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Primer reporte sobre discursos de odio en la web de Pakistán – no es agradable

Categorías: Asia del Sur, Pakistán, Libertad de expresión, Medios ciudadanos, Religión, Últimas noticias
Hate Speech: A study of Pakistan’s Cyberspace. Click on the image to download the report [1]

Discurso de Odio: un estudio del ciberespacio paquistaní. Haz click en la imagen para descargar el reporte (pdf)

Bytes For All [2] una organización activista de Pakistán, publicó [3] la primera investigación empírica sobre discursos de odio en la internet paquistaní (aquí están [4] algunos de sus hallazgos clave). En este texto, la colaoradora de Global Voices Qurratulain Zaman entrevista a Shahzad Ahmad [5], el director de Bytes For All.

El primer estudio sobre discursos de odio en Pakistán es un intento para entender y cuantificar el discurso de odio en línea en el país, examinar el contenido presente en el ciberespacio del país y producir el primer retrato cuantitativo sobre quién es el público objetivo, quién crea dichos contenidos y cuáles formas de discurso de odio existen en línea.

Screenshot from the report [6]

Captura de pantalla del informe.

El discurso de odio es una preocupación creciente entre los usuarios de las redes sociales en Pakistán. Los objetivos son frecuentemente personas inocentes y grupos como los Ahmadis [7]. El blog del instituto de análisis del Jinnah Institute [8] da algunos ejemplos:

Pakistani media is an agent of CIA and RAW [9], Shariat ya Shahadat [10] (Shariah or Martydom), Maslak-e-Deoband [11] (Cult of Deoband) and Shias are unbelievers. This is not a list of slogans chanted by extremists on the streets of Pakistan. It is a very small sampling of the thousands of hate-fueled extremist Facebook pages that make up the Pakistani online experience today.

Los medios paquistaníes son agentes de la CIA y RAW [9], Shariat ya Shahadat [10] (sharia o martirio), Maslak-e-Deoband [11] (Culto de Deoband) y los Shias son no creyentes. Esta no es una lista de eslogans coreados por extremistas en las calles de Pakistán. Es una muestra muy pequeña de las miles de páginas llenas de odio en Facebook que constituyen la experiencia digital en Pakistán de hoy.

¿Qué comparten exactamente estas páginas de Facebook? El blog cita un ejemplo en la popular página Mi Ideología es Islam y Mi Identidad Es Pakistán [12] (MIMIP por sus siglas en inglés), la cual tiene más de 700,000 likes.

The page averages about one share every two minutes, up to 10 hours a day. What do these shares consist of? The latest statements by Jamaat-ud-Dawah chief [13] (formerly Lashkar-e-Taiba) Hafiz Muhammad Saeed, generic religious messages, anti-Ahmadi hate speech, health tips, the faces of Pakistani TV anchors, politicians and senior members of the judiciary Photoshopped with dogs, demons or Hindu/Jewish symbols, anti-Hindu, anti-India hate speech, anti-Semitism, racist, homophobic content, calls for jihad and news updates.

La página es compartida, en promedio, cada dos minutos, diez veces al día. ¿En qué consisten estos compartires? Las declaraciones más recientes del jefe de Jamaat-ud-Dawah [13] (anteriormente Lashkar-e-Taiba) Hafiz Muhammad Saeed, mensajes religiosos genéricos, discurso de odio contra los Ahmadi, consejos de salud, rostros de presentadores de la televisión paquistaní, políticos e integrantes veteranos del poder judicial con imágenes manipuladas (vía Photoshop) con perros, demonios o símbolos hinduistas/judíos, antihinduistas, antisemitistas, racistas, contenido racista u homofóbico, llamados a la jihad y noticias.

Screenshot from the report

Captura de pantalla del reporte

Ha habido intentos débiles para condenar al creciente discurso de odio en línea. Un sitio web llamado Nafrat Aggregator [14] intentó nombrar y avergonzar a quienes publican mensajes de odio digitales, sin mucho éxito. El Grupo Experto en Comunidades Vulnerables de la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán sugirió [15] que deben tomarse fuertes medidas contra aquellos que instigan a la violencia a través del discurso de odio en la web. A principios de año, académicos paquistaníes promovieron [16] la prohibición del lenguaje de odio.

El gobierno paquistaní prometió [17] controlar el flujo de discursos de odio tomando medidas estrictas en contra de cualquiera que propague sectarismo vía redes sociales o teléfonos móviles. El gobierno regional Sindh [18] está dispuesto a prohibir la mensajería instantánea y las llamadas vía Voice-over-Internet Protocol (VoIP) con clientes como Skype, Viber y otras redes de comunicación, porque los terroristas las estaban usando, según reportes, para planificar sus ataques. Pero nada parece detener la popularidad creciente de los contenidos de odio compartidos.

Furhan Hossain escribe en Twitter:

un avance natural del estudio acerca de Pakistán desde el ámbito de internet, traería aprendizajes cuantitativos sobre las tendencias del lenguaje de odio.

Shahzad Ahmad. Image by Rezwan [21]

Shahzad Ahmad en Washington DC. Foto: Rezwan

Consulté a Bytes For All en el pasado y logré leer su reporte sobre lenguaje de odio antes de su lanzamiento. Entrevisté a Shahzad Ahmad [5], director de Bytes For All, para obtener más detalles del estudio para Global Voices (GV):

GV: ¿Cómo define el discurso de odio?

SA: At Bytes for All, Pakistan, we align our definition of hate-speech with the recommendations of Frank La Rue [22], based on the work of Article 19, which lays out a series of parameters which form the basis of hate-speech which should be addressed by the law. Some of these parameters include the intention and intensity of any form of expression that either calls for or can lead to curtailment of human rights, discrimination, hostility and violence against any human being or group.

En Bytes for All, Pakistán, alineamos nuestra definición de discurso de odio con la de Frank La Rue [22], basada en el trabajo de Article 19, que establece una serie de parámetros que forman la base del discurso de odio que debería ser atendido por la ley. Algunos de estos incluyen la intención e intensidad de cualquier forma de expresión que convoque o pueda dirigir a la restricción de derechos humanos, discriminación, hostilidad o violencia de cualquier ser humano o grupo.

GV: ¿Cuál comunidad o grupo de personas enfrentan más discurso de odio y cuáles son las razones?

SA: Groups which were observed to faced the most amount of hate-speech included politicians, media groups/individuals, women and LGBT, and religious minorities. Another visibly large amount of hate-speech was against ‘Indians’ and ‘Hindus,’ where the two terms were being interchangeably used as if both were synonyms.

De acuerdo con las observaciones del estudio, los grupos que enfrentan la mayor cantidad de discursos de odio incluyen a políticos, grupos o individuos en los medios, mujeres, LGBT y minorías religiosas. Otra cantidad visible de discurso de odio encontrado incluye a «Indios» e «Hindúes», términos que son usados indistintamente, como si fueran sinónimos. 

GV: ¿Cuáles son los hallazgos principales del reporte?

SA:  One of the most important finding of the research indicated that Pakistani internet users were largely unaware of hate speech laws in Pakistan, but were, in general, largely able to identify hate speech correctly. One trend observed in the survey results was the impact of income on views, attitudes and understanding of hate speech. In almost all cases, respondents in the high income bracket had progressive views on hate speech, expressed a greater understanding of the issue, and were better at identifying hate speech correctly, as compared to all other demographic groups. Conversely, respondents in the low income bracket showed the least understanding of hate speech and were markedly worse at identifying hate speech correctly as compared to all other groups.

In terms of platforms, Facebook was highlighted as the most problematic, with 91% of respondents indicating they had come across hate speech on the social network. It is unclear whether this is the result of Facebook’s immense popularity in Pakistan, or the result of an endemic problem on the platform.

Uno de los principales hallazgos del informe fue que muchos usuarios de internet de Pakistán no están al tanto de las leyes nacionales sobre lenguaje de odio, pero son capaces (en su mayoría) de identificar sus manifestaciones. Una tendencia observada en el estudio fue el impacto de los ingresos en los puntos de vista, actitudes y comprensión del lenguaje de odio. En casi todos los casos, los entrevistados en el sector de altos ingresos tenían puntos de vista progresistas con respecto al discurso de odio, expresaron más comprensión sobre el tema y eran mejores al identificarlo correctamente, en comparación con otros grupos demográficos. En contraste, los entrevistados en grupos de menores ingresos, demostraron menor entendimento del discurso de odio y capacidad de identificación de formas del mismo, con respecto a otros grupos.

Con respecto a las plataformas, Facebook destacó como la más problemática. 91 por ciento de los entrevistados indicaron que habían encontrado discurso de odio en dicha red social. No está claro si esto es resultado de la inmensa popularidad de Facebook en Pakistán o de un problema endémico en la plataforma.

GV: ¿Por qué hay una tendencia creciente de discurso de odio y cultura de la humillación en internet?

SA: Internet witnessed a steep rise during last 15 years in Pakistan. In a country where approximately 60% of population can be categorized as youth (less than 30 years of age), this new medium gave a new tool of communication to the youth. But the intolerance and conservativeness of society remained a problem even on the internet. Internet escalated this intolerance because it gave a platform to people to speak (and abuse), while maintaining any level of anonymity as per their desire. Lack of effective cybercrime laws and pro-people legislation, the intolerance of the society started reflecting on the internet more visibly. This is one of the reasons why we witnessing growing trend of hate speech on the internet in Pakistan.

SA: Internet creció de manera significativa durante los últimos 15 años en Pakistán. En un país donde aproximadamente 60 por ciento de la población puede ser categorizada como joven (menor de 30 años de edad), este nuevo medio representó una herramienta de comunicación para los jóvenes. Pero la intolerancia y conservadurismo de la sociedad continúan siendo problema, incluso en internet. La intolerancia creció en la web porque esta dio una plataforma para la expresión (y el abuso), a la par de mantener cualquier nivel de anonimato que desearan. La falta de leyes efectivas en contra de los crímenes informáticos y la intolerancia de la sociedad empezaron a reflejarse más visiblemente en internet. Esta es una de las razones por la que estamos viendo una tendencia creciente del discurso de odio en el internet en Pakistán. 

GV: ¿Cómo cree que debería ser enfrentado el tema del lenguaje del odio en la web?

SA: There is no quick way of tackling online violence, because what happens online is a reflection of the offline. While conventional peace building methods such as dissemination of online social etiquette are extremely important, Pakistani cyberspace is in dire need of pro-people cyber legislation to address the need of the day – holistic accountability of all individuals. Pakistan has had cyber laws in the past, when the ordinance lapsed, no one bothered to make sure that it remained a continuing process. Sadly, the past laws were anti-people and largely flawed, and the current proposed draft is also fairly problematic, although it can be improve after a multi-stakeholder process, which the government is always wary of.

Having said this, the role of corporations and intermediaries in dealing with online hate speech and other forms of violence cannot be sidelined. Activists have been protesting against the lax attitude of corporations such as Facebook and Twitter in addressing online abuse through various campaigns such as Take Back The Tech!, #FBRape and #OrangeDay for years. Similarly many policy advocacy efforts are underway, but more are needed. Most importantly, at the end of the day, unity against violence will reign supreme.

No hay vía rápida para detener la violencia en línea, porque lo que pasa en internet es un reflejo del mundo exterior. Aunque los métodos tradicionales de construcción de paz como la difusión de la «netiqueta» (etiqueta en redes sociales) son sumamente importantes, el ciberespacio paquistaní necesita urgentemente de leyes informáticas en favor de la gente que responda a las necesidades de hoy: rendición de cuentas integral de todos los individuos. Pakistán tuvo leyes sobre el ciberespacio en el pasado. Cuando su lapso venció, nadie se preocupó por que fuera un proceso con seguimiento. Tristemente, las leyes antiguas eran contrarias a la gente, con varias fallas y la propuesta actual también es bastante problemática, aunque pudiera mejorar con la participación de varios grupos de interés -proceso al que es renuente el gobierno.

Al decir esto, no podemos ignorar el papel de las corporaciones e intermediarios al lidiar con el lenguaje de odio en la web. Los activistas hemos protestado por la actitud laxa de empresas como Facebook y Twitter para responder frente al abuso digital, a través de campañas como Take Back the Tech!, #FBRape y #OrangeDay, durante años. De forma parecida, están en marcha varios esfuerzos activistas sobre políticas sobre el tema, pero se necesitan más esfuerzos. Al final, vencerá la unidad en contra de la violencia.

GV: ¿Se ha visto que activistas por la paz, abogados y periodistas son también amenazos en línea en Paquistán? El caso reciente de Raza Rumi [23] es un ejemplo: le enviaron amenazas de muerte gráficas en Twitter y Facebook y las cuentas fueron eliminadas posteriormente. ¿Qué piensa sobre esta situación?

SA: ​This is a classic example of how dangerously malicious some people can be online. It highlights the importance of treating digital mediums with as much importance as offline mediums. While ​cybercrime legislation as well as corporate intermediaries can both address these issues of user generated threats and violence to some extent, one issue is often not given adequate attention; dangers of non-transparent and illegal surveillance conducted by the governments themselves.

Recent days have seen a massive increase in attacks on journalists and human rights defenders; all this, after governments have been exposed conducting illegal and invasive spying on everybody, which hints towards possible repeated misuse of such technologies even. It is no rocket science to understand that when governments force corporate intermediaries producing hardware and software to create back-doors into people's privacy, they create vulnerabilities in their physical well-being just as much. The lack of transparency in matters such as usage of dangerous technologies such as Finfisher is such that even after almost a year of filing a lawsuit against it, no progress into initiation of hearings has been made.

Este es un ejemplo clásico de cuán maliciosas pueden ser algunas personas en internet. Destaca que debemos tratar a los medios digitales con igual importancia que los medios no digitales. Aunque las leyes sobre crímenes informáticos y los intermediarios corporativos pueden atender los temas de amenazas generadas por los usuarios y violencia hasta cierto punto, hay un tema que no cuenta con suficiente atención: los peligros del espionaje ilegal y no transparente hecho por los propios gobiernos.

Los días recientes han traído un aumento importante en los ataques hacia periodistas y defensores de derechos humanos. Todo esto después que los gobiernos han quedado al descubierto realizando espionaje e llegal hacia todos, cosa que sugiere un mal uso continuo de dichas tecnologías. No es ninguna ciencia entender que cuando los gobiernos obligan a sus intermediarios empresariales a producir hardware y software que abren puertas a la privacidad de la gente, terminan creando debilidades en su integridad física. La falta de transparencia en el uso de tecnologías como Finfisher es tal que después de un año de crear un amparo en contra de la misma, no han empezado las audiencias sobre el tema. 

Sin embargo, hay una diferencia entre intentar detener el lenguaje de odio y acabar con las diferencias de opinión e ideología. Desafortunadamente, lo primero (gobernanza de internet) se convierte frecuentemente en una excusa para que las autoridades implementen lo segundo (censura de internet). Varias páginas paquistaníes de Facebook, seculares e izquierdistas, aprendieron esto de forma directa cuando fueron presuntamente removidas [24] y desparecieron, casi mágicamente. Esperemos que este reporte sea usado positivamente para entender al discurso del odio y frenar su crecimiento y que no sea empleado para alimentar al demonio de la censura.

Escrito en colaboración con Rezwan [25], Editor Regional de Global Voices para el Sur de Asia. Este artículo fue editado el 7 de junio, a las 19:56 GMT para incluir la asociación previa de la autora con Bytes for All. Ella ha consultado con la organización en el pasado, pero no tuvo que ver en la investigación o redacción de este informe concreto.