Un Tribunal dictamina en contra de una cliente que publicó una crítica a un restaurante en Internet

"Please don't feed the writers.” Photo by Flickr user Michelle. CC BY-NC-SA 2.0

«No le den de comer a los escritores”  Foto de Michelle en Flickr. CC BY-NC-SA 2.0

Si un autor de blog escribe una dura crítica contra un restaurante, es normal que en el título ya se vea venir el tono del artículo. Después de todo, un título único e ilustrativo [en] es lo que aconseja Google para mejorar el posicionamiento SEO de una página web.

Sin embargo, por hacer esto mismo, a la autora del blog francés L'Irrégulière se le ha impuesto pagar ante un tribunal 2.500 euros (aprox. 3.400 dólares) por los perjuicios causados después de que un restaurante rellenase una queja.

La autora del blog, molesta por un servicio muy malo y unos camareros desagradables durante una visita en agosto de 2013 en Cabo Ferret, publicó una crítica bastante ácida del restaurante Il Giardino en su blog literario Cultur'elle [fr]. El artículo, que se titulaba El sitio que evitar en Cabo Ferret: Il Giardino, acabó siendo visitado por muchas personas en Google.

Esto enfadó bastante a la propietaria del restaurante, por lo que llevó a la autora del blog a juicio. Finalmente, el Tribunal Superior de Burdeos falló a favor de la propietaria [en] el 30 de junio de 2014 en una audiencia extraordinaria [fr]; sin embargo, el fallo no se debió a la crítica en sí, ya que esto supone «ejercer el derecho de expresión», sino por su título que se consideró de carácter difamatorio.

La autora del blog, que no contó con abogado, eliminó la crítica motu propio sin que el tribunal se lo solicitase. A pesar de esto, la crítica se puede leer en el blog Tuxicoman [fr] o a través de esta versión [fr]. Tras la experiencia vivida, L'Irregulière prefirió no recurrir estas acciones ante un tribunal.

En el sistema francés, se convocan audiencias extraordinarias en los que casos que responden al supuesto de que el denunciante haya sufrido algún perjuicio por parte del denunciado. En este respecto, se aceptó la celebración de la audiencia extraordinaria [en], pero esta decisión podría haberse anulado si fuese a abrirse un juicio completo. ¿Qué es lo que produjo, en primer lugar, que el caso fuese considerado para una audiencia extraordinaria? El conocido abogado y autor de blog Maître Eolas [fr], que cuenta con más de 142.000 seguidores en Twitter, nos da la respuesta:

Últimas noticias: los restaurantes están demandado a los clientes que se atreven a criticarlos. Y todo sea dicho, están encontrando jueces que les apoyan.

Eolas continuó analizando el caso con más detalles para la revista L'Express [fr]:

Il ne faut pas donner à cette décision une portée plus large qu'elle n'a […] Le droit de critique existe. Il peut être sanctionné en cas d'abus. La distinction classique est quand il y a intention de nuire ou concurrence déloyale si le dénigrement est fait par un concurrent. Ainsi, si cet article avait été publié par quelqu'un qui tient un autre restaurant de pizza du Cap Ferret, on aurait été dans le cas de la concurrence déloyale puisqu'il y aurait volonté de dénigrer pour faire fuir le client. Or ici, c'est une cliente mécontente qui raconte une expérience malheureuse. On a tout à fait le droit d'expliquer pourquoi on n'est pas satisfaits, en mettant le titre que l'on veut.

A este fallo no habría que darle más importancia de la que tiene […]. Hay derecho a realizar críticas; sin embargo, este criticismo puede ser penalizado si resulta abusivo. Normalmente, para diferenciar un tipo de otro, hay que averiguar si había intención de causar daños o, en caso de que la crítica la realice un competidor, competencia desleal. Por tanto, si el artículo lo hubiese publicado algún dueño de otra pizzería de Cabo Ferret, el caso se hubiera considerado competencia desleal. Por su parte, esta decisión se hubiese debido a un intento de difamación para robar clientes. Sin embargo, en el caso real, se trata de un cliente insatisfecho que describió una mala experiencia. Las personas tienen todo el derecho a explicar por qué no están satisfechos y, para ello, pueden usar el título que quieran.

Asimismo, cuando otros escritores de blogs se enteraron del asunto, recalcaron que este tipo de acciones jurídicas podrían saturar el sistema judicial; por ejemplo, Lady Waterloo [fr], escribía esto:

Les juges ont donc condamné cette malheureuse blogueuse, pour L'endroit à éviter au Cap Ferret: Il Giardinocela en valait il la peine? Je ne le pense pas. Si les juges commencent à s'occuper des blogs qui dénoncent des apéros servis avec du retard sans cacahuètes et du vin trop froid ou trop chaud, j'ai oublié, la Justice sera complètement paralysée.

Los tribunales han considerado culpable a esta pobre bloguera por su artículo El sitio que evitar en Cabo Ferret: Il Giardino [fr]. ¿Valió la pena hacer esto? No lo creo. Si los jueces empiezan a inmiscuirse en casos en blogs que critican retrasos a la hora de servir cacahuetes o vino que está muy frío o muy caliente (no recuerdo cómo), el sistema judicial va a acabar colapsado.

Otros, como Le Parisien libéral [fr], hacían referencia a los malentendidos frecuentes entre turistas, hosteleros e Internet:

La vérité, c'est que désormais, tout resto, tout hôtel, doit faire avec l'existence du Net. Au lieu de faire une pub monstrueuse pour l'Irrégulière, pourquoi Il Giardino n'a pas crée son propre site web, ou fait le dos rond en attendant que ses clients qui ont aimé le resto s'expriment, comme Berthomeau.

En todo este asunto, la verdad es que, a partir de ahora, todos los restaurantes y hoteles deberían ser conscientes de Internet y, por tanto, en vez de darle una enorme publicidad al blog L'Irrégulière… ¿Por qué no creó Il Giardino su propia web o captó críticas positivas de clientes, como Berthomeau [fr], para arreglar esta situación?

recherche Google

Resultados de búsqueda de «Il Giardino Cap-Ferret», 18 de julio de 2014: comentario aún visible – captura de pantalla de la autora del artículo.

¿Puede usarse el buscador de Google para atacar a un blog? La propietaria del restaurante se justificó [en] diciendo que el artículo le estaba causando perjuicios a su negocio. Estas fueron sus palabras: «La gente tiene derecho a realizar críticas, pero estas deben hacerse desde el respeto y ese no fue el caso. Por lo que sé, el tribunal ya ha dictaminado y el caso está cerrado».

Por su parte, el artículo y todo este asunto en general están muy bien posicionados en Google. Tubbydev, experto en SEO, se sorprendía [fr] ante la falta de conocimientos sobre cómo funciona el buscador:

Mais surtout, le vrai scandale à notre humble avis est tout entier dans le bout de phrase de la restauratrice: Mais cet article montait dans les résultats Google ..C'est Google qui montre le résultat, avec et par ses algorithmes mais c'est le contenu initial qui est «puni». Personne ne demande à Google de corriger .. Et a priori aucune demande n'a été faite à Google. […]

Google est devenu un Dieu ou tout du moins un des éléments de la nature…Non seulement, il est donc IRRESPONSABLE mais en plus, sa force est telle qu'il attise encore plus la censure et les problèmes contre les malheureux qui y sont bien considérés .. Le monde à l'envers non ?

El verdadero escándalo, en nuestra humilde opinión, está en el comentario que hizo la propietaria: «Pero esté artículo salía de los primeros en los resultados de búsqueda de Google». Google es quien muestra los resultados (a través de sus algoritmos) y, sin embargo, quien recibe el «castigo» es el contenido original. Nadie le pidió a Google que se arreglara el problema, ni siquiera ahora […].

Google se ha convertido en una especie de dios o fuerza natural. No solo es IRRESPONSABLE, sino que tiene tanto poder que desencadena más intentos de censura a la par que les crea problemas a los que no son lo suficientemente afortunados para aparecer bien. El mundo está bocabajo, ¿verdad?

Mientras que www.efficacitic.fr aconseja ser precavido [fr] a la hora de realizar críticas, Elisabeth Porteneuve [fr], que se autodefine como «veterana de Internet», predice que los negocios van a empezar a explotar el derecho al olvido en Internet.

El próximo paso: el derecho al olvido, se elimina la crítica de Google con la ayuda de la Comisión Nacional de Libertades e Informática… ¡Los jueces y legisladores!

El Tribunal Europeo de Justicia dictaminó en mayo [en] que los individuos pueden pedirle a los buscadores que eliminen ciertos resultados si estos resultan ser de carácter [en] «inadecuado, irrelevante o excesivos en relación a los propósitos por los que fueron publicados». Google (en este caso, la parte demandante) ya ha puesto en marcha sistemas para revisar y procesar las peticiones. Eso sí, las modificaciones de los resultados de búsqueda solo se implementarán en la UE.

Mientras que el debate surgido alrededor de este caso relacionado con la libertad de expresión en Internet sigue candente, la publicidad que todo esto ha traído continúa siendo muy negativa [fr] para el restaurante y, aunque ya no se pueda leer el artículo en Culturelle, el controvertido título todavía se puede ver en los resultados de Google.fr.

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