¿Por qué se describe la construcción de una base militar norteamericana en Henoko como el Ferguson japonés?

Osprey deployment withdraw protest rally

Un hombre protesta en Tokio contra el despliegue de aviones Osprey estadounidenses. El letrero dice: «Cierren todas las bases estadounidenses en Okinawa.» (27 enero de 2013). Foto hecha por KAZUMAC. Copyright Demotix.

Es una de las historias más importantes de Japón, pero de la que menos se ha informado tanto en Japón como en el extranjero: la decisión de trasladar la Estación Aérea del Cuerpo de Marines de EE.UU. Futenma desde la parte central de la isla de Okinawa hasta Henoko, unos 50 km al norte.

La decisión de trasladar Futenma a Henoko ha generado durante los últimos meses protestas a gran escala tanto en tierra como en el mar. Algunos comentaristas se refieren a los eventos en Henoko como el Ferguson japonés, como alusión a la muerte a tiros en Ferguson (Missouri) de un joven desarmado a manos de la policía en agosto, lo que provocó protestas y disturbios. 

Como muestra el vídeo de mediados de setiembre de 2014 alojado en Ryuku Shimpo, una gran legión de la Guardia Costera captura y detiene con rapidez a los manifestantes que se aventuran a acercarse a la construcción por violar la orden judicial (令状主義違反) de permanecer lejos del área.

Mientras, en tierra, las protestas contra la base en Henoko atrayeron a multitudes de hasta 10,000 personas.

Okinawa es a la vez la prefectura más meridional de las 47 que tiene Japón pero también la más pobre.

A pesar de sus dimensiones reducidas (ocupa solo el 0.6 por ciento de la superficie terrestre de Japón), Okinawa alberga por lo menos 28 instalaciones militares norteamericanas y tres cuartas partes del personal del ejército estadounidense emplazado en Japón. Alrededor del 20 por ciento de Okinawa está dedicado a instalaciones militares, legado de su estatus de posguerra como territorio norteamericano “en fideicomiso”, que solo le fue devuelto a Japón en 1972.

Muchas de las 28 instalaciones militares norteamericanas se encuentran en barrios con una gran densidad de población. La Estación Aérea del Cuerpo de Marines Futenma está situada en el corazón de la ciudad de Ginowan.

Ha habido intentos durante muchos años por reubicar a las fuerzas norteamericanas. A finales de 2013 el primer ministro, Shinzo Abe, y el gobernador de Okinawa, Hirokazu Nakaima, firmaron un acuerdo para construir una nueva base militar estadounidense en Henoko, lugar relativamente prístino a una hora en coche desde Ginowan.

Aunque se había hablado de trasladar a los marines a Guam y a pesar de las promesas preelectorales de los políticos locales de oponer resistencia a los proyectos de construcción en Henoko, las fuerzas estadounidenses no abandonarán Okinawa en un futuro próximo. Los residentes de Okinawa se sienten traicionados.

La nueva base militar norteamericana de Henoko en Okinawa será construida en un arrecife de coral y lecho de vegetación marina, habitado por el dugongo, un mamífero marino en peligro de extinción que está protegido por la ley japonesa y estadounidense.

Keiko Tsuyama, periodista japonesa con residencia actual en Nueva York, entrevistada hace poco por GV, dice: “Si este tipo de proyecto estuviese planificado [para] la costa este o la costa oeste de los Estados Unidos, nunca sería tolerado por los norteamericanos. ¿Por qué Henoko?”

Protesta pacífica, respuesta desproporcionada 

La decisión de construir una base en Henoko acrecentó con rapidez el resentimiento en la zona tras el acuerdo de finales de 2014. Durante el verano, la carretera frente a la zona de construcción en Henoko se convirtió en un gran campamento de protesta.

Algunos manifestantes llevan acampando aquí desde 1996, cuando empezaron los planes para ubicar la base en Henoko:

Durante el verano pasado, algunos manifestantes salieron a la mar con kayaks y canoas, en un intento por protestar por un estudio del fondo marino en la Bahía de Oura, en Henoko, previo a la construcción.

Si bien se han retransmitido las protestas en la televisión, las imágenes grabadas muestran por lo general el enfrentamiento entre las autoridades y los manifestantes como si se tratara de un juego del gato y el ratón de baja intensidad.

Por ejemplo, un reportaje de las noticias locales del 3 de setiembre de 2014 muestra a las fuerzas de seguridad persiguiendo a un manifestante que ha cubierto con una red una plataforma utilizada para perforar pozos de sondeo para un estudio sísmico. (Actualización: Desde la publicación de esta historia, el vídeo mencionado ha sido eliminado.)

El periódico local Ryuku Shimpo ha subido algunas imágenes de YouTube de los agentes de la Guardia Costera de Japón haciendo cumplir la orden judicial:

La etiqueta #henoko en Twitter proporciona asimismo actualizaciones periódicas sobre las protestas de Henoko.

Durante los últimos meses, muchos tuiteros están captando una respuesta del gobierno de una intensidad sorprendente:

Se han confiscado docenas de canoas (según Okinawa Times). Tenemos que imponernos y derrocar este régimen despótico en las próximas elecciones para gobernador de la prefectura.

Henoko.net es un blog actualizado con asiduidad que proporciona una cobertura detallada de las protestas y de las respuestas de la Guardia Costera. La actualización del 14 de setiembre comenta:

 辺野古の海は今、海上保安庁による恐怖と暴力によって占領されています。

まずは、この動画をご覧下さい。この動画は辺野古の新基地建設・移設反対の抗議船に乗船した…ある名護市民の方から提供された未公開映像で、このブログ「辺野古戦記」ではじめて一般公開されるものです。

La Guardia Costera está usando la intimidación y tácticas agresivas para ejercer control sobre el mar de Henoko. Para que se hagan una idea de las tácticas, miren el vídeo que hay más abajo. En el vídeo, grabado y enviado por residentes locales de Nago, aparecen oficiales abordando los barcos de los manifestantes cerca de donde se planea construir la base. Esta es la primera vez que se han publicado estas imágenes en línea para que las vea el público.

Es poco probable que las tácticas agresivas sean suficientes para disuadir a la población de Okinawa, quienes sobrevivieron primero a la Batalla de Okinawa al final de la guerra, después a 30 años de ocupación norteamericana y ahora a años de presionar al gobierno para que reduzca el número de bases norteamericanas en la prefectura.

Un tuitero sintetiza el espíritu de los manifestantes:

«Jamás nos rendiremos». Letrero fijado en la valla de la base planeada en Henoko.

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