María Angélica Marín colabora con Global Voices desde el año 2009 y ha aportando a la comunidad más de 1300 artículos traducidos. Es una asidua viajera y amante de la tecnología. Entusiasta de descubrir nuevas cosas y con un espíritu bastante fresco y libre, accedió a compartir sus diversas experiencias con nosotros.
Global Voices: Cuéntanos algo de ti, de dónde eres, tu trayectoria, qué haces actualmente.
María Angélica: Soy una ciudadana chilena que ha estudiado, trabajado y andado en más de un lugar. Parte de mis estudios universitarios los hice en Chile (Bio-estadística, Demografía y Mediación Familiar), parte en Francia (Maestría y Doctorado en Demografía) y otra parte en Canadá (Salud Comunitaria). Como profesional he trabajado también en varios países: Chile, Suiza, Italia, Honduras, Perú, Francia, Canadá, El Salvador, Brasil, Gabón, EE. UU., Argentina (¡uf! ya es suficiente), esto en organismos nacionales, internacionales, ONG y como obrera en la empresa privada.
Fuera de GV actualmente hago poco y nada relacionado con mi profesión aunque tengo una debilidad por los temas de derechos humanos y sobre todo los de salud. Corrijo textos traducidos al español para una escuela en Estados Unidos, en cierta época del año colaboro en la reunión de cosas útiles para familias de bajos recursos, en la confección de prendas abrigadoras para personas de la tercera edad y no hay duda de que hago vida social y me encanta salir “a descubrir mundo”, es decir a descubrir barrios en Santiago y parajes fuera de Santiago. Mantengo contacto con mis amistades fuera de Chile ya sea visitándolos o recibiéndolos y por cierto gracias a la nueva tecnología (a la que soy bastante aficionada) dialogando con ellos frente a frente.
Ya que mencioné nueva tecnología la verdad es que, hace años, comencé rechazándola y luego la necesidad de tratar datos hizo que tuviera que estudiar para poder dialogar con el programador. Así, me hice poco a poco usuaria y en cierta medida adicta y eso ha hecho que entre mi entorno poco aficionado a ella me haya convertido en una especia de asesora lo que constituye otra de mis ocupaciones fuera de GV.
GV: ¿Cómo llegaste a GV y qué te mantiene colaborando?
MA: Pregunta algo difícil de responder pues yo misma me la he hecho y la verdad es que ignoro la respuesta. Seguramente buscaba alguna información y caí en GV. Al ver que se podía colaborar traduciendo decidí probar (¡en probar no hay engaño!), resultó y aquí estoy feliz de hacerlo. Tenía alguna experiencia en traducción desde mis primeros tiempos como estudiante en Francia y en un cierto momento en Suiza.
Colaboro con gusto con GV pues creo en la utilidad de conocer no solo información de grandes medios sino también de blogs y otros. Me atrajo y sigue atrayendo la variedad de temas que se tratan, el espíritu de grupo y de colaboración de cada uno, la libertad que tenemos no solo de elegir lo que queremos hacer, también de cuándo lo hacemos. Nos comprometemos porque queremos y por el tiempo que queremos, nosotros somos responsables de nuestro compromiso.
En fín, me permito subrayar que no solo traduzco, no hace mucho osé escribir algunas cosillas tanto en español como en francés que han aparecido en GV y espero seguir haciéndolo.
GV: Pudiste asistir al Summit de GV en el 2012, ¿qué te pareció la experiencia?
MA: Sí, pude asistir pues tuve la SUERTE y PRIVILEGIO (así, con mayúscula) de haber sido invitada. Me hice miles de preguntas sobre qué podría hacer allí, cuál sería mi aporte, con quién me iba a encontrar, cuáles serían las semejanzas y diferencias con los congresos, reuniones, seminarios y muchos otros eventos de ese tipo a los que he asistido o participado.
En fín, fue toda una experiencia que califico de LINDA, ENRIQUECEDORA y muy diferente a las que he tenido en mi vida profesional. Me encantó ser una más entre muchas personas de todo horizonte, poder conversar con quien quisiera sin el rito de hacer “courbettes” (inclinación de cabeza en demostración de respeto) frente a un gran sabio o a un profesor de gran fama, o al autor del libro x o de la teoría a, b, c, d… No cabe duda de que me sentí “en mi salsa” al encontrar personas de diferente importancia profesional así como de países, culturas, colores… esto último a veces me hace falta en Chile.
En cuanto al contenido de las sesiones de trabajo aprendí mucho sobre GV, su historia, su evolución, métodos de trabajo así como de los planes futuros (en constante evolución). Me permitió considerarme parte de GV y no solo una colaboradora. Valoro muchísimo el que toda la comunidad GV sea consultada y tenga voz y voto.
GV: Con tu amplia experiencia, ¿qué le recomiendas a las nuevas generaciones que se aventuran en el mundo de la traducción o tienen ganas de recorrer el mundo?
MA: ¡Uf! Estas son dos preguntas disfrazadas en una. Mis respuestas van por separado.
Respecto a aventurarse en el mundo de la traducción sin ser traductor(a) solo diría que quien quiera hacerlo necesita primero que nada hacerlo a su lengua materna o eventualmente en un idioma que conozca muy pero muy bien. Agrego que es importantísimo que lo hagan en un tema que les guste y que ojalá conozcan, que deseen saber mas de él, que estén dispuestos a hacerlo lo mejor que puedan aunque ello signifique mucho trabajo. Y lo último, querer superarse y hacerlo bien.
Respecto a quienes tengan ganas de recorrer el mundo les diría que deben o tienen que ser curiosos, respetuosos, sacrificados (especialmente cuando el dinero escasea), fáciles para adaptarse a todo o casi todo, tener una cierta propensión a hacer amistades y cuando sea posible devolver (en el sentido de hacer algo semejante o mas de lo recibido si fuere necesario) los apoyos y favores recibidos, no olvidar las amistades hechas.
En fin, para mi no hay nada mejor que hacer lo que a uno le guste pues lo hará a fondo, con gusto y alegría y lo disfrutará plenamente. No hay duda de que es bueno o muy bueno experimentar en un área desconocida pues ello enriquece. Sin embargo si no nos gusta, debemos ser sinceros y decir hasta aquí llego, sin esconder las razones por las que se toma la decisión. En pocas palabras: SINCERIDAD ante todo.
¡Gracias María Angélica!