Mi primer post para Global Voices no fue técnicamente mi primer post. Lo había publicado antes en mi blog, medeamaterial, era un post acerca de un festival musical que se realizó en el centro de San Jose, Costa Rica, [1] y David Sasaki, que era en ese entonces el editor para América latina, se puso en contacto conmigo para republicar mi artículo. Me interesó la idea, miré el sitio de Global Voices y me di cuenta de que estaba en inglés… entonces sugerí que podía traducir el artículo. Me imagino que eso le causó intriga a David y después de un intercambio de mensajes él me sugirió que podía escribir también sobre las elecciones en Costa Rica, y ese se convirtió en mi primer post. El segundo fue un artículo acerca del Festival internacional de música, que reescribí para reflejar el estilo de Global Voices de crear puentes con los blogs. Por eso mi segundo post fue en realidad el primero que marcó el comienzo de este proceso.
Unos pocos meses después de que comencé a escribir para Global Voices, presentando las conversaciones que teníamos en Costa Rica al resto del mundo, me mudé a Colombia. Seguí cubriendo la blogósfera de Costa Rica mientras trataba de descubrir la de Colombia, especialmente la de Medellín. Mi ciudad no tenía una gran comunidad de blogueros, pero encontré unos pocos blogueros audaces que se convirtieron en buenos amigos. Nos propusimos crear conciencia acerca del blogueo, conocer a otros blogueros y escritores en la ciudad y enseñar a más personas a bloguear. Obtuvimos una de las primeras becas de Rising Voices y tuvimos la oportunidad de trabajar en una nueva biblioteca con un grupo de jóvenes que querían aprender a usar las nuevas tecnologías.
Un tiempo después, me pidieron y alentaron a postularme como editora de videos para Global Voices. Lo pensé, presenté una solicitud, conseguí el empleo y comenzó oficialmente el período de mi vida en la que tuve mi trabajo soñado. Mi hobby, lo que hacía por diversión y por el gusto de compartir historias, se convirtió en mi medio de vida. Me sentía en la luna.
Gracias a Global Voices llegué a conocer un increíble grupo de personas de todo el mundo. Tuve la oportunidad de viajar y compartir mis conocimientos con personas que me enseñaron aún más de lo que podría enseñarles jamás. Conocí el MEJOR ambiente de trabajo que he tenido, y esto colocó la vara muy alta: después de todo, no sucede todos los días que haces un trabajo significativo con gente brillante, dedicada y auto motivada y que sabe cómo usar las herramientas en línea para colaborar…y puedes hacerlo en pijamas desde casa, sin tener que trasladarte. Participé de las Cumbres de Global Voices en Budapest, Chile y Kenia y la combinación de grandes amigos, fabulosos lugares e increíbles conversaciones han colocado a esas conferencias en un lugar privilegiado en la lista de mis mejores experiencias de vida. Las cosas buenas a veces deben llegar a su fin, y una vez que me mudé a los EE.UU. me di cuenta de que no tenía más tiempo para hacer el mejor trabajo y Global Voices se merecía algo mejor, por eso decidí que era tiempo de renunciar.
Me encanta que Global Voices esté celebrando su décimo aniversario. Espero con ansias ver todas las fotos y conocer las aventuras de la próxima Cumbre. ¡Estaré en espíritu con todos ustedes allí!