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Documentos filtrados revelan cómo el partido comunista chino canaliza la opinión pública

Categorías: Asia Oriental, China, Libertad de expresión, Medios ciudadanos, GV Advox
West Gate of Peking University. Photo by 維基小霸王 via Flickr (CC BY-SA 3.0) [1]

Acceso oeste de la Universidad de Pekín. Foto de 維基小霸王, tomada de Flickr (CC BY-SA 3.0)

El 27 de febrero de 2014 se creó un organismo de coordinación central de gobierno denominado Grupo piloto central para seguridad de internet e informatización (CISIG) [2], cuyos líderes son el presidente chino Xi Jinping, el primer ministro Li keqiang y el jefe de proselitismo Liu Yunshan. El alto nivel del grupo de coordinación indica que la seguridad de la información en Internet se ha convertido en una prioridad máxima para el gobierno chino.

Además de la protección de redes de información locales, la rutina de «mantenimiento de estabilidad» más importante es el control en el flujo de los datos que circulan en Internet mediante la censura y la canalización de opiniones. Con el fin de fortalecer el monitoreo de la web, el gobierno chino decidió ratificar al «analista de opinión en Internet» como un trabajo legítimo [3]. Varios críticos señalan que esta política implica un cambio en la táctica proselitista del gobierno chino, sin embargo poco se sabe sobre la manera en que las opiniones son «canalizadas» y los mecanismos que utilizan los analistas para hacer su trabajo. Esto plantea la siguiente cuestión: ¿qué hacen en realidad los analistas de opinión en línea?

A diferencia del «Partido de los cincuenta centavos», que se encarga de encauzar opiniones públicas al escribir comentarios en línea y eliminar publicaciones, los analistas de opinión en Internet [4] usan programas informáticos para controlar foros y sitios de redes sociales, recopilar posturas y opiniones de usuarios, reunir informes y enviar estos últimos a los responsables de la toma de decisiones. Los analistas de opinión ofrecen estrategias de gestión de crisis para instituciones estatales y privadas afiliadas al partido, como por ejemplo universidades, grupos de beneficencia y organizaciones civiles y también a autoridades gubernamentales locales y nacionales.

Según The Beijing News [5], aproximadamente 2 millones de personas en China trabajan actualmente como analistas de opinión pública, cifra que supera al millón y medio de miembros de las fuerzas armadas que se encuentran activos en el país.

Una evaluación que se filtró recientemente [6] de un programa de canalización de opiniones de la Universidad de Pekín revela el mecanismo de formación de opinión que ejecutaba el partido chino. El centro de investigación es dirigido por la Liga Juvenil Comunista de China y se encarga de coordinar los análisis y canalizar las opiniones dentro de la Universidad. El programa supervisa los mensajes y las conversaciones en línea de la comunidad universitaria y publica informes periódicos analizando los pensamientos en línea para los administradores de la universidad.

El informe que se filtró trata de los esfuerzos que se llevaban a cabo para orientar opiniones en la Academia Yenching, una residencia que la Universidad de Pekín lanzó la primavera pasada. Yenching ofrece becas completas para el Programa de Maestría en Estudios Chinos de un año de duración (impartida en inglés), cuyo fin es preparar una élite de futuros líderes internacionales. De acuerdo al plano de la universidad, la residencia debía estar ubicada al lado de la biblioteca principal, en el centro del campus, el cual está rodeado de edificios y patios antiguos chinos. Muchos sintieron que el proyecto arruinaría el patrimonio de la Universidad de Pekín.

En junio, una encuesta en línea de la universidad determinó que el 88% de las personas estaban en contra de la ubicación propuesta para la residencia. Los estudiantes universitarios comenzaron a organizar protestas en el campus en junio pasado y el 6 julio de 2014 se publicó en Weibo una carta abierta sobre este asunto dirigida al presidente chino Xi Jinping.

El 9 de julio los líderes de la Universidad de Pekín debatieron este tema con miembros del cuerpo docente y estudiantes de la universidad en una sesión de consulta abierta.

La evaluación difundida fue publicada por el Centro de Investigación Juvenil y describe el trabajo que ha llevado a cabo el programa de canalización de opiniones desde el 9 de julio, fecha en que comenzó la consulta pública.

El informe señala que el 10 de julio la sección administrativa y la oficina del partido de la universidad coordinaron tareas junto con el Centro de Investigación Juvenil y el encargado del sistema de tablero de anuncios para obtener un conjunto de cuentas de usuarios. Los sistemas de «tableros de anuncios» en línea son muy utilizados para divulgar comunicados y discusiones en los campus universitarios chinos. 

El administrador del sistema abrió seis cuentas laborales para los comentadores en línea y éstos empezaron a publicar comentarios sobre el proyecto de la Academia  Yenching esa misma tarde. Muchos de sus comentarios expresaron el apoyo al proyecto de Yenching. A las 19:11, una cuenta laboral denominada «dwww» de un usuario que afirmó ser un ex alumno de la universidad, publicó un artículo extenso titulado: «Mi experiencia en la consulta de la Academia Yenching» con el fin de criticar a aquellos que se opusieron al proyecto.

El documento de evaluación estableció que el lenguaje utilizado en la publicación era muy formal, a diferencia del que usan los usuarios habituales del sistema de tablero de anuncios. Además, incluía ataques personales a ciertos profesores y estudiantes que denunciaron el proyecto durante la consulta del 9 de julio. La publicación causó inquietud entre otros usuarios del sistema, quienes luego investigaron en los registros de IP de «dwww», junto con otras cuentas de usuarios que inundaron el sistema con muestras de respaldo al proyecto de Yenching.

Con el tiempo, estos usuarios descubrieron que «dwww» y «pkudavid» compartían la misma dirección de IP (que provenía de la oficina del rector de la universidad). Al rastrear las actividades del usuario «pkudavid» durante un par de días, los otros usuarios llegaron a la conclusión de que la cuenta pertenecía a Yang Dawei, jefe de la Oficina del partido de la Universidad de Pekín.

Para impedir que los usuarios habituales de Internet atacaran a Yang y al partido, el Centro empezó a eliminar publicaciones, bloquear cuentas de usuarios y cambiar la lista de «temas candentes» (similar a las tendencias de Twitter). Pero eso no los contuvo y se volcaron a los medios sociales como Weibo (aplicación parecida a Twitter), Renren (semejante a Facebook) y la plataforma de redes sociales móviles WeChat para exponer el escándalo.

Los titulares como «Mentira expuesta: miembro del equipo de la Universidad de Pekín fingió ser ex alumno para apoyar al proyecto de Yenching» se convirtieron en un tema de discusión en los medios sociales y numerosas cuentas populares de egresados de la Universidad de Pekín, tales como «Las Voces de la Universidad de Pekín» enviaron la historia a sus seguidores. Sin lugar a dudas, este incidente debilitó la credibilidad de la universidad.

El documento propone tres sugerencias para el futuro trabajo de canalización de opiniones:

1. Mejorar las habilidades de canalización de opiniones y evitar la acumulación de sentimientos hostiles.

2. Orientar el diálogo y la comunicación; tratar de incluir sugerencias razonables en el proyecto.

3. Evitar la infiltración de fuerzas locales y externas/extranjeras. Las opiniones del sistema de tablero de anuncios de la Universidad están controladas pero es esencial contar con la asistencia de dirigentes proselitistas y la oficina nacional de información para revisar las opiniones en otras plataformas de medios de comunicación social. Para favorecer los intereses del desarrollo a largo plazo de la universidad, es necesario tomar medidas enérgicas y castigar a aquellas personas que esparcen rumores, lanzan ataques personales y difaman la casa de altos estudios y a sus líderes.

Este estudio demuestra la diferencia entre comentaristas en línea y analistas de opinión (los denominados «50 centavos»): los primeros en realidad asumen la tarea de escribir comentarios para encauzar las opiniones en línea mientras que los segundos coordinan, evalúan y brindan orientación futura para trabajos de canalización de opiniones.

A primera vista, la canalización de opiniones parece similar al trabajo de relaciones públicas que se realiza en otros países. No obstante, el informe que se filtró indica que los analistas de opinión en línea de China que trabajan en organismos controlados por el estado, funcionan más como agentes de inteligencia, ya que ellos formulan de manera activa tácticas de gobernanza para el Partido Comunista chino. El documento también informa que ellos tienen comunicación con autoridades proselitistas para brindar apoyo en el campo de batalla ideológico. 

Al principio, este informe de evaluación se filtró como un documento público en Baidu pero fue retirado inmediatamente. Sin embargo, los usuarios de Internet copiaron el documento y lo están haciendo circular sin agregar muchos comentarios – como insinuaba el Centro de Investigación Juvenil: cualquier observación crítica que puede ser interpretada como una difamación o ataque personal, puede provocar persecuciones.