Luchando por la justicia climática desde las zonas afectadas por desastres

Aftermath of Typhoon Haiyan (Yolanda). Photo by Flickr user joemeth robles. CC BY-NC-SA 2.0

La secuela del Tifón Haiyan (Yolanda). La foto es del usuario de Flickr, Joemeth Robles. CC BY-NC-SA 2.0

Este artículo de Antonia Bruno lo realizaron la Alianza Global de recicladores (GAIA: por sus siglas en inglés) y Other Worlds y fue publicado por 350.org, una organización que se está encargando de generar conciencia sobre el clima global. Este artículo es republicado en Global Voices como parte de un acuerdo para compartir contenido.

Ha pasado un año desde que el super tifón Yolanda (o tifón Haiyan) azotó las Filipinas, matando a más de 6000 personas y destruyendo los hogares de muchos más. Como negociador de la ONU en las Filipinas, Yeb Sano le explicó a muchas personas en su discurso del año 2013, que así es como será el cambio climático:

To anyone who continues to deny the reality that is climate change…. I dare you to go to the islands of the Pacific, the islands of the Caribbean and the islands of the Indian Ocean and see the impacts of rising sea levels; to the mountainous regions of the Himalayas and the Andes to see communities confronting glacial floods, to the Arctic where communities grapple with the fast dwindling polar ice caps, to the large deltas of the Mekong, the Ganges, the Amazon, and the Nile where lives and livelihoods are drowned… And if that is not enough, you may want to pay a visit to the Philippines right now.

Cualquiera que siga negando la existencia del cambio climático… los desafío a que vayan a las islas del Pacífico, a las islas del Caribe y a las islas del Océano Índico y vean el impacto que provoca el aumento en los niveles del mar; que vayan a las regiones montañosas del Himalaya y a los Andes para que puedan ver a las comunidades enfrentándose a las inundaciones por derretimiento de glaciares, al Ártico donde las comunidades luchan contra la disminución de los casquetes nevados del polo, a los grandes deltas de Mekong, al río Ganges, al Amazonas, y al Nilo donde las vidas y los sustentos se encuentran sumergidos…y si eso no basta, puede que quieran pagar una visita a las Filipinas ya mismo. 

Pasado el tifón, los sobrevivientes de las comunidades afectadas en Filipinas se unieron en profundo gesto de solidaridad para ayudarse mutuamente en la reconstrucción de sus casas y vidas. Utilizando solo materiales reciclados—partes de sus casas y otros escombros que quedaron— los residentes de los municipios de Bantayan y Madridejos trabajaron juntos para reconstruir sus vecindarios, una casa por vez. Salvacion Fulmenar, residente de la isla de Bantayan, explicó que 50 de sus vecinos la ayudaron a hacer su casa.

Los residentes también trabajaron juntos para aumentar la resistencia contra desastres futuros, especialmente en materia de tratamiento de desechos. Shalimar Vitan, coordinador de Asia-Pacifico de GAIA, explicó la relación. “Yolanda nos hizo saber cuán relevantes son los desperdicios, más que cualquier cosa, al provocar los desastres porque la secuela de éstos son la basura y los desechos, lo que equivale a la reserva de un año. Un tratamiento sustentable de los desechos nos prepara para los desastres y crea resistencia en las comunidades.” Los residentes trabajaron con las organizaciones locales e internacionales sin fines de lucro para llevar a cabo seminarios e inspección de desechos en las comunidades afectadas.   

Un tratamiento sustentable de los desechos es mejor que si nos preparamos para los desastres—esto también ayuda a combatir el cambio climático. La eliminación de residuos a través del basural o la incineración es el principal contribuidor al cambio climático. Por otro lado, la reducción y el reciclado de basura disminuyen significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero. Dado que el cambio climático está provocando un aumento del clima extremo, en realidad el mejor tratamiento de residuos ayuda a prevenir eventos como el super tifón Yolanda.

Pero la reducción de residuos en las Filipinas no es suficiente para detener el cambio climático o para proteger a las comunidades vulnerables que viven allá. Lo que hace falta es que se resuelva el problema de los residuos y las crisis climáticas de manera colaborativa a lo largo de las fronteras. Y en una inspiradora colaboración de base comunitaria Asia Pacifico, eso es lo que está sucediendo exactamente.

Solidaridad para un aire limpio, buenos trabajos y justicia

Una de las mayores injusticias del cambio climático es que los que han hecho lo mínimo para provocarlo—como los residentes de las Filipinas azotados por el super tifón Yolanda—son los primeros y los que más sienten los impactos de los aumentos en el nivel del mar y del clima extremo. Mientras tanto, las zonas que son las responsables de las mayores emisiones de gas de efecto invernadero sienten poca presión para reducir sus emisiones. Tienden a ser más ricos con gobiernos más poderosos, de este modo son menos susceptibles a la presión internacional y a menudo poseen infraestructuras mejor preparadas para resistir los climas extremos. Por ejemplo, mientras el super tifón Yolanda se propagaba rápidamente por las Filipinas por encima del mar, Abott, el primer ministro de Australia continuaba negando la existencia de cambio climático. 

Por debajo de la política que divide a la región Asia del Pacífico, a nivel de ciudadanía, se habían formado fuertes vínculos internacionales. Las comunidades de las Filipinas y Australia se han estado apoyando los unos a los otros en una lucha común contra la incineración. 

Ademas de ser un contribuidor importante al cambio climático, la incineración produce toxinas que causan cáncer, mata el empleo, y viola los principios de la justicia medio ambiental. Las Filipinas se destacan como el único país en haber prohibido la incineración, ubicando a este precedente hace 15 años. Sin embargo, esta prohibición actualmente esta bajo amenaza de las compañías, funcionarios electos, y agencias del gobierno. Mientras tanto, Australia occidental está enfrentando a un ataque violento sin precedentes de las propuestas sobre incineración de las compañías contaminantes que intentan pasar una desagradable práctica como es la incineración de residuos por ‘ecologista’. 

Personas de ambos países se reunieron para compartir información sobre los incineradores, reportes y estrategias. Justo después que el super tifón Yolanda azotara, el experto toxicológico australiano Lee Bell viajó a las Filipinas para visitar a las comunidades amenazadas por los incineradores. Lee le habló a los miembros del Congreso, a los medios de comunicación, y al público en general. También estuvo al mando de pequeños encuentros y talleres para actualizar la red local sobre las tendencias de la industria de la incineración y compartió un libro con preguntas para hacerle al gobierno sobre la propuesta del incinerador. Poco después los residentes de las Filipinas se movilizaron y juntaron firmas para un pedido australiano en contra de la exportación de desechos peligrosos.

Estos son solo algunos ejemplos de lo que es una valiosa colaboración en desarrollo. Jane Bremmer, residente de Australia occidental, que trabaja con la Alliance for a Clean Environment y National Toxics Network, explicó lo siguiente: “la unión entre las Filipinas y Australia es muy importante. Nuestra contribución masiva a la contaminación del aire y al cambio climático afecta directamente a las Filipinas y contribuye a desastres naturales. Colaborar con ellos también reforzó nuestro propio trabajo en la lucha contra los incineradores, enseñándonos cómo trabajar de manera efectiva y comunicarnos entre las distintas culturas.”

Froilan Grate, presidente de Mother Earth Foundation en las Filipinas, dijo: “la razón número uno de las incineraciones en las Filipinas es que se está llevando a cabo exitosamente en los países del primer mundo, de que es moderno y de alta tecnología. Así que necesitamos grupos de otros países para que den sus opiniones y se opongan para terminar con esta mentira”.

Los gobiernos del mundo no están trabajando de manera efectiva en temas como el cambio climático y los desechos, asuntos que nos afectan a todos. Pueden que se pasen años sin hacerse cargo, sin admitir la culpa y responsabilidad del aumento del nivel del mar y del clima extremo. Pero mientras que la colaboración transfronteriza entre Australia y las Filipinas muestran lo que los gobiernos no hacen, ya hay personas que se están haciendo cargo. Entre las diferencias políticas, las divisiones geográficas y las diferencias culturales, los ciudadanos del mundo se están uniendo por una única lucha que está trabajando por la justicia climática para un nuevo mundo.

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