
Fotos de la manifestación en los exteriores del tribunal de Kabul en el facebook del activista Barry Salaam. Utilizada con permiso.
En una tensa y emotiva manifestación en el exterior del tribunal de Kabul, hombes y mujeres afganos marcharon, cantaron y sostuvieron pancartas que decían «Defendemos a nuestra hermana. Defendemos nuestro honor», «Violar a mujeres es violar a la nación» y «Pedimos justicia al gobierno». Se hizo justicia rápidamente el mismo día, en la forma de siete penas de muerte para los presuntos autores de una terrible violación colectiva. El clamor social que envolvió el juicio representa la mayor reacción popular a un caso de violación en la historia moderna del país, y una de las escasas ocasiones desde la caída de los Talibanes en las que el gobierno ha respaldado la pena capital.
El 7 de septiembre, los siete hombres fueron declarados culpables de robo a mano armada y de adulterio (no de violación) en relación con un incidente que tuvo lugar a finales de agosto en la capital. Se esperaba que próximamente se ahorcara a los hombres (identificados públicamente por las víctimas vestidas con burkha), aunque los veredictos no son definitivos y pueden ser recurridos. A otros tres sospechosos los busca la policía. Organizaciones de derechos internacionales están preocupadas de que la emoción y el populismo hayan influido en el proceso en este caso.
Según la versión ampliamente aceptada del incidente de Paghman, el 23 de agosto un grupo de diez personas paró a dos vehículos con ocho mujeres y dos hombres en el distrito de Paghman en la capital. Los asaltantes tomaron como rehenes a cuatro mujeres, golpeándolas y violándolas. Temiendo la exclusión social, la familia de las mujeres las llevaron a un hospital cercano sin informar a la policía. El caso no se abrió hasta la muerte de una de las víctimas en el hospital. La familia volvía de una boda en el momento de la agresión.
Cuando la historia salió a la luz a principios de mes, se volvió rápidamente viral, con la etiqueta #Paghman apareciendo en toda la esfera afgana de Twitter.
El diputado británico de origen afgano, Rohullah Yakobi, tuiteó que el motivo que se escondía tras el silencio de la familia era «proteger su honor».
#Afghan multiple group rape victim dies in hospital, family keeps quiet to protect their «honour» & avoid social stigmatisation. #Sad
— Rohullah Yakobi (@kohnadeh) September 2, 2014
La víctima afgana de la violación colectiva fallece en el hospital, la familia mantiene silencio para proteger su «honor» y evitar la estigmatización social. Triste.
El saliente presidente afgano, Hamid Karzai, cuyos críticos le han acusado de actuar de cara a la galería mientras consideraba que hacer luego del final de su mandato, dio rápidamente su apoyo a la pena capital para los hombres:
Mujib Mahsal tuiteó la cita de Karzai:
1. President Karzai, on Paghman rape case: “I am against hanging/executions, you know it, and I have always stood against them.»
— Mujib Mashal (@MujMash) September 7, 2014
1. El Presidente Karzai, sobre el caso de la violación en Paghman: «Estoy en contra de los ahorcamientos/ejecuciones, ya lo saben, y siempre he estado en contra».
2. Karzai: «But for the perpetrators of Paghman – I asked them to be arrested swiftly, and I ask the court to order their hanging”
— Mujib Mashal (@MujMash) September 7, 2014
2. Karzai: «Pero para los autores de Paghman – pido que se les arreste rápidamente, y le pido al tribunal a que los sentencien a ser ahorcados».
El periodista Ahmad SHuja reflexionó sobre la antigua naturaleza del castigo, el cual junto con la lapidación, ha supuesto una característica básica del sistema jurídico afgano bajo la ley Talibán:
The whole of this country is a Colosseum, and the chants are «Put ‘em to death!» #Paghman
— Ahmad Shuja احمدشجاع (@AhmadShuja) September 7, 2014
Todo el país es un Coliseo, y los cánticos son «¡Mátenlos!»
Akmal Dawi colgó una foto de los procesos judiciales en su cuenta de Twitter:
Afghan primary court sentenced to death 7 men accused of gang rape in Paghman District pic.twitter.com/cucQY3TJ00
— Akmal Dawi (@kabul3) September 7, 2014
El tribunal de primera instancia afgano sentenció a muerte a 7 hombres acusados de una violación colectiva en el distrito de Paghman
Grupos de la sociedad civil también pidieron ajusticiar a los autores en concentraciones por las ciudades y provincias. Zheela Nasari tuiteó:
#Afghan women stage rallies in 8 cities across #Afghanistan in support of justice for #victims of gang rape #Kabul: http://t.co/St8nFNzJnk
— Zheela Nasari (@ZheelaJ) September 7, 2014
Mujeres afganas organizan manifestaciones en 8 ciudades de Afganistán en apoyo a la justicia por las víctimas de la violación colectiva
La cobertura de la violación colectiva dio origen incluso a un duro grito de batalla en las colonias penales afganas:
Prisoners in Afghan jail: “If the perpetrators of the Paghman gang rape are not hanged, we will kill them here when they are imprisoned.”
— Afghan Daily (@AfghanDaily) September 7, 2014
Reclusos en una cárcel afgana: «Si los autores de la violación colectiva de Paghman no son ahorcados, los mataremos cuando entren en prisión».
Mientras, Heather Barr, investigadora de los derechos de las mujeres para Human Rights Watch, se preocupó por la celeridad del veredicto:
The Paghman rape case is a serious test of Afghanistan's justice system – and it is failing. Due process is for all crimes, for all accused.
— heather barr (@heatherbarr1) September 7, 2014
El caso de la violación de Paghman es un examen serio al sistema jurídico afgano, y va a suspender. Las garantías procesales son para todos los delitos, para todos los acusados.
El Jefe de Policía, el General Zahir Azimi, confirmó que los condenados habían sido arrestados previamente por un número de delitos serios. Sin embargo, debido a la corrupción en el sistema legal afgano, dijo, se les había puesto en libertad.

Fotos de la manifestación en el exterior del Tribunal de Kabul en el Facebook del activista Barry Salaam. Utilizada con permiso.
Aunque a muchos les preocupará el evidente gusto de Afganistán por la pena de muerte, otros señalarán la marcha a lo largo de Kabul y la consiguiente manifestación en el palacio de justicia como una demostración extraordinaria de la oposición popular a los delitos de violación. Cada vez más a menudo, cuando se dan violaciones en la sociedad afgana, se envía a las víctimas a la cárcel o se les pide que se casen con quien ha abusado de ellas. Tampoco se castigan otros delitos contra las mujeres. Cuando Sahar Gul fue torturada hasta la muerte por su marido y su familia política, estos se vieron libres de responsabilidad.
Aún más destacable que la manifestación, no obstante, fue el hecho que las propias mujeres (junto con otras mujeres supuestamente violadas tres años atrás), aparecieran en el tribunal lleno e identificaran a sus atacantes muy de cerca.
Tal y como Bethany E. Matta tuiteó:
Women gang raped in Paghman attack identified perps publicly. Ext. courageous move anywhere, let alone #Afghanistanpic.twitter.com/1Dz1RRDw8Y
— Bethany E. Matta (@BethanyMatta) September 5, 2014
Las mujeres violadas colectivamente en Paghman atacaron en público a los autores identificados. Extremadamente valiente este hecho donde los haya, más aún en Afganistán