A partir del próximo 1 de setiembre, la Aduana General de la República de Cuba aplicará nuevas disposiciones encaminadas a combatir el tráfico ilegal de mercancías a través de parientes, amigos y ‘mulas’ (término coloquial para referirse a las personas que transportan mercancías desde el extranjero) por terminales aéreas o portuarias.
En La Carpeta de Iván [1], el periodista cubano Iván García considera esto «una vuelta de tuerca más» y explica que cada año, desde 2011, se vienen dictando diferentes normas aduaneras, en un intento por detener las importaciones ilegales de mercancías destinadas a familias y negocios privados en la isla.