El vídeo de una paliza a un niño sirio provoca protestas y detenciones

Por Charlotte Gilliland y Madeleine Bair

«Vamos, Abbas, no tengas miedo. ¡Pégale!»

«Agarra la porra y dale en la cara y en la cabeza», dice una voz en off. «No», suplica el indefenso niño, identificado más tarde como un refugiado sirio de nueve años, «No me peguen». En el minuto 1:46, justo antes de que la filmación se corte, voces más adultas fuera de cámara comienzan a reír.

A lo largo de un fin de semana de julio, este vídeo protagonizó una auténtica vorágine de cobertura mediática en Líbano, motivada por una campaña en la Red que ha acabado en varios arrestos y un acalorado debate sobre la discriminación de los refugiados sirios y el trato que se da al niño que aparece en el vídeo.

Según un artículo del diario libanés The Daily Star sobre el vídeo, el clip se publicó por primera vez en la web de noticias Yasour, que lo recibió a través de la plataforma de mensajería móvil WhatsApp. «La persona que nos envió el vídeo no tiene nada que ver con él, y nos ha pedido que mantengamos en secreto su identidad», dijo el propietario de Yasour.org al Daily Star. «No tenemos mucha información sobre quiénes son los perpetradores».

El vídeo subido por Yasur ha sido eliminado por violar los términos de servicio de YouTube, pero ANA, una organización mediática sobre periodismo ciudadano sirio, publicó una versión subtitulada en su canal de YouTube que en poco tiempo obtuvo cientos de visitas. Nota: Para proteger la seguridad de los niños que aparecen en el vídeo, el Canal de Derechos Humanos publicó el mismo vídeo con subtítulos, utilizando una herramienta de edición para pixelar sus rostros y mantener sus identidades en el anonimato. Este vídeo puede verse al principio de este artículo.

Atención mediática y respuesta legal

Lo que más ha escandalizado del vídeo no ha sido solo que parece mostrar a adultos que incitan a la violencia a niños, sino que su acento indica que las voces en off y el niño agresor son libaneses, mientras que el que recibe la paliza es sirio. (Más tarde, las investigaciones verificaron sus nacionalidades).

Cuando el vídeo apareció en las noticias libanesas y en los medios sociales el sábado 19 de julio, se creó una petición en línea en Avaaz, la plataforma de campañas en la Red, en la que se exige a las autoridades libanesas que «encuentren al padre de Abbas y emprendan las acciones legales adecuadas». La campaña fue iniciada por Yazan Atassi, un sirio residente en Dubai, que se ha visto obligado no solo a pedir acciones gubernamentales, sino también a sensibilizar sobre este escandaloso ejemplo de maltrato infantil. En un intercambio de correos electrónicos, Atassi dijo al Canal de Derechos Humanos que sentía una tremenda empatía con el pequeño libanés, aparentemente manipulado por los que estaban con él. Atassi escribió que este vídeo iba más lejos del tema sectario: también reflejaba una violación de los derechos del niño.

Como esperaba Atassi, las autoridades libanesas estaban tomando buena nota. En la cuenta oficial en Twitter de las Fuerzas Internas de Seguridad, la agencia declaró que se había iniciado una investigación sobre el suceso. Este es el tuit original en árabe:

El sábado por la noche, un equipo de televisión ya había localizado a los padres de ambos niños. Los padres negaron haber estado presentes durante el incidente, y explicaron que fue un grupo de adolescentes quienes indujeron a los niños y filmaron el apaleamiento. En una entrevista, el padre de Abbas, el niño libanés, dijo al periodista que su hijo tiene dos años, y que el otro es un refugiado sirio de nueve años, de nombre Khaled, que pasa mucho tiempo con su familia. La discusión, según él, está motivada por una simple gamberrada, más que por un comportamiento xenófobo. «No deberíamos magnificar este tema, no eran más que dos niños jugando juntos. No hay ningún conflicto sectario de fondo».

La madre de Khaled dijo al equipo de reporteros que su hijo dejó de ir a la escuela porque lo acosaban y amenazaban por ser sirio. Se enteró del incidente del vídeo cuando su vecino le dijo que su hijo salía en televisión. Pero también dijo que no sentía ningún rencor hacia la familia de Abbas por lo sucedido.

A pesar de las explicaciones de los padres, al día siguiente, las autoridades libanesas anunciaron el arresto del padre de Abbas y de un primo adolescente que identificaron como el que realizó la filmación.

Aunque la campaña en la Red recibió más de 2000 firmas el día que se inició, tanto Atassi como Avaaz informaron que no podían estar seguros del efecto que dicha campaña había tenido a la hora de acelerar la acción legal. Al menos, la campaña sirvió como plataforma para que los ciudadanos escandalizados expresaran sus sentimientos, lo que rápidamente derivó en la creación de una página de Facebook que consiguió más de 1000 seguidores el día de su aparición.

Cuestiones posteriores

Muchos activistas ven una victoria en la rápida aplicación de la ley a lo que parece ser un acto violento contra un niño refugiado sirio, pero un mes más tarde siguen quedando preguntas sin respuesta sobre el incidente grabado en vídeo, la investigación digital que han llevado a cabo las autoridades y el impacto que la exhibición de este vídeo ha provocado.

Para empezar, está la historia del propio vídeo. ANA ha publicado dos clips que suman menos de tres minutos de filmación, y son alarmantes pero no suficientes para extraer conclusiones sobre lo que está sucediendo y sobre quién es responsable del niño al que se incita a golpear al otro. Hemos visto muchos casos de vídeos que, sin el contexto adecuado, pueden inducir a la audiencia a una interpretación incompleta o incorrecta de lo que está viendo. ¿Existen más vídeos que puedan proporcionar una visión más completa del incidente? ¿Estos vídeos ayudarían a aclarar si el caso ha sido una simple gamberrada o un abuso xenófobo? (Tras los arrestos, residentes de la zona sugirieron que los hechos se habían malinterpretado e inflado de forma desproporcionada. Un hombre dijo que Khaled era en realidad hermanastro de Abbas, mientras que otro residente informó de que el vídeo no era más que una «broma»). 

Por otra parte, ¿cuál es la función de la unidad libanesa de ciberdelitos que efectuó las detenciones, y cómo supervisa los delitos que se graban en vídeo? El director de la agencia dijo a los medios que los metadatos ayudaron a que los investigadores pudieran rastrear el paradero de la familia en los suburbios al sur de Beirut a partir del vídeo subido a Yasour.org. Pero ¿qué metadatos condujeron a los investigadores allí, y cómo los consiguió la unidad de ciberdelitos, conocida por supervisar la comunicación en línea de periodistas y ciudadanos libaneses, violando las propias leyes del país? (WhatsApp ha arraigado en las redacciones de todo el mundo, pero se han tenido que revisar los fallos de seguridad de la plataforma por poner en peligro los datos de los usuarios, incluyendo la ubicación). Esta diligencia de las autoridades libanesas a la hora de localizar a los autores de vídeos colgados en Internet, ¿representa un motivo de preocupación para potenciales informantes, periodistas ciudadanos y activistas en la red?

Finalmente, ¿ha aumentado la seguridad de los niños en cuestión gracias a la difusión del vídeo? El paradero del chico víctima del ataque y de su familia no está claro. Un oficial dijo que se les derivó a ACNUR, mientras que otro informó de que habían sido reubicados en un «lugar seguro» gracias a un generoso donante. Los asistentes a una conferencia de prensa el 23 de julio declararon al Daily Star que la familia continuaba en el vecindario, y que era víctima de amenazas por parte de la familia del otro chico y de la mayor parte de los vecinos. Atassi, el activista que inició la campaña de Avaaz, y que sigue el caso, también dijo que las familias siguen en el mismo barrio. El ministro de Asuntos Sociales, Rashid Derbas, dijo que ambos chicos han recibido atención de los servicios sociales, y después condenó a los medios por revelar su rostro y sus nombres en los noticiarios.

Hostilidad creciente hacia los refugiados sirios en el Líbano

Llevará cierto tiempo evaluar si la rápida respuesta del gobierno ante este vídeo demuestra su sincera preocupación por la violencia contra los refugiados sirios en el Líbano, donde han llegado más de un millón de refugiado sirios, haciendo del Líbano el país con mayor concentración per cápita de refugiados del mundo. Al tiempo que luchan por necesidades básicas como empleo, vivienda y educación, los refugiados se enfrentan al resentimiento de los libaneses, que les culpan del aumento de precios, la bajada de salarios y el exceso de alumnos en las clases. A lo largo del pasado año se han iniciado varias campañas en los medios sociales para luchar contra el racismo en el país, entre ellas este vídeo en el que varios activistas hablan en contra del discurso racista.

El vídeo se ha tomado de la entrevista de la cadena Al Jadeed con el padre de Abbas, que subió Deer Alzoor a YouTube.
 
Madeleine Bair es la encargada del Canal de Derechos Humanos en WITNESS. Pueden seguirla en Twitter: @ythumanrights@madbair. Charlotte Gilliland estudia en la universidad Tufts y trabaja como becaria en el Canal de Derechos Humanos. Pueden seguirla en @cgilliland07.

1 comentario

  • Espero que de verdad hagan algo y saquen de allí a la familia porque si antes acosaban y lastimaban al niño es lógico pensar que ahora lo harán con la familia completa….

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