El ministro de deportes de Trinidad y Tobago fue obligado a renunciar a su cargo luego del descontento popular originado por el programa corrupto LifeSport [1], en el cual, aparentemente, millones de dólares fueron destinados a financiar actividades criminales y se pagaron grandes sumas de dinero [2] a contratistas a pesar de no haber hecho nada.
El sitio Wired868 reproduce [3] el texto completo de la carta de renuncia dirigida a la Primera Ministra y su respuesta, teniendo en cuenta que el exministro fue cuidadoso al «no reconocer el delito».