De apático desarrollador de software a premiado periodista ciudadano

Chan  Chak To sets up his camp in Admiralty, a major sit-in site of the Occupy Central movement and continues to record what he has witnessed online. Photo from inmediahk.net.

Chan Chak To acampa en Admiralty, lugar donde se ha concentrado la mayor sentada del movimiento Occupy Central, y continúa difundiendo en internet lo que ha presenciado. Foto cedida por inmediahk.net.

Hong Kong In-Media, la plataforma de periodismo ciudadano ha organizado los premios E-Citizen para promover las noticias, los cómics políticos, la fotografía y la participación en línea. A continuación se transcribe una entrevista con Chan Chak To, ganador al mejor premio periodístico, que en primera persona relató los hechos del ensayo de la sentada masiva promovida por Occupy Central el 1 de julio de 2014. La entrevista original está escrita en chino por Marco Mak, reportero colaborador de inmediahk.net. La edición en versión inglesa fue traducida por Cheung Choi Wan.

Se trata de un ingeniero informático de los 80 que adora los video juegos, el fútbol y salir con chicas. Sin embargo, sus ideas y su vida han cambiado completamente en el año 2014. Si tecleas 511 en cualquier buscador encuentras su nombre ya que fue uno de los arrestados el 2 de julio por participar en una protesta de desobediencia civil.

La tarde de los arrestos, Chan grabó en detalle su experiencia de primera mano; desde el momento en que le arrestaron y llevaron en un autobús turístico, lo que se encontró en la Academia de Policia en Wong Chuk Han donde le detuvieron, hasta el momento de su liberación. Este artículo está lleno de humor pero a la vez es sincero. El lector se transporta a cada escena de la protesta y así tiene una visión más realista de cómo empezó todo. El artículo de Chan ha ganado el premio E-Citizen de In-Media Hong Kong al mejor periodismo. El día de su publicación el artículo se volvió viral, lo que sorprendió a su autor.

Lo que asombra aún más, es que Chan comenta que su futuro cambió esa noche. ¿Por qué decidió manifestarse la tarde del 1 de julio?. Según él, todo comenzó en junio y admite sincero que solicitó dos semanas de permiso para quedarse en casa y ver el Mundial de Fútbol. Durante este tiempo el Consejo Legislativo de Hong Kong deliberó sobre la propuesta preliminar de financiación del plan de urbanización del noreste de los Nuevos Territorios. Comenta como fue testigo del abuso parlamentario especialmente cuando Ng Leung Sing, presidente del Comité de Finanzas del Consejo Legislativo, no cumplió con el procedimiento. Es entonces cuando decidió que tenía que hacer algo por Hong Kong.

Cuando Chan cercaba la sede del Consejo Legislativo el 13 de junio, recalca que no se sentía preparado para saltar la valla y enfrentarse a la policía. «Realmente me avergonzaba de mi mismo al ver a otros estudiantes más jóvenes confrontándose. No tenían miedo a ser arrestados, y me sentí inútil. Probablemente comparado con ellos tenía menos que perder. Debería haber avanzado un poco más». En ese momento tan sólo tenía un pensamiento: «No importa qué, pero debo hacer algo para protegerles.» Se le saltan las lágrimas cuando piensa en ello y aun se pregunta por qué fue tan cobarde.

Tras los acontecimientos del 13 de junio se sintió culpable y lamentó su comportamiento. Así que cuando la Federación de Estudiantes de Hong Kong (HKFS) comunicó una serie de sentadas masivas a finales del año tras la Marcha pro democracia del 1 de julio, decidió que no sería de nuevo un desertor y participó en la misma. Casualmente se le estropeó la tarjeta de crédito ese día y le pidió a su novia un préstamo de 500 dólares por si tenía que pagar una fianza. «Esta vez estaba sí preparado para el arresto».

En el año 2003, Chan cursaba el último año de educación preuniversitaria cuando la Marcha del 1 de julio contra la legislación por una serie de leyes en seguridad nacional tuvo lugar. No se unió a las protestas, sino que se quedó en casa jugando con el ordenador. Tampoco le interesaban ni le importaban temas sociales ni políticos. Nunca estuvo comprometido con ningún puesto líder en organizaciones de estudiantes de la universidad y hacía oídos sordos ante cualquier asunto de asociacionismo estudiantil. «Siempre me he sentido desvinculado y sin entusiasmo por participar en cualquier movimiento social».

Afirma ser una persona independiente, tenía su propia habitación en la residencia. […]. Hace 4 años abandonó su trabajo de ingeniero informático y se marchó a Australia donde conoció a su novia. Durante un tiempo trabajó en una granja cogiendo fresas durante todo el día, después en un hotel limpiando baños. Disfrutaba con lo que hacía y se preguntaba continuamente por qué la vida en Hong Kong era tan opresiva, donde la jornada laboral es larga y las vacaciones escasas. Chan deseaba encontrar su lugar «ideal» en los periodos de trabajos vacacionales.

Antes de marcharse a Australia, trabajaba como programador de software en telecomunicaciones que consistía en enviar mensajes automáticos al móvil de los clientes, «por ejemplo, cuando llegas a Macao recibes un mensaje de bienvenida, etc. Pero al tiempo sientes que esto no tiene sentido». Antes de regresar, quería convertirse en periodista porque existía una misión dentro de la profesión que era informar de la verdad y además adoraba escribir. Se dijo en una ocasión, «no vuelvas a tu antiguo trabajo porque no te ha reportado felicidad». Sin embargo, la vida es a menudo frustrante y al parecer cuando regresó la programación de software parecía ser su única habilidad. No encontró trabajo como periodista y tuvo que volver a su profesión anterior, pero comenzó a escribir lo que veía y oía en los medios sociales.

Ha blogueado con sus amigos para compartir su pensamiento. «Hace pocos años ingresé en el hospital tras sufrir un neumotorax y narré mi experiencia y sentimientos». Su artículo One in 511, que ganó el premio E-Citizen de In-Media, detalla muchas escenas que presenció la tarde del 1 de julio y al día siguiente: sentimientos de sus compañeros manifestantes, escenas de la policía y y su sincero reconocimiento a un participante de mediana edad que llegó a Hong Kong desde Shenzhen. «A parte de compartir mis sentimientos grabando lo que ocurrió, quería decirle a la gente de mi entorno lo que creía y demostrar que la acción social e incluso la desobediencia civil no están tan lejos de nuestras vidas».

«Nunca llegué a imaginar que en Hong Kong hay mucha gente concienciada con los temas sociales, como por ejemplo el movimiento Occupy Central. Cada día hay personas trajeadas que llegan a Admiralty para ver lo que ocurre». Si queremos involucrar a la gente políticamente apática, Chan cree que los mensajes políticos tienen que ser en un lenguaje sencillo. «La gente se niega a leerlos en jerga académica. Quiero escribir anécdotas que lleguen al público, me gusta Wong Tze Wah (famoso comediante de Hong Kong que redacta noticias políticas en tono humorístico). Tal vez he adoptado su humor inconscientemente».

Hace tres meses le arrestaron, pero ha vuelto a la calle de nuevo y ha acampado en Connaught Road Central (una de las calles de las sentadas), porque quiere manifestar su persistencia en la lucha por lo que cree. Su familia no está de acuerdo con lo que hace porque opinan que si tiene un registro de antecedentes penales puede afectar sus oportunidades de promoción y perspectivas laborales. «He gastado todas las licencias retribuidas de este año y estoy actualmente con un permiso sin sueldo». Sin embargo, si su empresa le requiere volvería inmediatamente a su puesto. Chan explica con una sonrisa que su novia también ha comenzado a participar en las protestas y ha acampado en la calle durante la noche. Ella le apoya y entiende perfectamente. «Comprende lo que estoy haciendo e incluso me dijo: tu puedes luchar y yo trabajaré más para ganarnos la vida»

Lo que más le ha conmovido ha sido el apoyo que finalmente ha conseguido por parte de su familia, quienes le visitaron en Admiralty. Chan dice que rara vez habla de temas sociales con sus amigos pero difunde sus ideas y lo que escucha y observa en los medios sociales. «La mayoría de mis compañeros son de la generación de los 70. A menudo se preguntan por qué las personas no se centran simplemente en su trabajo en vez de liarla». Chan quiere utilizar sus escritos y acciones para decirles que en esta sociedad el dinero no es lo único que importa, quiere hacerles entender que hay otros valores por los que merece la pena luchar. La gente se involucra en movimientos sociales porque quieren conseguir una sociedad en progreso.

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