Este verano, el Banco Mundial anunció que destinará $5 billones para la ayuda en África y así colaborar con el continente para la optimización de su potencial para la producción de electricidad. La iniciativa se enfoca, entre otros, en el poder del recurso hidroeléctrico. Aunque sus economías regionales se están expandiendo rápidamente, África todavía sufre de grandes deficiencias en la electrificación, un factor que dificulta el desarrollo.
Existen muchas iniciativas, tanto privadas como públicas, que intentan incrementar el acceso a la electricidad, pero la magnitud de la tarea es abrumadora. El 15% de la población mundialvive en el continente africano, aunque representa solo el 3% del consumo global de electricidad. La falta de recursos, así como también la infraestructura inexistente, hace que las organizaciones públicas y privadas deban unirse para darle poder a África y para consolidar los esfuerzos de desarrollo. Debido a la ,magnitud de las necesidades a lo largo del territorio, solo un esfuerzo conjunto de todas las partes ayudará a llenar el vacío en el acceso a la electricidad de toda la población aislada. Por ejemplo, Electricidad de Francia (EDF), la compañía nacional de energía de Francia, actualmente está llevando a cabo múltiples proyectos de electrificación en el continente.
Menos del 10% de los africanos subsaharianos de zonas rurales tiene acceso a la electricidad.
Hoy en día, África es un continente prometedor y rico en recursos naturales. También es la tierra que se ha denominado, de modo poético, «una sociedad en eterna oscuridad», debido a la escasez de electricidad en la mayoría de sus naciones. En 2014, 600 millones de personas carecen de electricidad. La tasa de electrificación en el continente africano es de alrededor del 42 por ciento.
Aunque esta cifra es una de las más bajas entre todos los países en desarrollo, si no la más baja, también está sujeta a marcadas diferencias regionales. Mientras el 99% de la región Magreb tiene electricidad, en África Subsahariana la tasa es de solo 31%. También existe un problema de desigualdad debido a la división que separa las zonas urbanas de las rurales. El 69% de las ciudades están electrificadas, pero la zona rural de África todavía debe arreglarse con una tasa de alrededor del 25%. Por este motivo, menos del 10% de la población rural de las zonas subsaharianas gozan de los beneficios de la electricidad.
Estas cifras reflejan la falta de recursos de un continente que al mismo tiempo lucha por atraer inversiones y por mantener a las compañías nacionales dedicadas a proveer electricidad. En la búsqueda de rentabilidad, los inversores se encuentran con una población en la que el 70% de la gente vive con menos de $2 por día y con ingresos que no pueden cubrir siquiera los gastos requeridos por un consumo mínimo de electricidad. Además, las compañías de servicios eléctricos operan con instalaciones pesadas y de fácil desgaste, con las que no pueden ganar dinero enfocándose solo en el sector minorista. Debido a esta falta de capital, algunas ONG y grupos públicos y privados de la comunidad internacional se están involucrando en proyectos de electrificación que hoy en día todavía parece ayuda al desarrollo.
Grandes progresos debido a la energía solar
La poca electrificación en África es un problema que involucra factores de todo el mundo, con foco particular en la energía solar debido a la cantidad excepcional de luz solar que recibe el continente. Por esto, cuatro años atrás Mozambique recibió un préstamo de $35 billones por parte de Corea del Sur. Este préstamo tenía el propósito de financiar la construcción de tres plantas de energía solar y facilitar la consolidación de la capacidad energética del país. Mientras tanto, Orange, un grupo de telecomunicaciones francés, se embarcó en la empresa de instalar 1300 antenas, distribuidas a lo largo de áreas rurales, con el propósito de permitirle a la gente recargar sus celulares.
Al considerar el despliegue de electricidad en África, mayormente presente en áreas subsaharianas, a menudo el énfasis se coloca en la energía renovable para satisfacer mejor las necesidades de África, mientras al mismo tiempo se optimizan los recursos naturales. Por lo tanto, 30 inversores estadounidensesanunciaron a principios de junio de 2014 que tenían la intención de financiar el desarrollo de plantas de energía solar y de plantas de energía hidroeléctrica en esta parte del continente, con un monto de un billón de dólares. Estos fondos, a lo largo de cinco años, también se utilizarán para capacitar a expertos africanos sobre el tema de la energía, y para recolectar dinero para apoyar a los proveedores de energía locales. Ernest Moniz, ministro de energía de los Estados Unidos, declaró:
El acceso a redes centralizadas de energía no es una solución completa para estos países ubicados en uno de los continentes menos urbanizados […] Pero con soluciones que incluyan proyectos pequeños y que no dependan de la red, podemos llevar la electricidad a las áreas rurales.
EDF, Schneider Electric, industrias francesas que invierten en áreas rurales
Recientemente, la compañía francesa EDF (Electricidad de Francia) se unió a la Corporación Financiera Internacional (una filial del Banco Mundial), para intervenir en las áreas rurales del África subsahariana, con el propósito de conectar a las 500,000 personas que residen en estas áreas a las redes de energía. El grupo francés, liderado por Henri Proglio, realizará una electrificación sin red, que es más económica y tiene la ventaja de ser más autosuficiente. Actualmente, se comenzó una etapa de prueba en Benín, con la ambición de conectar a 25,000 personas mediante la utilización de una red híbrida solar-diesel, junto con plantas energéticas que provean bioenergía. Para Edward Dahomé, el Director de EDF por África y el Acceso a la energía, la electricidad es:
Un produit vital sans lequel aucun vrai développement n’est possible. L’accès à l’énergie des populations rurales, souvent les plus défavorisées, permet de réduire la pauvreté en développant les activités génératrices de revenus, mais aussi l’éducation, la santé, l’accès à l’eau etc.
Un producto vital, sin el cual el verdadero desarrollo no es posible. El acceso de las poblaciones rurales más pobres a la energía a menudo reduce la pobreza mediante el desarrollo de actividades que generan ingresos, además de educación, salud, acceso al agua, etc.
El grupo de energía eléctrica está empezando más y más proyectos de modo que el mayor número de naciones se pueda beneficiar con su conocimiento práctico. En Botsuana, EDF fue elegida por la empresa nacional de electricidad, Botswana Power Corporation, para llevar a cabo su programa de electrificación rural descentralizada. En Malí, junto con ADEME (empresa del Medioambiente y de la Regulación de la Energía), el gigante de la energía ha creado una Sociedad para Servicios Descentralizados (SSD) con el objetivo de ofrecer servicios energéticos que sean apoyados por una firma legal local. La misión de la SSD es electrificar 20 pueblos de la región mediante la utilización de microestaciones de voltajes bajos y medios, abastecidas por energía solar y diesel. EDF también tiene amplia experiencia en el trabajo con proyectos comprometidos con el medio ambiente en Marruecos y Senegal.
EDF no es el único conglomerado francés interesado en el alcance del mercado africano. El grupo industrial Schneider Electric también ha iniciado una empresa, habiendo anunciado el año pasado su intención de implementar soluciones para «aumentar la cantidad de electricidad disponible en África con una inversión limitada». Este proyecto, titulado «Smart Cities» (Ciudades Inteligentes), está basado en la modernización de la red existente y la utilización de fuentes de energía renovable, y puede ahorrar hasta 30% de la energía utilizada en las ciudades africanas.
Mohammed Saad, presidente de Schneider Electric en África, dijo:
Le défi consiste non seulement à produire plus d’électricité, mais aussi à générer une énergie intelligente afin de permettre une croissance intelligente en Afrique.
El desafío no es solo producir más electricidad, sino también generar energía de manera inteligente, permitir el crecimiento inteligente en África.
Aunque la electrificación rural en África todavía ofrece un pequeño rendimiento de la inversión para los que la implementan, la iniciativa apoya el crecimiento de muchos países, y por tanto participa en el surgimiento de un mercado potencial de más de 589 millones de personas. Para hacerlo, se necesitarán muchas más inversiones. El Banco Mundial predice que menos del 60% de la población africana tendrá electricidad en sus hogares para el año 2030, y que requerirá una inversión anual de 40 billones de euros para satisfacer todas las necesidades energéticas del continente.