Polémica cosecha de algodón de Uzbekistán ‘alimenta al régimen, no a los ciudadanos’

Buses take children and adults alike to pick cotton in Uzbekistan's fields. Screenshot taken from video uploaded by Kudrat Babadjanov.

Buses llevan a niños y adultos por igual para recoger algodón en los campos de Uzbekistán. Captura de pantalla de un video publicado por Kudrat Babadjanov.

La temporada de cosecha de algodón en Uzbekistán ha terminado oficialmente, pero según informes, profesores y escolares siguen trabajando en los campos. Se sabe que los líderes provinciales aplican fuerza física contra los granjeros que no llegan a cumplir con sus metas en la cosecha de algodón, mientras un reciente informe sugiere que el ingreso por la producción de algodón puede pasar por alto el presupuesto estatal. A pocas personas vinculadas con la autoritaria república les sorprenden los hallazgos del informe.

Uzbekistán es famoso por los trabajos forzados y el trabajo infantil en particular. En 2009 una publicación de la Escuela de Estudios Orientales y Africanos (SOAS, por su nombre en inglés) en Londres sostuvo que por lo menos el 86% de los colegios en los distritos hallados por el estudio durante la temporada algodonera de 2008 fueron objeto de solicitudes de captación obligatoria por parte del gobierno. Los contratados eran niños de entre 11 y 14 años, de quienes se esperaba que recogieran entre 15 y 70 kilogramos de algodón por día, dependiendo de su edad y la época de la cosecha. Seis años después, a pesar del relativo éxito de una campaña en curso para obligar a los fabricantes a boicotear el algodón uzbeko, poco ha cambiado dentro del país. Uzbekistán fue el sexto mayor productor del mundo en la cosecha pasada, y los niños siguen contribuyendo a la causa.

Un informe realizado en meses pasados revela que el ingreso de la cosecha va a un oscuro fondo de riqueza soberana extrapresupuestal llamado Selkhozfond, del que casi nada se sabe. Los autores del documento de trabajo de Soros Sector algodonero de Uzbekistán: Flujos financieros y distribución de recursos, que cooperó con un exfuncionario del gobierno en realizar el informe, tuvieron que usar a todas sus fuentes solamente para saber el nombre completo del director de Selkhozfond, Shukrullo Umurov.

En una entrevista con Uznews.net, un servicio de noticias administrado por uzbekos que viven fuera del país, uno de los autores del informe, Alisher Ilkhamov, dijo que estaba seguro de que el presidente uzbeko, Islam Karimov, era el principal beneficiario del fondo.

Chip, comentarista en Uznews.net, estuvo de acuerdo:

Каримов бессовестно нарушает уголовный кодекс по статьям «мошенничество» «присвоение государственнного имущества» и т.д. Вся экономика построена как криминальная. Всё наворованное отправляется в банки Запада, и поэтому «белых и пушистых» банкиров можно рассматривать как главных виновников всех бед страны

[El presidente uzbeko Islam] Karimov viola sin pudor el código penal bajo artículos como «fraude», «apropiación de propiedad estatal», etc. Toda la economía está construida como una economía de mafia. El dinero robado va a bancos occidentales. Esos banqueros «blancos y acolchaditos» cargan la culpa por todos los males del país.

Nablyudatel, otro usuario del servicio, exige que Uzbekistán reforme un sector algodonero que es tóxico desde un punto de vista ecológico y social.

Нужно ли реформировать отрасль, которая постоянно испытывает такие напряжения и всё больше разрушает экологическую среду? В климатических условиях Узбекистана гораздо более прибыльным и экологически безопасным было бы выращивать и перерабатывать овощи и фрукты, а хлопок – это культура рискованная для земледелия страны.

¿No debemos reformar una industria que constantemente pasa por presiones y destruye cada vez más el ambiente? Con las condiciones climáticas de Uzbekistán, es mucho más rentable y conveniente para el ambiente cultivar y procesar frutas y verduras, y el algodón es riesgoso para la cultura agrícola del país.

Sin embargo, el usuario agrega:

Но реформировать хлопковую отрасль (а тем более отказываться или резко уменьшать площади под хлопок) режим Каримова не в состоянии, потому что, как справедливо указано в статье, хлопок кормит этот режим. Именно режим, а не граждан страны.

El régimen de Karimov es incapaz de reformar el sector algodonero (más aun, recortar o reducir la producción de algodón) porque, como lo señala correctamente el artículo [informe], el algodón alimenta al régimen político, no a los ciudadanos del país.

El gobierno uzbeko hace oídos sordos a los llamados de no usar niños en la cosecha. Además, el servicio uzbeko de RFE/RL, Ozodlik, informó el 29 de octubre que algunos hokims [jefes de administraciones regionales] golpean a los granjeros que no cumplen con sus cuotas de producción.

Ilkhamov y su coautor Bakhodyr Muradov dicen que ese comportamiento está motivado por el temor de los hokims de perder su trabajo:

For failure to fulfil targets, local hokims risk losing their position and farmers are subject to a range of economic and administrative sanctions, including criminal prosecution and the reallocation of the land they farmed in favour of other farmers.

Ante la imposibilidad de cumplir sus objetivos, los hokims locales se arriesgan a perder sus puestos y los agricultores están sujetos a una serie de sanciones económicas y administrativas, incluidos procesos penales y la readjudicación de la tierra en la que trabajaban a favor de otros agricultores.

En un artículo en Uznews.net «¿Por qué debo recolectar algodón?», el periodista Kudrad Babadjjanov, explica por qué cada año los uzbekos siguen emprendiendo un trabajo penoso no remunerado para el gobierno:

согласно 37 статье конституции страны, принудительный труд запрещается. И этот запрет подкреплен седьмой статьей Трудового Кодекса Республики Узбекистан. Но что если такой приказ отдает премьер-министр, а то и президент, а привлекается многомиллионное население? А если те самые, кто написал эти законы, те же прокуроры, милиция, спецслужбы и армия направлены на тебя, чтобы ты собирал хлопок – куда денешься?

El artículo 37 de la Constitución de la República de Uzbekistán al igual que el artículo 7 del Código Laboral prohíben el trabajo forzado. Pero, ¿y si una orden [de recoger algodón] la dicta el primer ministro o incluso el presidente, y muchos millones obedecen? Y si las mismas personas que escribieron esas leyes, los fiscales, la policía, los servicios de seguridad y el ejército se vuelven contra ti para obligarte a recoger algodón – ¿qué harías entonces?

A. Sh, en un comentario en Uznews.net, ofreció sus respuestas a la pregunta original de Babadjanov:

«Почему я должен собирать хлопок?» Потому что его насадили. Нужно отказаться от выращивания хлопка вообще в Узбекистане. Хлопчатник плантационная техническая культура, требующая непрерывного ухода и много воды.
А любые плантации требуют рабов и колониальной системы управления. В Узбекистане с его многочисленным населением нужно выращивать продукты питания. Но тогда рухнет этот колониальный режим. Можете представить Узбекистан без хлочатника?

«¿Por qué debo recolectar algodón?» Porque estaba plantado. Necesitamos abandonar completamente el cultivo de algodón en Uzbekistán. El cultivo de algodón requiere constante cuidado y agua. Todas las plantaciones requieren esclavos y un sistema colonial de administración. En cambio, Uzbekistán debería estar cultivando comida para alimentar a su gran población. Pero entonces el régimen colonial colapsaría. ¿Se imaginan a Uzbekistán sin algodón?

En parte debido al trabajo de la Campaña del algodón, más de 130 importantes marcas de ropa han boicoteado el algodón uzbeko, incluidas H&M, Levis, Lacoste y Adidas. El cultivo masivo de algodón en Asia Central empezó en los tiempos del imperio ruso y se aceleró en tiempos de la Unión Soviética. En menor grado, los vecinos de Uzbekistán, Turkmenistán y Tayikistán, también han enfrentado críticas por obligar a sus ciudadanos –incluidos niños– a participar en la cosecha anual de algodón.

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