¿El Kremlin ayuda a sus enemigos?

Alexey Navalny as a Kremlin soup kitchen guest.  Images edited by Kevin Rothrock.

Alexey Navalny tomando sopa como invitado del Kremlin. Imágenes editadas por Kevin Rothrock.

Existen ciertos medios de noticias en Rusia que uno no espera que publiquen historias donde acusen al gobierno de financiar a los enemigos de Vladimir Putin, pero eso es exactamente lo que sucedió en noviembre, cuando LifeNews publicó una historia, titulada “El Kremlin financia en secreto a Navalny.” El artículo sostiene que la esposa de un socio cercano de Navalny ganó 100 millones de rublos (más de dos millones de dólares estadounidenses) en contratos con el estado en los dos años anteriores a la campaña de Navalny por la alcaldía de Moscú de 2013.

LifeNews retiró la historia de su sitio web poco después de publicarla. La autora, Anastasia Kashevarova, jefa de la sección política en Izvestia (otra filial de News Media, que también es propietario de LifeNews), escribió inmediatamente en Facebook que ella “fue aparentemente despedida” de su trabajo. “Esto se debe a ese imbécil Navalny,” se quejó, en un post que atrajo 131 comentarios, en su mayoría poco favorables, a menudo lapidarios.

Muchos de los lectores de Kashevarova consideraron ridículo que culpara a Navalny por su evidente despido, en lugar de a sus superiores en News Media o a los funcionarios del Kremlin, que presuntamente llamaron por teléfono a LifeNews para exigir que retirara la historia. Kashevarova tuvo más que decir, no obstante. “Al diablo con esos burócratas del Kremlin,” escribió unas horas después. “Naturalmente, van a negar todo, entonces el proyecto en el que gastaron tanto dinero no morirá.”

Resulta que Kashevarova conservó su empleo en Izvestia, y LifeNews incluso volvió a publicar su artículo en el portal más tarde ese mismo día. Unos pocos días después, el diputado de la Duma Evgeny Fedorov apeló formalmente al Fiscal General y al Comité de investigación federal, demandando que se investiguen las afirmaciones presentadas en el artículo de Kashevarova. “Que algunos funcionarios de alto rango están financiando a Navalny y a la oposición es obvio,” Fedorov le dijo a Izvestia, luego de presentar su solicitud.

Kashevarova dijo repetidamente que su artículo contiene “100% de evidencia” de que el Kremlin financia las actividades políticas de Navalny, pero el texto en sí mismo apenas está a la altura de esta afirmación. De hecho, el artículo hace sólo un débil esfuerzo por demostrar que Navalny realmente se benefició de alguna manera de los contratos públicos: cita a Dmitri Gorobtsov, diputado en la Duma que forma parte del comité anti-corrupción, que dice de manera conspirativa—y sin ninguna evidencia—que los contribuyentes rusos están financiando una multitud de opositores, incluyendo a Navalny.

¿Es la especulación de Gorobtsov el “100% de evidencia” a la que se refirió Kashevarova? En cualquier caso, ella parece optimista acerca de que los investigadores descubrirán más pruebas de que el gobierno financia en secreto a Navalny. Cuando eso suceda, escribe en Facebook, la policía rusa se enfrentará a una pregunta: “encubrirlo y convertirse en cómplice o dejar al descubierto todo el asunto.”

Anastasia Kashevarova, jefa de la sección política de Izvestia. Foto de Facebook.

¿Es extraño que un periodista hable así en uno de los diarios más pro-Kremlin? La analista política Tatiana Stanovaya abordó esta pregunta en una reciente columna para Slon.ru, donde llegó a la conclusión de que el artículo de Kashevarova muy probablemente sea parte de la eterna disputa interna de la elite rusa por la atención y confianza de Vladimir Putin. Según Stanovaya, el artículo de LifeNews trató de enviar un mensaje a Putin que decía algo como, “¡Zar, los boyardos se salieron de control y es hora de eliminar la ‘sexta columna!’” (La “sexta columna”, por cierto, es una de las frases preferidas del controvertido experto en ciencias políticas Alexander Dugin, que emplea el término para identificar a los funcionarios dentro del gobierno ruso que trabajan en secreto para debilitar al país).

El público se pregunta, sin embargo, si  no existe algo de cierto en la afirmación de que el gobierno canalizó dinero a los esfuerzos políticos de Navalny. Aunque no existe evidencia de que el dinero de los contratos públicos alguna vez llegó a Navalny, todavía queda la elección a alcalde de Moscú de 2013, cuando Sergei Sobyanin, el alcalde de Moscú, y Vyacheslav Volodin, subjefe de gabinete de Putin, según se dice intervinieron en favor de Navalny, para mantenerlo en carrera y fuera de la cárcel.

Episodios como este sugieren que no es completamente loco pensar que algunas personas en el gobierno están ayudando a Navalny—que la oposición rusa, al igual que los “medios independientes,” siempre necesitarán alguna clase de apoyo de los poderosos del país.

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