Una isla hecha de basura crece en el mar de las Maldivas

Thilafushi, this is where they burn the garbage in paradise. Image from Flickr by Hani Amir. CC BY-NC-ND

Thilafushi Kuni Gondu – Aquí es donde queman la basura en el paraíso. Imagen de Flickr tomada por Hani Amir. CC BY-NC-ND

Cada año, aproximadamente un millón de turistas visitan la nación insular de Maldivas por su buen tiempo e impresionante belleza natural.

Pero se da una desagradable consecuencia provocada por todos estos visitantes junto con los 395 000 residentes de las Maldivas: la basura que se acumula es un dolor de cabeza para este pequeño país.

Para resolver el problema, en diciembre de 1991 el gobierno decidió usar una isla aparte como destino para la enorme cantidad de basura producida por la industria del turismo. Thilafushi, conocida con el sobrenombre de «Isla Basura», fue originariamente una laguna llamada «Thilafalhu», con una longitud de 7 kilómetros y un ancho de 200 metros en las zonas más superficiales. Se cavaron hoyos enormes y la basura se depositaba en el medio de los mismos, llenándolos hasta arriba y cubriéndolos con una capa de escombros que quedaba nivelada uniformemente con la arena blanca.

¡Bienvenidos a las Maldivas!

Thilafushi recibe una media de 330 toneladas de basura al día. La mayor parte proviene de Malé. Hubo un tiempo en el que se descargaban más de 31 000 camiones de basura al año. Aquí también se realiza la quema de la basura al aire libre.

¿A alguien le preocupa lo que respiran los lugareños y los extranjeros que trabajan en Thilafushi? Material desconocido quemado

Thilafushi tiene hoy una superficie de más de 0,43 km2, la cual se alquila para actividades industriales tales como construcción de barcos, embalaje de cemento, embotellado de gas metano y varios almacenamientos a gran escala.

El blog de la organización medioambiental Bluepeace publicó un artículo en el que se decía que baterías usadas, asbestos, plomo y otros restos potencialmente peligrosos mezclados con las basuras sólidas municipales de la isla de Thilafushi están filtrándose en el agua y creando serios problemas ecológicos y de salud en las Maldivas. Sin embargo, las preocupaciones nunca han llegado a materializarse en campañas llevadas a cabo por los activistas locales.

¿Crees que Thilafushi es un error? ¿Imaginas el estado de la basura dentro de 20 años? ¿Puede salvarse nuestro mar?

Mordy describió el problema en Atlas Obscura (web donde los colaboradores escriben acerca de lugares curiosos/desconocidos):

Commercial activity along with indiscriminate dumping has brought an abundance of toxic materials to the lagoon – broken oil drums, asbestos, lead, and other noxious metals mix in with daily household garbage items creating a noxious sludge. There is little around the island that goes unpolluted as harmful substances seep into the water and smoke from burning waste floods the air.

La actividad comercial y el vertido indiscriminado de basura han traído una gran cantidad de materiales tóxicos a la laguna – baterías de aceite rotas, asbestos, plomo y otros metales nocivos mezclados con basura común, creando todo un lodo nocivo. Queda poco alrededor de la isla que no haya sido contaminado, dado que las sustancias nocivas se filtran en el agua y el humo de la quema de basuras inunda el aire.

Thilafushi island - where garbage just seeps into the ocean as the poisonous tides and toxic winds will. Image fro Flickr by Hani Amir. CC BY-NC-ND

Isla Thilafushi – donde la basura se adentra en el océano. Imagen de Flickr tomada por Hani Amir. CC BY-NC-ND

La cineasta Alison Teal ha hecho un documental sobre el tiempo que pasó en las Maldivas como parte de su serie online Alison's Adventures. Aquí se pueden ver algunas de las increíbles fotos del viaje de Alison a la «isla basura».

El gobierno prohibió de manera temporal arrojar basura a la isla en diciembre de 2011, tras producirse un aumento repentino de basura flotante en la laguna de la isla y adentrarse en el mar. Pero aún hoy, toda la basura de Malé termina allí.

Alibeyya, un comentarista del portal de noticias local Minivan, apuntaba a la matriz del problema:

The delicate environment of Maldives is in need of a responsible waste management system. It is a big challenge given the geographical situation where each island including resorts must manage its own waste. [..] The resorts should be able to contain to get rid of their waste without having to dump to Thialfushi lagoon.

La delicada situación medioambiental de Maldivas necesita un sistema de gestión de basura responsable. Dada la situación geográfica, se trata de un gran desafío en el que cada isla, incluidos los centros turísticos, debe gestionar su propia basura. […] Los centros turísticos deberían ser capaces de arreglárselas para deshacerse de su basura sin tener que verterla en la laguna de Thialfushi.

A principios de 2013, se publicaron informes que afirmaban que la gestión de la basura de las Maldivas estaba siendo ralentizada por las políticas locales y la falta de fondos. Los informes sobre el vertido ilegal de basuras en Thilafushi, dieron lugar a una enorme confusión sobre la responsabilidad de la gestión del vertido de basura. La gestión de Thilafushi fue transferida al Concejo Municipal de Malé en 2010 y en 2011 se firmó un acuerdo con la compañía india Tatva Global Renewable Energy para rehabilitar la isla y solucionar el problema de la basura.

Pero el acuerdo nunca llegó a llevarse a cabo debido a la burocracia y a la interferencia política, por lo que fue cancelado recientemente, convirtiendo el futuro de Thilafushi en algo incierto.

En un artículo de opinión en Minivan News, Abdullah Faraz escribe lo siguiente:

The first point to note is that underneath all the political rhetoric and maneuvering lies a real issue that affects many lives – the public health hazard, teachers and students being hospitalised, closing of schools, the smoke, the stench etc.

The public has a right to feel disaffected by this crisis, and is indignant and up in arms with good cause.

The second point to note is though this is a manufactured crisis; there is no inherent direction to which this raw emotional energy of the public may flow.

El primer punto a tener en cuenta es que bajo toda esa retórica política y maniobras de mentiras, hay un problema real que afecta a muchas vidas -el peligro al que se encuentra expuesta la salud pública, profesores y estudiantes hospitalizados, escuelas cerradas, humo, hedor, etc.

La gente tiene derecho a sentirse molesta con esta crisis, y están indignados con motivo.

El segundo punto que hay que mencionar es que aunque esta es una crisis fabricada, no hay una dirección hacia la que se pueda canalizar este derroche de energía emocional de la gente.

Lo que sí es seguro: está previsto que en noviembre se abra una cárcel nueva en la isla de Thilafushi.

«@vaavu: la cárcel de Thilafushi, con capacidad para 100 prisioneros, se abrirá el próximo mes

Con la colaboración de Saffah Faroog

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