La Copa del Mundo de fútbol genera pasiones, encuentros, alegría, expectativas, amistad, reuniones entre amigos y familiares. Pero también, para quienes no conocen mucho de tecnicismos deportivos, el mundial despierta suspiros, entre otras cosas. En Argentina, el jugador Ezequiel Lavezzi, también conocido como «Pocho», ha generado una ola de fans femeninas a partir del momento que se quitó su camiseta.
La página de Facebook Movimiento para que el Pocho Lavezzi juegue sin camiseta ya ha reunido 381,500 fans desde su creación el día 25 de junio de 2014. En la cuenta de Twitter de Lavezzi (@PochoLavezzi), con cada tuit del jugador, las admiradoras escriben:
Escuchame @PochoLavezzi la próxima salís en pelotas o no entras!
— ♥ PeNeLoPe ♥ (@LaMasConchuda) julio 1, 2014
Hola @PochoLavezzi VAMOS A FESTEJAR EN BOLAS!!!!
— la huerfi (@huerfanita_) julio 1, 2014
«¡El Pocho Lavezzi imitó la caída de Sabella e hizo reír a sus compañeros!». Lo mío no es calentura, es AMOR. pic.twitter.com/L3Z9vZ0otY
— NATI MESSI JOTA (@natijota) julio 7, 2014
Por si fuera poco, el jugador ya tiene su propia cumbia:
Y ellos, ¿qué dicen? Según la página La Nueva en su post «Las chicas del Pocho Lavezzi» dice:
Y la verdad que el Pocho puede tener su pinta. Eso no se discute. Lo que se discute es la falta de clase: qué feas quedan las frases “te como todo”, “papito”, “mirá esos abdominales”…
Y ni hablar del mal gusto de “si el Pocho me mira, ¿sabés cómo largo al gordo?”, “mi marido tiene la misma plancha de ravioles (por los abdominales marcados) pero adentro”.
[…] Ya sabemos que somos menos deseados que el Pocho Lavezzi. Pero no hace falta que lo digan tan seguido, en voz tan alta y de manera tan grosera.
De otro lado, en Basta de Sexismo sostienen que nada es muy distinto a lo que hacen los varones:
¡Pero cuánta hipocresía en los varones que se escandalizan ahora porque algunas mujeres miran más los abdominales y pectorales de los jugadores que sus performances deportivas! ¡Cuánto cinismo en todos los que señalan el doble discurso de las mujeres, tipo: «¿No era que estaba mal cosificar a las mujeres? ¿Por qué hacen lo mismo ustedes ahora?»
Ojo, tienen razón, la cosificación es degradante sea cual sea el género.
Pero pregunto: ¿cuántos de ellos, cuando sus amigos, familiares, colegas, cosificaban a mujeres, les dijeron lo mismo y les explicaron, como ahora explican a las mujeres Lavezzi-maniáticas, que cosificar es degradante?
Le dejamos la siguiente imagen para que cada quien saque sus propias conclusiones:
1 comentario
un fenómeno digno de análisis sin dudas y es cierto a uno le resulta raro oír hablar del cuerpo del jugador de la misma manera en que hablaron los hombres durante siglos de las mujeres