En Ecuador, el gobierno del presidente Rafael Correa ha tenido una relación complicada con los medios. Desde que asumió el poder en 2007, ha impulsado a los medios públicos (radio, prensa y TV) y calificado a los otros de «prensa corrupta». Varias instituciones lo han acusado reprimir la libertad de prensa con interferencias en transmisiones y demandas contra periodistas críticos y nuevas restricciones.
En este ambiente de medios, el sitio web de periodismo digital GKill City juega un papel importante, pues es el único medio 2.0 que da voz a ambos bandos y ciudadanos de diferentes ideologías. Periodistas y ciudadanos de diferentes ideologías escriben para el sitio web. Lo que GKill City publica marca debates en los medios sociales.
Desde mediados de 2014, el equipo formado por José María León, Isabela Ponce, Ernesto Yturralde, Pablo Cozzaglio, María Fernanda Mejía y Andrea Balda, está en Argentina en una capacitación a cargo de MediaFactory, una aceleradora de medios digitales latinoamericana.
La idea de este sitio surgió hace tres años, en la mente de José María León, actualmente editor general. Cuando en enero de 2009 un Boeing de US Airways amarizó en el río Hudson, la foto más cercana que se tomó del accidente fue la de un tuitero que iba en los ferries de rescate. Las imágenes de los grandes conglomerados eran distantes. “Entonces yo dije algo que es bien obvio pero que en ese momento me pareció una revelación: ‘se puede hacer buen periodismo con pocos recursos y llegar a mucha gente gracias a las nuevas tecnologías'”, comentó León en una entrevista vía mail.
En medio de la discusión entre los medios oficiales e independientes, a José María le pareció que no se estaba tomando en cuenta los intereses ciudadanos. “Ahí nace GkillCity, como una negación de ese falso dilema que proponía un radical ‘o estás conmigo o está en mi contra’, y se propone como un experimento de comunicación liberal, digital y ciudadano”.
La esencia de este sitio es el periodismo contracultural, la antítesis del tradicional. José María admite que iniciar un proyecto de esta naturaleza es fácil; lo difícil es mantenerlo. Quienes han sido la base durante esos tres años han sido ciudadanos del mundo que han entrado por la ventana virtual con textos, vídeos y fotos para el sitio web. León dice que durante una larga temporada, los medios se han reservado una supuesta vocería en nombre de «la sociedad», «la ciudad», o «el país». Pero él no comparte este pensamiento que desencadena en un actuar pues “nadie puede hablar por los demás”.
GKill City ha tenido tres momentos clave:
La demanda al Salón de Julio. El lanzamiento de Gkill City, en 2011, estuvo acompañado de una demanda de inconstitucionalidad al concurso de pintura de la Municipalidad de Guayaquil, el “Salón de Julio”. El director de Cultura de la ciudad, Melvin Hoyos, había prohibido las expresiones de «sexo explícito» y eso, el equipo lo consideró censura previa, algo que en el Ecuador está prohibido. “Fue un gran momento, porque pusimos a debatir los ejercicios de libertad individual en el país y la manera en que usaban los fondos públicos para aprobar códigos morales personales”, dijo León.
Las cartas respondidas por los políticos.
En las elecciones de 2013, el equipo seleccionó a ocho colaboradores ideológicamente contrarios a los ocho candidatos, para que escribieran cartas sobre sus proyectos y gestión. Varios de ellos lo hicieron. “Mucha gente sintió que con ese mecanismo, los políticos se acercaban al nivel de sus electores para responder cuestionamientos puntuales”. Para el 2014, cuando el articulista Ricardo Flores le escribió a la candidata del partido de gobierno, Viviana Bonilla, el texto tuvo tal acogida que el sitio colapsó y tuvo que mudarse a un servidor nuevo. Bonilla seguidamente respondió.
Mediafactory. “Sin duda, haber ganado la inversión de MediaFactory ha sido determinante en nuestra vida. Va a darnos un impulso increíble, para hacer cosas que antes no podíamos”, expresó León.
Lo que empezó con un ímpetu casi juvenil ha experimentado una metamorfosis en busca de su identidad. MediaFactory no cambiará los valores ni el estilo de Gkill City; más bien permitirá potenciar recursos y el uso de nuevas herramientas. Para el equipo de esta semilla ecuatoriana, del contenido no se puede hacer negocio. «El negocio es tener excelente contenido, que la gente lo comparta, que genere reflexiones y que haya una comunidad dispuesta a participar en sostener un proyecto que, poco a poco, se ha convertido en una plataforma de todos, para todos», concluyó León.