Maya Angelou: Una mujer fenomenal de origen caribeño

Dr. Maya Angelou, speaking at The Carolina Theater, Greensboro, North Carolina, September, 2008. Image by Talbot Troy, used under a CC license.

Dra. Maya Angelou, hablando en el Teatro Carolina, en Greensboro, Carolina del Norte, setiembre de 2008. Imagen de Talbot Troy, utilizada con licencia Creative Commons.

Se ha escrito mucho sobre Maya Angelou desde su muerte el 28 de mayo. Su fallecimiento ha tenido especial resonancia en el Caribe [en], y no sólo por la fuerza de sus palabras [en], la escritora también tenía raíces caribeñas (su abuelo materno era de Trinidad). Los blogueros de la región han intentado asumir el dolor de esta pérdida compartiendo lo que la vida y obra de Maya Angelou significó para ellos.

En honor a las relaciones caribeñas de Angelou, Repeating Islands volvió a publicar [en] un artículo que primero había sido publicado [en] en la revista Slate, detallando los primeros escarceos de la escritora como cantante, cuando grabó su primer y único álbum, titulado «Miss Calypso».

Algunos blogueros ni siquiera sabían que Angelou tenía antepasados de las Indias Occidentales hasta su muerte. What's the idea? dijo lo mismo en su artículo «El sueño y la esperanza del esclavo» [en]:

Maya Angelou vivió una vida larga y maravillosa, llena de audacia, logros y reconocimientos. No sabía que su abuelo era trinitense [en].

«A pesar de todo, me levanto» fue el primer poema de mi vida literaria autodidacta que me conmovió por su relación directa con mi propia experiencia como descendiente de pueblos esclavizados, y quizás más porque expresaba el desafío exuberante que las mujeres negras necesitan (necesitaban) para superar el machismo y la marginación.

Roberta, la bloguera, prosigue citando fragmentos del poema y afirma: 

Es un poema tan victorioso «Desde la vergüenza de la historia, me levanto…»

Ahora, pienso en el último verso «Yo soy el sueño y la esperanza del esclavo», mientras la región lucha contra la desigualdad y la discriminación, especialmente contra la discriminación de la comunidad LGBT. El hecho de desear perpetuar leyes que convierten en delincuentes a personas que aman a alguien de su mismo sexo parece estar muy lejos del sueño de emancipación. ¿Hemos olvidado que la esclavitud también se justificó en nombre de la religión?

En Facebook, Nicholas Laughlin repetía [en] el mismo sentimiento, refiriéndose a una declaración que la escritora hizo hace cinco años:

«Amar a alguien requiere mucho valor», dijo Maya Angelou. «¿Cuánto valor hay que tener para amar a alguien del mismo sexo si la ley dice ‘Te prohíbo amar a esa persona'»?

–Maya Angelou, en una entrevista del New York Times, Mayo 2009

Puesto que hoy todo el mundo quiere conmemorar a Maya Angelou, y con el asunto de Bain todavía revoloteando en mi cabeza, parece un buen momento para recordar lo que pensaba sobre una cuestión de justicia que el Caribe todavía tiene pendiente. 

What's the idea? [en] también consideró el consejo de Angelou muy importante en lo que se refiere al tema global de la violencia contra mujeres y niñas:

En su oda a las Naciones Unidas titulada «Una verdad valiente y sorprendente» [en], Maya Angelou termina con estos versos:

Cuando lleguemos,
nosotros, este pueblo, en este cuerpo rebelde, flotante,
creado en esta Tierra, de esta Tierra,
tendremos el poder de crear para esta Tierra
un ambiente en el que todos los hombres y mujeres
puedan vivir libremente sin devoción enfermiza,
sin el temor que paraliza.

Cuando lleguemos,
debemos confesar que somos lo posible,
somos el milagro, la verdadera maravilla de este mundo.
Eso será cuando y sólo cuando
lleguemos allí.

Algunos cibernautas, sobre todo en Twitter [en] y Facebook, publicaron citas [en] de Angelou que tuvieron gran resonancia. El bloguero trinitense Kris Rampersad le dio su último adiós [en]:

Gracias por compartir con nosotros tus pensamientos y emociones y tu vivacidad y tu fuerza, Maya Angelou. Muchas mujeres recobraron su energía gracias a ti…

Raquel Cepeda, una escritora nacida en Estados Unidos y con raíces dominicanas, nos cuenta [en] la única ocasión en la que, literalmente, se tropezó con Maya Angelou:

Una vez, cuando tenía unos 19 o 20 años, iba corriendo por Bloomingdale’s en New York porque llegaba tarde a algún sitio, no recuerdo dónde, y, literalmente, me tropecé con una imponente figura que salía de la tienda cuando yo pasaba corriendo. Sentí como si me hubiera estampado contra una pared. Estaba allí, aturdida y frotándome la nariz cuando oí una voz majestuosa pronunciando cada palabra muy despacio: «Chica, no corras tanto. ¿Dónde puede ser más importante estar ahora mismo que contigo misma?» Me empezaron a temblar las rodillas cuando me di cuenta de que esa persona era Maya Angelou. Se marchó majestuosamente, con ese estilo regio suyo, antes de que yo pudiera articular alguna palabra para disculparme. Por eso hay una alusión a su libro Yo sé por qué canta el pájaro enjaulado [en], que acababa de leer en aquel momento, en el título de mi libro Pájaro del paraíso: Cómo me convertí en latina. Ojalá se lo hubiera podido decir en persona, pero nunca volví a tropezarme con ella.

Still I Rise, un blog de San Vicente y las Granadinas [en], que se llama como uno de los poemas de Angelou (traducido al español como «A pesar de todo, me levanto»), así le hacía los honores [en]:

La primera vez que nos conocimos fue entre las páginas del libro Yo sé por qué canta el pájaro enjaulado y desde ese momento te convertiste en una de mis heroínas… Me enseñaste mucho con tu palabra escrita y hablada sobre mi lugar en la historia, la belleza de la condición de ser mujer y la vitalidad que surge a pesar de los obstáculos. Gracias, gracias, ¡tú eres una mujer fenomenal!

La bloguera, al igual que muchos otros [en], también citó [en] uno de los poemas de Angelou más conmovedores: «Cuando los grandes árboles caen» [en]:

Cuando las grandes almas mueren,
después de un tiempo, la paz florece, 
lentamente y siempre
de forma diferente. Los espacios se llenan
con una especie de
vibración eléctrica relajante.
Nuestros sentidos, recuperados, nunca
van a ser lo mismo, nos susurran.
Existieron. Ellos existieron.
Podemos ser. Ser y ser
mejores. Porque ellos existieron.

La bloguera trinitense de la diáspora, Afrobella [en], sintió como si «tuviera el corazón en un puño» cuando se enteró, ni más ni menos que por su Facebook, del fallecimiento de Angelou. Explicó que le habían pedido que escribiera un artículo sobre el legado de la escritora [en] para un periódico de Trinidad y Tobago:

En ese artículo comparé a Maya con el Monte Rushmore, con las secuoyas gigantes y con las antiguas tortugas laúd que vuelven a poner sus huevos a las playas de Trinidad, como Maracas, la playa más famosa de Trinidad. Con esto quiero decir que Maya Angelou parece que nos pertenece, parece antigua y eterna. No es posible imaginar que no esté aquí ofreciendo sabiduría, recitando un poema que tintinea en los oídos y resuena en nuestro ánimo. Nunca pensamos que se iría. 

Para Afrobella [en], la vida de Angelou fue muy impactante, «era fácil sentirse atontada y abrumada»:

Así que en vez de hablar en general sobre ella en términos grandilocuentes y lastimeros, quiero ser muy precisa y centrarme en una manera especial en la que Maya me emocionó. Su poema «Mujer fenomenal» me ayudó a cambiar mi vida.

Para alguien de mi edad, nunca hubo un tiempo antes de «Mujer fenomenal». Para nosotros, nunca hubo un tiempo en el que esas palabras imborrables, inolvidables, e innegables intentaran elevar, celebrar y triunfalmente proclamar que somos mucho más que la belleza, que nos merecemos el deseo y admiración de nosotros mismos y de los demás. No se trata sólo de cómo nos desarrollamos, se trata de quiénes somos y cómo nos movemos por el mundo. 

En ese poema Maya se definió a sí misma, pero también contribuyó a definir a una generación venidera. Las mujeres negras del mundo crecieron con esas palabras, sabiendo que nosotras también éramos, o al menos podíamos ser, mujeres fenomenales.

Nosotras, que tenemos unos 35 años o menos, nunca conocimos una época sin las palabras de Maya Angelou para animarnos. Tenemos la suerte de haber nacido en un mundo en el que ella era una constante.

La bloguera Patrice Grell-Yursik terminó su homenaje [en] con una cita de la poetisa::

Con sus propias palabras [en], «cuando un poeta muere, desaparece algo de esperanza en el espíritu nacional». Sé que no soy la única que siente este vacío. 

Gracias, Maya Angelou. Gracias por hablarnos. Gracias por compartir todo con nosotros. Gracias por estar con nosotros tanto tiempo como pudiste. Gracias por todo lo que nos diste, tú diste tanto al mundo… Gracias por enseñarnos, por modelarnos y por dejarnos un legado para estar a la altura.

La imagen usada en este post es de Talbot Troy, usada bajo una licencia Attribution 2.0 Generic Creative Commons license [en]. Visite la página flickr de Talbot Troy.

Inicia la conversación

Autores, por favor Conectarse »

Guías

  • Por favor, trata a los demás con respeto. No se aprobarán los comentarios que contengan ofensas, groserías y ataque personales.