¿Qué pasaría si se derogara la prohibición de viajes de ciudadanos estadounidenses a Cuba?

El turismo estadounidense podría incrementar los ingresos de los negocios privados en Cuba (Foto: Aylín Pérez)

El turismo estadounidense podría incrementar los ingresos de los negocios privados en Cuba (Foto Aylín Pérez, usada con permiso)

Los emprendedores privados residentes en la isla podrían ingresar más de 47 millones de dólares cada año si se derogara la prohibición de viajes de ciudadanos estadounidenses a Cuba, señala un análisis económico realizado por los expertos norteamericanos Paul Lebon y William Luker.

Algunas de las principales actividades privadas desarrolladas en el país actualmente consisten en la renta de habitaciones en casas particulares y los llamados «paladares», restaurantes que ofrecen diferentes tipos de comida por un precio que oscila entre los 12 y los 30 dólares. Los extranjeros suelen emplear estas formas más económicas durante su estancia en la isla.

De acuerdo con Lebon y Luker, si se asume la existencia de 1.583 casas de alquiler y que la mayoría posee dos habitaciones para rentar con una tarifa media de 35 dólares por noche, estaríamos ante 3.166 habitaciones cada noche. «Es demasiado optimista creer que todas estarían ocupadas, pero una avalancha de turistas estadounidenses podría lograr fácilmente que se llenara el 70 e incluso el 80 por ciento». Los autores explican que:

Para los fines de este análisis, vamos a utilizar una tasa de ocupación del 61.4 por ciento (…). Esto generaría 1.931 habitaciones para ocupar diariamente, lo que supondría 67.594 dólares de ingresos privados. Esta tasa de ocupación produciría 3.862 potenciales comensales en paladares y cafeterías, lo que generaría $46.350 en cenas y $11.588 en almuerzos, para un total bruto de $125.532 por día. Al cabo de un año estaríamos ante $47.933.873 de ingresos al sector privado de los cuales se descontarían los impuestos estatales.

El programa Cuba del Fund for Reconciliation and Development apunta que cada año un número creciente de estadounidenses viaja a Cuba tras obtener una licencia del Departamento del Tesoro de Estados Unidos. A estos se suman decenas de miles de ciudadanos de este país que también viajan a a través de terceros países violando la prohibición de Estados Unidos. Según este programa,

La ley que niega a los estadounidenses la libertad de viajar a Cuba es un anacronismo de la guerra fría y es completamente contraproducente para los proclamados objetivos de la política de Estados Unidos (…) La persistencia de la prohibición de viajar es prueba de que el poder político y financiero de los intereses especiales puede prevalecer al interés nacional y humanitario de los pueblos norteamericano y cubano.

Por otra parte, «el coro de voces que clama por cambios en la política de Estados Unidos hacia Cuba ha ido creciendo y ha variado en los últimos meses», señala el grupo Cuban Americans for Engagement (CAFE). CAFE es una organización comunitaria que reúne cubano-americanos y ciudadanos estadounidenses que tratan de facilitar una nueva relación entre los dos países sobre la base de los principios de intercambio, el compromiso, la normalización de las relaciones y la diplomacia. Sus miembros apuntan:

Ya se trate de Hillary Rodham Clinton diciendo que favorece la normalización de las relaciones con Cuba o el ex director de Inteligencia Nacional John Negroponte firmando una carta que pide un mayor compromiso con la isla, el impulso de un nuevo enfoque para Cuba es innegable. Es dentro de este contexto que nuestro grupo, CAFE, está de visita en Washington esta semana (…) Hemos venido a Washington para transmitir un importante mensaje a los políticos: una nueva generación de cubano-americanos ha alcanzado la mayoría de edad, y estamos listos para hablar de colaborar con Cuba.

El efecto halo y el dinero de los contribuyentes estadounidenses

Los llamados "almendrones" también constituye una vía fundamental de desplazamiento para los turistas (Fotos: Aylín Pérez)

Los llamados «almendrones» también constituyen una vía fundamental de desplazamiento para los turistas (Foto Aylín Pérez, usada con permiso)

Lebon y Luker apuntan que la normalización de los viajes de ciudadanos estadounidenses hacia Cuba podría producir el efecto halo. Este representa la forma en que la venta de un servicio puede crecer debido a la adición de valores agregados.

¿Cómo se aplica el efecto halo en el caso de las casas particulares y las paladares? Cada uno de estos dueños contrata a personal de limpieza, cocineros, camareros, entre otros trabajadores a los cuales se debe pagar un salario. Los propietarios hacen referencias de servicios de guías turísticos. Hay muchos operadores de automóviles privados en Cuba. También se venden souvenirs y objetos religiosos. Los campesinos directa o indirectamente abastecen a las paladares. Las posibilidades de ingreso para la ciudadanía cubana a partir del efecto halo son infinitas.

La mayoría de los viajeros estadounidenses podrían ser jóvenes que no pueden pagar habitaciones de hoteles de 100 dólares la noche, añaden Lebon y Luker. Las ofertas de casas privadas que además suponen una interacción más directa con las familias cubanas constituye, sin dudas, una atracción para este tipo de turista.

Desde mediados de la década de 1990, el Departamento de Estados de Estados Unidos y la Agenda Internacional para el Desarrollo (USAID) han gastado unos 240 millones de dólares para promover un cambio de sistema político en Cuba, señala Tracey Eaton en su blog Along the Malecon [en]. «La ayuda a la democracia en Cuba cuesta más de 17.5 millones de dólares anualmente», añade. Por lo tanto, refieren Lebon y Luker:

Si se acepta la idea de que menos del 10 por ciento de la financiación de los contribuyentes estadounidenses ha llegado a Cuba, en los últimos quince años $24 millones de dólares fueron destinados para apoyar a un pequeño grupo de los autoproclamados activistas. Incluso, a muchos se les paga para mantener su lealtad a la camarilla política del sur de la Florida y para expresar su oposición a aliviar las sanciones contra sus compatriotas. Con una apertura de los viajes turísticos a Cuba, el doble de esa cantidad podría llegar a la isla en solo un año, lo que ayudaría directamente al pueblo cubano. Estos ingresos, además, serían un inyección directa de pesos fuertes y no una mera redistribución de los fondos o el dinero de los contribuyentes. Es asombroso pensar lo que podrían ayudar 1.583 casas particulares.

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