Francia: La deuda pública se aproxima al 100% del PBI

La deuda pública francesa a lo largo de las legislaturas de los últimos años, según el color político de los sucesivos gobiernos (Fuente: INSEE) por Tchone CC BY-SA 3.0

La deuda pública francesa a lo largo de las legislaturas de los últimos años, según el color político de los sucesivos gobiernos (Fuente: INSEE). Imagen de Tchone CC BY-SA 3.0

 

Hace cinco años, la deuda pública francesa llegaba a un máximo del 80% del PIB, ahora se acerca a una tasa de endeudamiento del 100%. Esta conjetura podría poner a Francia en una posición muy delicada ante los mercados.

Treinta mil trescientos euros es la suma que pende sobre cada ciudadano francés. El pasado mes de agosto, la deuda francesa sobrepasaba la barrera simbólica de los dos billones de euros. Una cifra 90 000 millones mayor que la de enero, lo que significa un aumento del 4,7%. El anuncio llegaba una semana después del informe del INSEE, que señalaba un crecimiento cero por segundo trimestre consecutivo en Francia.

¿Está Francia en un punto crítico?

«Crecimiento anémico» y riesgo de deflación en la zona euro, advertía el lunes la Organización para la Cooperación y el Crecimiento Económico (OCDE), razones por las que la deuda pública francesa podría alcanzar el 98% del PIB el año próximo. Un aumento del déficit, sumado a la inflación y a un crecimiento carente de impulso explican esta progresión. El comienzo del curso económico se anuncia tormentoso.

« On ne peut anticiper aucune stabilisation de la dette, cette année, et même en 2015 », elle devrait continuer de progresser dans les mêmes proportions. »

«No se puede anticipar una estabilización de la deuda este año, ni siquiera en 2015, sino que debería seguir progresando en la misma proporción».

afirma Laurent Bigorgne, director del Instituto Montaigne. 

Así que el año próximo, el gobierno de París tendrá un pie en el club de países cuya deuda tiene tres cifras. Dentro de la zona euro, Francia será, tras Italia, el país que más dinero debe a los mercados internacionales, lo que le coloca en una situación de gran fragilidad. Un crecimiento inexistente –recetas fiscales que se evaporan, déficits que aumentan más de lo previsto– y al mismo tiempo, una inflación prácticamente nula, afectan a su economía y representan una pesada carga para el Ministerio de Economía. Una carga que además no parece que vaya a disminuir.

El pago de esta deuda sigue siendo una prioridad absoluta, Francia consagra más de 45 000 millones de euros solo a pagar los intereses de los préstamos, es decir que la totalidad de los ingresos del impuesto sobre la renta, por ejemplo, se dedican a pagar estos intereses. Para invertir esta tendencia haría falta una consolidación del crecimiento, recortes en el gasto público y un entorno más dinámico en Europa. Pero a corto plazo, se espera poca evolución en estos tres puntos. Recordemos que la OCDE acaba de revisar a la baja las perspectivas de actividad de la zona euro, y en particular en Francia. Concretamente, la deuda de Francia va a aumentar el año próximo, probablemente en más de 70 000 millones de euros, y a finales de 2015 se aproximará al 100 % del PIB.

Prestamistas conciliadores

Paradójicamente, el estado francés está obteniendo créditos actualmente a un interés históricamente bajo, nunca los había conseguido a tasas tan mínimas. Francia sigue así endeudándose a tasas negativas a corto plazo: acaba de obtener hace unos días 8 000 millones de euros a un interés por debajo de 0, prueba de la confianza en el país que muestran los mercados.

Los acreedores –bancos, fondos de pensiones, compañías aseguradoras, fondos soberanos– de la deuda pública francesa son en un  70% no residentes en el país. Entre los acreedores extranjeros, muchos residen en la zona euro: un 52% de la deuda de Alemania y Francia está dentro de dicha zona y se negocia en euros. El hecho de que la deuda francesa esté en manos extranjeras tiene sus ventajas y sus inconvenientes.

Prueba del atractivo del país son las elevadas calificaciones asignadas por las agencias de calificación, sinónimo de confianza en Francia; un inconveniente, ya que una tasa de endeudamiento elevada para con no residentes implica que el país es sensible a las coyunturas internacionales, lo que podría provocar una explosión de los tipos de interés y una mayor dificultad para conseguir crédito en los mercados –sirva como ejemplo el caso de Grecia durante la crisis de las deudas soberanas.

Está claro que Francia disfruta de un entorno financiero extraordinario, y consigue crédito a tasas muy bajas.¿Puede durar esta situación? Eso sería contrario a toda lógica, e incluso podría decirse que milagroso.

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