Estos 5 expertos explican por qué el arresto de Alexander Sodiqov en Tayikistán es tan preocupante

Speakers at the Global Discussion on Alexander Sodiqov event in Bishkek 26.06.14

Oradores en la discusión global sobre el caso de Alexander Sodiqov en Biskek el 26 de junio de 2014.

Ha transcurrido más de una semana desde que el estudiante de doctorado y miembro de la comunidad de Global Voices, Alexander Sodiqov fue detenido en Tayikistán, donde se encontraba realizando trabajo de investigación sobre resolución de conflictos como parte de un proyecto en colaboración con la Universidad de Exeter.

El estudiante de doctorado de 31 años fue arrestado el 16 de junio de 2014 en la ciudad de Khorog en la región autónoma de Gorno-Badakshan (GBAO) por el Servicio de seguridad estatal tayiko (GKNB) mientras se encontraba, como parte de su trabajo académico, reunido con un líder opositor. Desde ese momento, numerosas organizaciones en Tayikistán y alrededor del mundo han exigido su liberación. 

Algunos temen que la detención indebida de Sodiqov tenga consecuencias en la cooperación académica internacional y en el desarrollo de la investigación en la región de Asia Central. Activistas cívicos y periodistas de numerosos países se reunieron el 26 de junio de 2014 en la Universidad norteamericana de Asia Central en Biskek, Kirguistán para discutir este y otros aspectos del caso.

Eventos similares se desarrollaron el 27 de junio de 2014 en Exeter, Londres, Astana, Washington, Friburgo y Heidelberg. También hubo un evento para apoyar a Sodiqov la semana pasada en París. 

A continuación cinco fragmentos de las charlas que tuvieron lugar en Biskek.

1. Dra. Mohira Suyarkulova,  Universidad de Asia Central, Biskek

Mohira Suyarkulova, University of Central Asia, Bishkek (Photo taken Natali Anarbaeva).

Dr. Mohira Suyarkulova, Universidad de Asia Central Asia, Biskek. Fotografía por Natali Anarbaeva

I did not know Alexander personally but had come into contact with him via academic circles and with his work. I understand his situation because our academic research in Tajikistan was also fairly sensitive. We were looking at the construction of the hydroelectric dams in Central Asia, and, in Tajikistan, specifically the construction of the hydroelectic dam Rogun. We tried to receive all official permissions to conduct research on this theme and where we didn't we decided not to conduct research via underground methods. However, despite this, when we arrived in the town of Rogun [where the Rogun hydroelectric dam is to be built] the [Tajik] the Security Services became interested in our presence, demanding copies of our passports at the hotel where we were staying. After that members of the security services tailed us during one of our meetings. Following that another member of the security services – who smelled strongly of alcohol – visited us during an interview and invited us into his car. He then drove up to an unknown place and asked us questions related to our visit to Rogun. After that interview we understood the government would not leave us alone and that we could be endangering people in Rogun by meeting with them, so we left the region. These types of events have consequences for anyone doing research in Central Asia but especially citizens of Central Asian countries that study abroad, or have partnerships with foreign universities. After Alexander Sodiqov's arrest, we see fully that citizenship defines your level of insulation from government authorities. Now I fear Alexander's arrest will lead to a process of self-censorship [in research on Central Asia], wherein people will limit themselves, ahead of conducting the research, in terms of the themes they will address in research, the questions they will ask, and the research methods they will use.

No conozco personalmente a Alexander pero había tomado contacto con él y con su trabajo a través de los círculos académicos. Comprendo su situación porque nuestra investigación académica en Tayikistán también era bastante sensible. Estábamos estudiando la construcción de diques hidroeléctricos en Asia central y en Tayikistán, en particular la construcción de la presa hidroeléctrica de Rogun. Tratamos de obtener todos los permisos oficiales necesarios para realizar investigación sobre el tema y cuando no los recibimos tomamos la decisión de no recurrir a métodos subterráneos para investigar. Sin embargo, pese a esto, cuando llegamos al pueblo de Rogun [donde se iba a construir la presa hidroeléctrica] los Servicios de seguridad [tayikos] se interesaron en nuestra presencia, solicitando copia de nuestros pasaportes en el hotel donde estábamos alojados. Más tarde, miembros de los servicios de seguridad nos siguieron durante una de nuestras reuniones. En otra oportunidad, un miembro de los servicios de seguridad – que tenía un fuerte olor a alcohol – nos visitó durante una entrevista y nos invitó a subir a su auto. Luego, condujo hasta un lugar desconocido y nos hizo preguntas relacionadas con nuestra visita a  Rogun. Después de la entrevista entendimos que el gobierno no nos dejaría en paz y que podríamos estar poniendo en riesgo a la gente de Rogun que se reunía con nosotros, por lo que decidimos abandonar la región. Esta clase de eventos tienen consecuencias para todo aquel que realice investigación en Asia central, pero especialmente para los ciudadanos de los países de la región que estudian en el extranjero o trabajan en colaboración con universidades extranjeras. Después del arresto de Alexander Sodiqov, hemos comprendido que la ciudadanía define tu nivel de protección frente a las autoridades del gobierno. Ahora temo que el arresto de Alexander conduzca a un proceso de autocensura [en la investigación en Asia central], donde las personas se autolimiten, antes de realizar investigación, en cuanto a los temas que eligen para investigar, las preguntas que harán y los métodos de investigación que usarán. 

2. Dr. Olivier Ferrando, experto francés en Ciencias políticas

French political scientist, Oliver Ferrando

Dr. Oliver Ferrando, experto francés en Ciencias políticas. Fotografía por Natali Anarbaeva

I knew Alexander. We had some panels together at Indiana [university] and at other conferences because we research very similar kinds of issues. Some of my most sensitive research centres around ethnicity and mobilization in southern Kyrgyzstan, Tajikistan and Uzbekistan. Other than the case of my colleague Stephane Dudoignon in Iran, I have never encountered a case where a researcher has encountered as much trouble as Alexander has. We don't know why Tajikistan has decided to make this move – there is no agenda, there are no elections happening…clearly what we have here is the limitation of the freedom of expression. Now an academic can be accused of being a spy? I agree with Mohira. If you have a foreign passport you might be kicked out of a country or refused a visa – as happened to me once with Uzbekistan – but when you are a national of these countries they can accuse academics of betrayal of their country, of subversion, and these accusations are much more serious, because then we are talking about 12-20 years of imprisonment. This is difficult for me as someone who represents an institute that encourages international academic cooperation and that has an office in Dushanbe [Tajikistan]. Beyond the case of Alexander Sodiqov this threatens that cooperation. My institution supports for instance, the [Tajik] Institute of History, that produces a bulletin in English and French. It supports the creation of regional conferences, involving researchers from Kyrgyzstan and Uzbekistan. By arresting a figure such as Alexander Sodiqov, who represents an international project and international cooperation, the Tajik authorities have dealt a blow to all these efforts.

Conozco a Alexander. Hemos compartido paneles en la Universidad de Indiana y en otras conferencias debido a que investigamos temas bastante similares. Parte de mis temas de investigación más sensibles se refieren al asunto étnico y a las movilizaciones en el sur de Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán. De modo diferente a lo que le sucedió a mi colega Stephane Dudoignon en Irán [en], nunca he conocido un caso en el que un investigador se encontrara en un problema tan grave como Alexander. No sabemos por qué Tayikistán ha decidido actuar de esta manera – no existe una agenda, no hay elecciones en el futuro cercano…claramente lo que tenemos aquí es un caso de limitación de la libertad de expresión. Pero ¿puede un académico ser acusado de espionaje? Estoy de acuerdo con Mohira. Si tienes pasaporte extranjero te pueden expulsar del país o te pueden denegar la visa – como me sucedió una vez en Uzbekistán- pero cuando eres ciudadano de estos países te pueden acusar de traicionar a tu país, de subversión y estas acusaciones son mucho más serias, porque entonces estamos hablando de entre 12 a 20 años de prisión. Esto es difícil para mí como representante de un instituto que promueve la cooperación académica internacional y tiene una oficina en Dushanbe [Tayikistán]. Más allá del caso de Alexander Sodiqov, esto constituye una amenaza para dicha cooperación. Mi institución presta apoyo a, por ejemplo, el Instituto [tayiko] de Historia, que publica un boletín en inglés y francés. Apoya la creación de conferencias regionales, que involucran a investigadores de Kirguistán y Uzbekistán. Al arrestar a una figura como Alexander Sodiqov, que representa a un proyecto internacional y a la cooperación internacional, las autoridades tayikas le han dado un duro golpe a todos esos esfuerzos. 

3. Dr. Emil Joroev, Universidad Norteamericana de Asia Central, Kirguistán

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Dr. Emil Joroev, Universidad Norteamericana de Asia Central, Kirguistán. Fotografía por Natali Anarbaeva 

I would like to speak as a representative of Central Asia, as a person that isn't from London, or Toronto, or Washington, who is asking «Guys, what are you doing?», but as a person from Central Asia asking «Guys, what are we doing?»

Alexander Sodiqov is based at the University of Toronto but is nevertheless a Tajik national whose research interests are based on Central Asia and Tajikistan. He is widely published. His academic interests include Political Science, International Relations and Human Rights. He is a serious young intellectual, and one with a young wife and child. He made the decision to go back to his homeland, within the framework of a contracted academic project based on conflict resolution. Conflict resolution is a theme that is growing in popularity in Central Asia. Alexander's partner in the project was Dr. John Heathershaw, someone who I might say is one of the biggest, most sincere friends Tajikistan could ever wish for. One of his books on establishing peace after Tajikistan's civil war is among the most popular pieces of academic research there is on Tajikistan. Here we are almost 17 years on from the establishment of that peace and I read Tajik president Emomali Rahmon is reminding the population of the importance of peace, mutual understanding and tolerance. I think it would be tragic if the security services of Tajikistan closed the door on the country's friends – people like John Heathershaw, who in the past decade or so has travelled through over more mountain passes and through more valleys in Tajikistan than even most Tajikistanis ever will – that are trying to make this beautiful and interesting country better-known to the wider world. I strongly believe that the security services have made a serious mistake. Heathershaw and Sodiqov are not foreign agents, but simply  academic researchers. Tajikistan as a country is not one that has an interest in stamping down on academic research. We hope for a rational reckoning on the part of the relevant bodies that detained Alexander Sodiqov, and that they will soon release him. 

Quisiera hablar como representante de Asia Central, no como una persona de Londres, Toronto o Washington, que preguntaría «¿Muchachos, qué están haciendo?», si no como una persona de Asia central que pregunta «¿Muchachos, qué estamos haciendo?»

Pese a que Alexander Sodiqov está instalado en la Universidad de Toronto, es un ciudadano tayiko cuyo interés en investigar está centrado en Asia central y Tayikistán. Su obra ha sido ampliamente difundida en diversas publicaciones. Sus intereses académicos incluyen las Ciencias políticas, las Relaciones internacionales y los Derechos humanos. Es un joven intelectual serio y tiene una joven esposa y un hijo. Tomó la decisión de volver a su tierra natal, en el marco de un proyecto académico que está enfocado en la resolución de conflictos. La resolución de conflictos es un tema que está ganando popularidad en Asia central. El compañero en el proyecto de Alexander, el Dr. John Heathershaw, es alguien que, en mi opinión, es uno de los más grandes y sinceros amigos que Tayikistán podría desear. Uno de sus libros sobre la instauración de la paz después de la guerra civil tayika está entre las obras más populares de investigación académica de Tayikistán. Aquí estamos casi 17 años después del restablecimiento de la paz y leo que el presidente tayiko Emomali Rahmon le está recordando a la población la importancia de la paz, el entendimiento mutuo y la tolerancia. Creo que sería trágico si los servicios de seguridad tayikos le cerraran la puerta a amigos del país – gente como John Heathershaw, que en la década pasada ha viajado por más pasos de montaña y por valles en Tayikistán que la mayoría de los tayikos en toda su vida- que están tratando de lograr que este hermoso e interesante país sea más conocido en el mundo. Creo firmemente que los servicios de seguridad han cometido un grave error. Heathershaw y Sodiqov no son agentes extranjeros, sino simplemente investigadores académicos. Tayikistán como país no tiene interés en aplastar la investigación académica. Esperamos que los organismos relevantes que detuvieron a Alexander Sodiqov tomen conciencia de lo que hicieron y que en consecuencia ordenen su pronta liberación.  

4. Marat Mamadshoev, editor en jefe de la agencia tayika de noticias Ozodagon

Marat Mamadshoev, editor-in-chief of the Tajik news agency Ozodagon.

Marat Mamadshoev, editor en jefe de la agencia tayika de noticias Ozodagon.

I would like to draw attention to the similarities between Alexander's case and the detention of Ursunboy Usmonov, a BBC journalist and my colleague, who was accused, not like Alexander, of espionage, but of extremist activities after he interviewed members of the banned Islamic group Hizbut-Tahrir. During Usmonov's detention, he received beatings and cigarette burnings from the Tajik security services. This is the same Tajik security services that have received enormous technical and material assistance from the government of the United States. Circumstances show that citizens of the countries of Central Asia have no defense in the face of local security structures. These accusations are unlikely to be made against a foreign researcher. The accusations made against Usmonov and Sodiqov – wild and unsubstantiated – are made against Tajiks, Uzbeks, Kyrgyz and so on, by their own governments. Usmonov's case was viewed by a judge in a closed court, and I fear the same for Sodiqov's case. Sodiqov's relatives have already announced that they are dissatisfied with the lawyer provided to Alexander by the state, who is not responding to their calls. The main problem here is that Tajik civil society, experts, journalists – we have all become victims of this geopolitical war between Russia and the West. We are hostages of that war and our elite is extracting maximum benefits from it.

Me gustaría que prestáramos atención a las similitudes entre el caso de Alexander  y la detención de Ursunboy Usmonov, mi colega y periodista de la BBC, que fue acusado, no como Alexander de espionaje, sino de realizar actividades extremistas después de que entrevistara a miembros del grupo islámico prohibido Hizbut-Tahrir. Durante su detención, Usmonov sufrió golpes y quemaduras con cigarrillos de parte de los servicios de seguridad tayikos. Se trata del mismo servicio de seguridad tayiko que recibió asistencia técnica y material del gobierno de EE.UU. Las circunstancias demuestran que los ciudadanos de los países de Asia central no tienen defensa frente a las estructuras locales de seguridad. Este tipo de acusaciones son poco probables contra investigadores extranjeros. Las acusaciones realizadas contra Usmonov y Sodiqov – fuertes e infundadas- fueron hechas contra tayikos, uzbecos, kirguisos, etc. por sus propios gobiernos. El caso de Usmonov se ,tramitó ante un juez en un tribunal a puertas cerradas y me temo que suceda lo mismo con Sodiqov. Los parientes de Sodiqov ya anunciaron que no están conformes con el defensor oficial que les asignó el estado, que no está respondiendo sus llamadas. El principal problema aquí es que la sociedad civil tayika, los expertos, los periodistas – todos nos hemos convertido en víctimas de una guerra geopolítica entre Rusia y Occidente. Somos rehenes de esa guerra y nuestra elite está sacando el máximo provecho posible. 

5. Kyrgyzbek Konunov, activista tajiko 

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Kyrgyzbek Konunov, activista tayiko. 

There is chronicle to Sodiqov's arrest. For several weeks the Tajik government had been working on creating an anti-Western mood in Tajikistan. This was connected to the visit by representatives of the European Union and subsequently the United Kingdom to the GBAO region. Anti-Western publications began to appear in the press and so on. So Sodiqov's arrest is just a culmination of that. I think it is pertinent that Sodiqov was in Tajikistan as a conflictologist, studying the resolution of problems, because in Tajikistan there are a series of problems that [the government] prefers not to consider problems. The result is that they are never solved. By arresting Sodiqov, the Tajik government were making yet another attempt to show [Tajik] civil society that any attempts to cooperate with the external world will be unsuccessful. But I actually think that they have shown the opposite. The reaction of local and foreign experts, of Sodiqov's colleagues and international civil society to his wrongful detention has been unprecedented. If we succeed in forcing the government to release a man who is innocent of the crimes he has been accused of committing, then it will be a massive victory for Tajik civil society.

Existe una crónica de los acontecimientos que derivaron en la detención de Sodiqov. Durante varias semanas el gobierno tayiko había estado trabajando para generar un sentimiento anti-occidente en Tayikistán. Esto se relacionaba con la visita de los representantes de la Unión Europea y eventualmente del Reino Unido a la región de GBAO. Publicaciones anti-occidente comenzaron a aparecer en la prensa y en medios similares. Por la tanto, el arresto de Sodiqov es sólo la culminación de ese proceso. Creo que corresponde que Sodiqov estuviera en Tayikistán como experto en conflicto, estudiando la resolución de problemas, ya que Tayikistán tiene una serie de problemas que [el gobierno] prefiere no considerar como tales. El resultado de negarlos es que nunca se solucionan. Al arrestar a Sodiqov, el gobierno tayiko estaba haciendo un nuevo intento de mostrarle a la sociedad civil [tayika] que cualquier esfuerzo por cooperar con el resto del mundo no tendrá éxito. Pero realmente creo que ha demostrado lo contrario. La reacción de los expertos nacionales y extranjeros, de los colegas de Sodiqov y de la sociedad civil internacional a la detención ilegal no tiene precedentes. Si conseguimos obligar al gobierno a liberar a un hombre inocente de los crímenes de los cuales está siendo acusado, entonces será una enorme victoria para la sociedad civil tayika.  

Para más información vea nuestra cobertura especial del caso del Académico y Autor de GV detenido en Tayikistán [en].

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