El reportaje de Coletivo Nigéria fue publicado originalmente en el sitio web de la Agencia Pública, el 8 de octubre de 2013. Global Voices reproduce el artículo en tres partes.
Lea también: primera parte, segunda parte.
Después del éxito de los ensayos de campo en Juazeiro, Bahia – relatados en los dos primeros artículos de esta reportaje – en julio del 2013, la empresa británica responsable por los mosquitos transgénicos Oxitec protocolizó una solicitud de licencia comercial en la Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad (CTNBio). Desde fines del 2012, la empresa posee el CNPJ (Número de Identificación Fiscal de personas jurídicas) en el país y mantiene un empleado en São Paulo. El país representa al día de hoy su más probable e inminente mercado. El director global de desarrollo de negocio de la empresa, Glen Slade, vive actualmente entre Oxford y São Paulo y cuenta:
A Oxitec está trabalhando desde 2009 em parceria com a USP e Moscamed, que são parceiros bons e que nos deram a oportunidade de começar projetos no Brasil. Mas agora acabamos de enviar nosso dossiê comercial à CTNBio e esperamos obter um registro no futuro, então precisamos aumentar nossa equipe no país. Claramente estamos investindo no Brasil. É um país muito importante
La Oxitec trabaja en Brasil desde el 2009 en asociación con la Universidad de São Paulo y la empresa Moscamed, ambos buenos socios que nos han dado la oportunidad de empezar proyectos en Brasil. Ahora terminamos de enviar nuestro informe a la CTNBio y esperamos obtener un registro en el futuro, así que necesitamos ampliar nuestro equipo en el país. Desde luego, estamos invirtiendo en Brasil. Es un país muy importante.
La empresa de biotecnología surgió en los laboratorios de una de las más prestigiosas universidades del mundo. Fundada en 2002, desde entonces viene captando inversiones privadas y de fundaciones sin ánimo de lucro, tales como Bill & Melinda Gates, para financiar la continuidad de las investigaciones. Según Slade, más de 50 millones de reales fueron invertidos en esta última década en perfeccionamiento y pruebas de la tecnología. Además de la nueva industria ya instalada en Campinas, en el interior de São Paulo, la empresa pretende también instalar nuevas bioindustrias en las ciudades que recibieran grandes proyectos, lo que reducirá el costo a largo plazo, ya que las liberaciones necesitan ser mantenidas indefinidamente para evitar el retorno de los mosquitos salvajes. La velocidad de reproducción del Aedes aegypti es motivo de preocupación. Caso se interrumpa el proyecto, la especie puede recomponer la población en pocas semanas. Helen Wallace, directora ejecutiva de la GeneWatch, critica este punto:
O plano da empresa é conseguir pagamentos repetidos para a liberação desses mosquitos todo ano. Se a tecnologia deles funcionar e realmente reduzir a incidência de dengue, você não poderá suspender estas liberações e ficará preso dentro desse sistema. Uma das maiores preocupações a longo prazo é que se as coisas começarem a dar errado, ou mesmo se tornarem menos eficientes, você realmente pode ter uma situação pior ao longo de muitos anos.
El plan de la empresa es lograr pagos repetidos para la liberación de los mosquitos durante todo el año. Si su tecnología funciona y realmente logra reducir la incidencia de la dengue, no se podrá suspender las liberaciones, quedándose por lo tanto, atrapado dentro de este sistema. Una de las más grandes preocupaciones es que si las cosas empezaran a no funcionar o incluso si se tornaran menos eficientes, podrá crearse una situación peor a lo largo de los años.
El riesgo iría desde la reducción de la inmunidad a la enfermedad en las personas hasta el desmantelamiento de otras políticas públicas de combate al dengue, como los equipos de agentes de salud. Hoy, según Mário Machado de la Secretaria de Salud, Juazeiro gasta en promedio 300 mil reales por mes en el control de endemias, de las cuales el dengue es la principal.
La secretaría negocia con Moscamed la ampliación del experimento para todo el municipio o incluso para toda la región metropolitana formada por Juazeiro y Petrolina – una prueba que abarcaría medio millón de personas –, con el fin de evaluar la eficacia en grandes contingentes de población. De cualquier forma y aunque avancen los experimentos, ni la organización social brasileña ni la empresa británica presentaron estimativas del precio para una posible liberación comercial. El secretario Machado admite:
Ontem nós estávamos fazendo os primeiros estudos, pra analisar qual é o preço deles, qual o nosso. Porque eles sabem quanto custa o programa deles, que não é barato, mas não divulgam.
Ayer estábamos realizando los primeros estudios para analizar cuál sería su precio y el nuestro. Pues, saben cuánto cuesta su programa, que no es barato, pero no lo difunden
A las puertas de un nuevo mercado
En un reportaje del periódico británico The Observer en julio del 2012, la Oxitec estimó el coste de la técnica en “menos de” 6 libras esterlinas (cerca de 10 dólares) por persona por año. En un cálculo simple, apenas multiplicando el número por la cotización actual de la moneda británica frente al real y desconsiderando un sin número de otras variables de esta cuenta, el proyecto en una ciudad de 150 mil habitantes costaría aproximadamente 3,2 millones de reales (cerca de 1,3 millones de dólares) al año.
Si imaginarnos la cantidad de municipios brasileños de pequeño y mediano porte en los cuales la enfermedad es endémica, la pujanza del mercado que se abre – incluso desconsiderando los grandes centros urbanos del país, excedería la actual capacidad de la técnica. Sin embargo, esto es apenas una parte del negocio. La Oxitec además, posee varios otros insectos transgénicos, destinados al control de las plagas agrícolas y que deben encontrar campo abierto en Brasil, uno de los gigantes de la agroindustria en el mundo. Mientras espera la autorización de la CTNBio, la brasileña Moscamed ya se está preparando para probar la mosca de la fruta transgénica, que sigue la misma lógica del Aedes aegypti. Además de esta, la Oxitec tiene otras 4 especies genéticamente modificadas que podrán ser probadas alguna vez en Brasil, a empezar por Juazeiro y el valle del São Francisco. Como comenta Slade, representante de Oxitec:
Não temos planos concretos [além da mosca-das-frutas], mas, claro, gostaríamos muito de ter a oportunidade de fazer ensaios com esses produtos também. O Brasil tem uma indústria agrícola muito grande. Mas nesse momento nossa prioridade número 1 é o mosquito da dengue. Então uma vez que tivermos este projeto com recursos bastante, vamos tentar acrescentar projetos na agricultura.
No tenemos planes concretados [para más allá de la mosca de la fruta] pero, por supuesto nos gustaría tener la oportunidad de probar también con esos productos. Brasil tiene una industria agrícola muy grande. Pero en eso momento nuestra prioridad es el mosquito de la dengue. Así que, una vez tengamos este proyecto con suficientes recursos, intentaremos acrecentar los proyectos de agricultura.
Así como varios de sus colegas, Slade ha trabajado en el gigante de la agroindustria, la Syngenta. El hecho, según Helen Wallace, revela la condición pionera del Aedes aegypti transgénico en un nuevo mercado de mosquitos genéticamente modificados:
Nos achamos que a Syngenta está principalmente interessada nas pragas agrícolas. Um dos planos que conhecemos é a proposta de usar pragas agrícolas geneticamente modificadas junto com semestres transgênicas para assim aumentar a resistências destas culturas às pragas.
Creemos que Syngenta está interesada principalmente en las plagas agrícolas. Uno de los planes que conocimos es la propuesta de utilizar las plagas agrícolas genéticamente modificadas junto a semillas transgénicas con el fin de aumentar la resistencia de estas culturas a las plagas.
Glen Slade esclarece:
Não tem nenhum relacionamento entre Oxitec e Syngenta dessa forma. Talvez tenhamos possibilidade no futuro de trabalharmos juntos. Eu pessoalmente tenho o interesse de buscar projetos que possamos fazer com Syngenta, Basf ou outras empresas grandes da agricultura.
Todavía no hay ninguna relación de este tipo entre la Oxitec y la Syngenta. Quizás tengamos la posibilidad en el futuro de trabajar conjuntamente. Tengo personalmente interés en buscar proyectos que podamos desarrollar junto a Syngenta, Basf u otras grandes empresas agrícolas.
En 2011, la industria de agrotóxicos facturó 14,1 mil millones de reales en Brasil. Como el más grande mercado de este tipo en el mundo, el país puede en los próximos años inaugurar una nueva etapa tecnológica en el combate a las pestes. Así como en la salud colectiva, con el Aedes aegypti transgénico parece haber un futuro comercial prometedor. Todavía resta saber como la técnica convivirá con las vacunas contra el virus del dengue, que están en su fase final de pruebas – una desarrollada por un laboratorio francés, otra por el Instituto Butantan, en São Paulo.
De entre los linajes de los mosquitos transgénicos, puede surgir también una versión nacional. Como confirmó la profesora Margareth de Lara Capurro-Guimarães del Departamento de Parasitología de la USP y coordinadora del Programa Aedes Transgénico, los mosquitos transgénicos ya se encuentran bajo investigación en la universidad paulista. Otra posible solución tecnológica para un problema de salud pública en Juazeiro, Bahia – una ciudad en la cual, según el levantamiento del Sistema Nacional de Informaciones sobre Saneamiento (SNIS) del 2011, la red de alcantarillado solo abarca el 67% de la población urbana.
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