La nueva disposición entrará en vigor el 1 de septiembre de 2014 (Foto Jorge Luis Baños, usada con permiso)
Una resolución [1] emitida por la Aduana General de la República señala que la entrada a Cuba de pizarras telefónicas de cualquier tipo, equipos de fax inalámbricos, micrófonos inalámbricos y sus accesorios, dispositivos para redes de datos (routers y switches) y walkie-talkies deberá contar con una autorización previa del Ministerio de Comunicaciones [2].
Muchas de las redes wifi artesanales e informales que existen en Cuba [3] actualmente se estructuran mediante la compra en el extranjero de varios dispositivos como los routers, switches y otros que permiten amplificar la señal inalámbrica. Estos entran por el aeropuerto en piezas o camuflados en los equipajes de los pasajeros. Las redes son utilizadas fundamentalmente para jugar, compartir programas de televisión, series y películas.
La disposición determina además nuevas cantidades para la importación de artículos de naturaleza no comercial según el artículo o producto en cuestión, de acuerdo con «los resultados del estudio realizado acerca de la aplicación de la Resolución No. 320, del 5 de diciembre de 2011 [4], tal y como quedó modificada por la Resolución No. 143, del 13 de mayo de 2013″.
En el caso de las memorias RAM se disminuyó de ocho a dos la cantidad permitida. Los lectores o quemadores de CD o DVD, los monitores de computadora, backups, mouse, teclados, scanner y motherboard, bajaron de dos a un artículo.
Los dispositivos de almacenamiento como memorias flash, ipod, mp3, mp4 y similares no pueden exceder de ocho en total, mientras la legislación anterior permitía la entrada de 5 de cada tipo. Además, solo se pueden ingresar dos teléfonos celulares independientemente del tipo.
La entrada de dispositivos informáticos desde el extranjero alivia la compleja situación de acceso a estas tecnologías cuyo costo en Cuba es desmesuradamente alto, en caso de encontrarse los productos, casi siempre de fabricación asiática.
Los mercados estatales no pueden comercializar – debido al bloqueo de Estados Unidos hacia la isla – productos de empresas como Apple, Microsoft, etc. los cuales se encuentran entre los más demandados. Estas limitaciones han potenciado la emergencia de un mercado subterráneo paralelo que utiliza a ciudadanos cubanos residentes dentro y fuera del país para transportar mercancías con carácter comercial, conocidos como mulas.
El gobierno cubano ha advertido en reiteradas ocasiones el peligro del traslado de paquetes de terceros, sobre todo en un contexto donde se han detectado varios intentos de ingresar drogas al país, lo que podría conllevar significativas sanciones penales.