Estudiante enfrenta cargos penales por interrumpir el discurso del presidente filipino el Día de la Independencia

Statement on Em Mijares' shirt reads

En la camiseta de Em Mijares dice «A veces es necesario gritar para que los que se hacen los sordos puedan oír.» Fotografía de @xianneangel.

El presidente filipino Benigno Simeon “Noynoy” Aquino III estaba pronunciando su discurso del Día de la Independencia cuando alguien entre la multitud gritó: “¡Derroquemos al rey del «barril porcino»! (fondos especiales usados por los parlamentarios para ganar votos) ¡No hay cambio en las Filipinas!”

La persona que interrumpió el discurso del presidente fue el líder estudiantil Emmanuel Pio Mijares. El presidente se quedó sin palabras por un breve momento, como relata Chronicles of Carlos [en]:

It was not the usual platitudes at the podium by the President, who seemed to be caught off guard during his Independence Day speech in Naga City by a brief chanting some 40 feet away. The words “Patalsikin ang pork barrel king! Walang pagbabago sa Pilipinas” rang through the mass of civil bodies and involuntarily filled in the two-second gap. In that brief moment, 19-year-old Ateneo de Naga student Emmanuel Pio Mijares seemed to deliver a dagger that disrupted Aquino’s thoughts and disturbed his imagined peace.

No era una de las usuales trivialidades en el estrado del presidente, que pareció ser alcanzado con las defensas bajas, durante el discurso del Día de la Independencia en la ciudad de Naga, por una breve consigna a unos 40 pies de distancia. Las palabras “Patalsikin ang pork barrel king! Walang pagbabago sa Pilipinas” corrieron entre la masa de civiles e involuntariamente llenaron la brecha de dos segundos. En ese breve lapso, el estudiante del Ateneo de Naga, de 19 años, Emmanuel Pio Mijares pareció haber enviado una daga que perturbó los pensamientos de Aquino y alteró su imaginada paz.

El líder estudiantil fue inmediatamente arrastrado por elementos del Grupo de Seguridad Presidencial y policías fuera de las instalaciones y arrestado [en]. Las fuerzas de seguridad luego presuntamente lo obligaron a enrollar la pancarta que había desplegado durante la protesta y lo enviaron a la cárcel por 24 horas. Mijares fue liberado sólo luego de depositar una fianza de alrededor de 8,000 pesos filipinos (cerca de $US200).

Mijares también fue acusado de haber cometido el delito [en] de presuntamente “alterar gravemente el orden público” y de “atentar contra la autoridad.” Su acción de protesta ha sido descrita como el caso de “alguien que interrumpe para molestar” al presidente en las noticias de la mayoría de los medios masivos. 

El joven activista no siente remordimiento alguno [en] por su protesta y en lugar de eso lo ve como su contribución a un creciente movimiento masivo que está demandando reformas genuinas. Las masivas manifestaciones contra el barril porcino [tl] provocaron que ese mismo día 10,000 personas tomaran las calles de la capital de la nación, Manila, y millares más en otras de las principales zonas urbanas en todo el país. Muchos filipinos han denunciado la persistencia del sistema del barril porcino o el uso discrecional de sumas de dinero para los proyectos preferidos de los funcionarios del gobierno, a pesar de la retórica anti-corrupción de la administración de Aquino.

Los medios sociales han estado revolucionados con comentarios acerca de la interrupción del discurso presidencial por Mijares. La mayoría de los detractores critican a Mijares por su «falta de etiqueta» y consideran que merece el castigo como consecuencia de sus actos. Estas son las líneas de John C. Jacinto en un comentario [en] en el blog de Angela Stuart Santiago:

the heckler should suffer the consequences of his action. alarm and scandal are crimes defined and penalized under the revised penal code. this is a police matter pure and simple. he could have delivered his message to the president by writing him a letter. but to heckle the highest official of the land is sobra na. good manners and right conduct must be observed at all times.

el alborotador debe sufrir las consecuencias de sus actos, causar alarma y escándalo son crímenes tipificados y sancionados según el código penal reformado. Es un asunto de política pura y simple. Él podría haber comunicado su mensaje al presidente escribiéndole una carta. Pero atacar al más alto funcionario oficial del país es demasiado. Las buenas maneras y la conducta apropiada se deben respetar siempre. 

Cocoy del Proyecto Pro-Pinoy [en] describió la interrupción del discurso del presidente como una falta de respeto: 

El problema de larga data — uno que muchos en el público comparten es ceguera a la falta de modales.En línea y en el mundo real, sí, posiblemente no esté de acuerdo con Noynoy Aquino el hombre, pero ¿dónde termina el desacuerdo  y comienza el respeto por la investidura?

Pero otros, como The Marocharim Experiment [en] defendieron la acción de Mijares como una forma de expresión política: 

What Pio Mijares did is still a political act, a political expression, and it speaks volumes about the kind of political action you can expect from those who share his beliefs. Yet the treatment of him speaks something about the kind of politics that this administration subscribes to. The latter is far more damning than the former.

Lo que Pio Mijares hizo es aún un acto político, una expresión política y habla acerca de la clase de acciones políticas que uno esperaría de aquellos que comparten sus creencias. Pero el trato que se le ha dado habla acerca de la clase de política a la que adhiere esta administración. La última es mucho más perjudicial que la primera. 

La Prof. Sarah Raymundo de la Universidad de las Filipinas mientras tanto elogió a Mijares por su activismo [en].

In disrupting the president’s speech, Emmanuel embodied the people’s desire for change. The banner he held shows that the act was an organized plan fuelled by collective daring. Like many of us who took to the streets on the same day, he was righteously agitated, his slogans were radical. But only he had owned the chance to show the president how uncompromisingly empowered we are as a mass movement.

Al interrumpir el discurso del presidente, Emmanuel representó el deseo de cambio de la gente. La pancarta que levantó mostraba que el acto fue un plan organizado alimentado por el deseo colectivo. Como muchos de nosotros que tomamos las calles ese mismo día, él estaba agitado justificadamente, su lema era revolucionario. Pero sólo él tuvo la oportunidad de mostrarle al presidente cuán libres de compromisos estamos como movimiento de masas. 

Algunas reacciones en Twitter:

contra sus enemigos, el Sr. Aquino no tolera las críticas. Mijares lo dejó muy claro. 

Bueno.El episodio de Mijares no le está ayudando al presidente, ¿no es así? Simplemente liberen al chico. Realmente.  

El estudiante Emmanuel Mijares del Ateneo de Naga arrestado por denunciar a Aquino. Aquino y compañía siguen aún libres pese a que les robaron miles de millones a los filipinos. 

Usted sabe, el  presidente puede liberar a Em Mijares para probar que realmente valora la libertad de disentir. 

De todas maneras, ninguno de nosotros tiene pelotas más grandes que Em Mijares.

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