grupo de manifestantes recibe el nombre de Camisas Rojas, grupo que en 2010 [en] llevó a cabo protestas callejeras durante el gobierno del Partido Demócrata. No son de tendencia izquierdista, solo buscan diferenciarse de los Camisas Amarillas. Muchos de ellos son fieles partidarios de Thaksin.
Cuando el ejército declaró golpe de Estado, ordenó a los manifestantes del CPRD y a los Camisas Rojas retirarse a sus hogares.
7. Yingluck ya había cesado sus funciones antes de declararse la ley marcial. Una Corte Constitucional ordenó su destitución tras ser encontrada culpable de cometer una acción inconstitucional al reemplazar al jefe de Seguridad Nacional en 2011. Cuando el ejército intervino, un primer ministro interino estaba a la cabeza del gobierno.
8. Según se cuenta, muchos tailandeses apoyan el golpe. También vimos a cibernautas tailandeses publicando fotografías posando junto a soldados apostados en las calles de Bangkok. Por supuesto, hay tailandeses que ya estaban hartos con las protestas y que vieron con buenos ojos la dispersión pacífica de las protestas callejeras. Pero también muchos ven el golpe militar con recelo. Algunos incluso se han atrevido a publicar autorretratos con pancartas en contra del golpe.
For those who don't know, the woman with the red tape across her mouth is a journalist (a brave one). #ThaiCoup pic.twitter.com/FBBXzfYUxd
— แก้วมาลา Kaewmala (@Thai_Talk) May 23, 2014
Para quienes no saben, la mujer con cinta roja sobre la boca es periodista (y una valiente).
9. La primera víctima del golpe fue la libertad de expresión. El ejército clausuró estaciones de televisión, de radio y desplegó soldados al interior de oficinas y salas de redacción. También ordenó a los principales medios que no entrevistase a académicos y ex dirigentes debido a que podrían dar opiniones ‘confusas’ y peligrosas sobre la situación política. Advirtió a los cibernautas no difundir contenidos que pudiesen generar ‘malentendidos.’ Solicitó a los proveedores de Internet que bloqueasen [en] sitios ‘inapropiados.’
Anti-coup protest yesterday at Thammasat University. AFDD calls military to withdraw from politics & allow election. pic.twitter.com/UOYS5yQJVr
— แก้วมาลา Kaewmala (@Thai_Talk) May 23, 2014
Manifestación antigolpista ayer en la Universidad de Thammasat. La AFDD [en español: Asamblea por la Defensa de la Democracia] llama a los militares a retirarse de la política y permitir elecciones.
10. Pese a que la ley marcial prohíbe las reuniones de cinco o más personas, cientos de tailandeses en todo el país han desafiado [en] esta instrucción y han llevado a cabo varias manifestaciones en condena del golpe de Estado. Algunos han sido arrestados y el ejército advirtió que ya no tolerará más protestas. Esto podría conducir a un movimiento democrático más grande y más amplio en Tailandia.
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