Medallista olímpico Javier Culson en el centro de una polémica con la prensa en Puerto Rico

Javier Culson. Foto tomada de vídeo.

Javier Culson. Foto tomada de vídeo.

¿Hasta qué punto una figura pública puertorriqueña casi universalmente celebrada como modelo positivo tiene derecho a denunciar como desee en su cuenta de Twitter lo que percibe como incorrecto? Esa pregunta pareció estar en el centro de la controversia ocurrida en los últimos días entre el medallista olímpico Javier Culson y el periódico Primera Hora, uno de los periódicos de mayor circulación en Puerto Rico y parte del imperio mediático del Grupo Ferré Rangel.

Todo comenzó el domingo, 14 de septiembre, cuando Primera Hora tuiteó una nota sobre la carrera de los 800 metros de la Copa Continental de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo, celebrada en Marrakech, Marruecos, donde el atleta olímpico puertorriqueño, Wesley Vázquez, quedó en octavo lugar. La noticia se tuiteó con una cita del propio artículo que leía «Quedó en posición de observar las espaldas de los demás competidores». Javier Culson reaccionó molesto en su cuenta de Twitter de la siguiente manera:

En su edición del sábado 20, Primera Hora publicó un artículo en el que dos entrevistados, que forman parte del gremio periodístico y al mundo deportivo, amonestan a Culson por el lenguaje que utilizó en su cuenta de Twitter:

Una persona con el estándar y  reconocimiento que tiene el destacado vallista boricua y abanderado olímpico Javier Culson debería ser mucho más cuidadoso en sus expresiones públicas, irrespectivamente [sic] de sus intenciones.

En uno de los tuits de Primera Hora que anunciaba la edición de ese día se resaltó uno de los temas de la portada: las expresiones de Culson.

La controversia se extendió al periódico de mayor circulación en Puerto Rico, El Nuevo Día, el cual

Columna de Chu García en El Nuevo Día, lunes 22 de septiembre de 2014, página 63. Imagen tomada por Ángel Carrión.

Columna de Chu García en El Nuevo Día, lunes 22 de septiembre de 2014, página 63. Imagen tomada por Ángel Carrión.

publicó el lunes 22 una columna del comentarista deportivo Chu García, quien se expresó de la siguiente manera:

[Javier Culson], en un arrebato de compañerismo desmedido, sentenció que los que no sabían correr no podían opinar, dándome la impresión que usó al semifondista de Orocovis [Wesley Vázquez] como excusa porque en sí aprovechaba la situación para poder expeler caca por su boca, que necesita ponerse la banda elástica que usa en su cabeza.

Sepa, Culson, pues, que en mi caso, por diversión y busca de salud, llevo más tiempo corriendo que él viviendo; y entonces él me está concediendo derecho de llamarle desagradable, mal educado, acomplejado y cobardón de mente […]

Molesta que un competidor de alto rendimiento prefiera pelear con los periodistas en vez de armonizar relaciones profesionales, ya que ambos se necesitan mutuamente en aras de que el país se alegré [sic] más de sus logros internacionales, y que les han valido decenas de miles de dólares del gobierno y entidades comerciales que les auspician y que pueden convencerse que es un pelagatos.

La columna, publicada solamente en la edición impresa, provocó que al menos un lector denunciara en una carta a El Nuevo Día lo que éste percibió como un ataque personalista de Chu García hacia Javier Culson:

No hay lugar a dudas que a Javier Culson le quedó muy mal el haber generalizado su crítica a algunos periodistas que entiendo tampoco fueron respetuosos con su compañero de equipo Wesley Vázquez. 

Ahora bien los ataques que el periodista deportivo Chu García ha despotricado de una forma desmedida contra Culson rayan en lo personal.

Usuarios de Twitter expresaron su apoyo a Culson y Vázquez, a la vez que cuestionaron el comportamiento del periódico por utilizar una expresión que podía interpretarse como burlona, como se puede ver en el tuit a continuación:

Otros usuarios exigieron que el periódico se disculpara con los atletas: 

La controversia provocó la crítica del comentarista deportivo y bloguero Rafael R. Díaz Torres, quien criticó en el blog Comentario Deportivo Boricua la actitud defensiva que asumió el periódico:

Lejos de publicar una nota de disculpa a Vázquez o al menos garantizar que titulares de ese tipo no se utilicen más al reseñar la gestión del sacrificado trabajador deportivo, PH recurrió al veterano periodista Raúl Álzaga para intentar disciplinar a Culson y validar la nefasta línea editorial sensacionalista en la cobertura del deporte de alto rendimiento. En la nota titulada Lamentan expresiones de Culson, Álzaga cita reconocidas figuras en los ámbitos de las comunicaciones y el deporte para tratar de “poner en su lugar” a Culson, quien aparentemente transgredió el modelo ideal del atleta dócil y apolítico dentro de la lucrativa industria global del nacionalismo olímpico y federativo.

Luego añade:

Ante las expresiones de [José Enrique] Arrarás [presidente de la Federación de Atletismo] cabe cuestionarse: ¿por qué representar a un país en materia olímpica debe ser un impedimento para denunciar las injusticias cometidas por la prensa y otras esferas de poder ante el compañero y compañera que deja su vida en el terreno deportivo?

El intento de mordaza ante el gesto solidario de Culson levanta suspicacia sobre las motivaciones de ejecutivos deportivos que le hacen campaña a la prensa corporativa en su intento de disciplinar atletas con el propósito vender titulares que degradan la gestión del trabajador deportivo.

Díaz Torres concluye su artículo con el hashtag #cabronescorranustedes, terminando de expresar lo que Culson se reservó y el cual ha sido utilizado en Twitter por usuarios que se han solidarizado con Culson y Vázquez.

Al comentar sobre la microviolencia en el mundo cotidiano, Miguel Rodríguez Casellas, en el programa Puerto Crítico, transmitido vía Internet por Bonita Radio algunos días antes del incidente entre Culson y Primera Hora, argumentó que existe una tendencia de utilizar el imperativo de la «paz» y del cuidado en la expresión como un mecanismo violento para silenciar la disidencia (alrededor del minuto 28:30):

[…] Ahí es quizás una de las dimensiones más perversas del ejercicio de la violencia, cuando es la paz —no la agresión— sino la paz y el imperativo de paz lo que se convierte en la herramienta de violencia. Y es una herramienta de violencia en la medida en que invisibiliza, que quiere imponer tonos, que quiere imponer una estructura anímica de cómo es que se tienen que decir las cosas. […] «Ah, es que eso nos desanima, es que eso no es constructivo», y yo te voy a decir, eso en cualquier liga lee como un intento de silenciar, como un intento de controlar una forma de decir las cosas y de imponernos una nueva esfera de disciplina.

Puede escuchar el programa completo a continuación:

Imagen de portadilla tomada de video.

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