Ahora mismo, la comunidad de los medios de comunicación—y gran parte del mundo—está de duelo por la muerte de doce personas a manos de pistoleros enmascarados. El ataque a las oficinas del semanario satírico Charlie Hebdo en París ha desatado varias discusiones divergentes acerca de la libertad de expresión, del discurso que incita al odio y el «choque de civilizaciones.»
El jueves, USA Today—el segundo periódico de mayor circulación en EE. UU.—publicó un artículo de opinión escrito por Anjem Choudary, un islamista británico que defiende la ley islámica en el Reino Unido, que a menudo ha sido llamado extremista por sus compatriotas. En el artículo, Choudary eligió hablar en representación de sus 1.6 mil millones de compañeros de fe, indicando: “Los musulmanes no creen en el concepto de libertad de expresión, ya que su discurso y acciones están determinadas por la revelación divina y no basados en los deseos de las personas.”
La idea de Choudary hablando en representación de todos los musulmanes es ridícula, y aún así el diario parece haberla creído, al presentar su opinión como el único punto de vista contrario a su editorial en apoyo a la libertad de prensa y en solidaridad con Charlie Hebdo. Como el periodista del Daily Dot, Patrick Howell O’Neill escribió, “Choudary con demasiada frecuencia toma el micrófono como si en verdad él representara a todos los musulmanes [y] muchos otros musulmanes están furiosos con eso”.
Cuando señalé esto en Twitter, el editor del Foro de USA Today en numerosas ocasiones aludió a encuestas en los países musulmanes, como si insinuara que la opinión de Choudary de hecho no está alejada de la mayoría.
@jilliancyork We labeled guy radical (see bio). Plenty of pple share his views. Look at polling in Muslim countries on stoning adulterers. — David Mastio (@DavidMastio) January 8, 2015
@jilliancyork Lo hemos calificado como extremista (ver biografía). Muchas personas comparten su opinión. Miren las encuestas en los países musulmanes sobre apedrear a las adúlteras.
Lo que no debería ser necesario decir es lo siguiente: los musulmanes constituyen aproximadamente el 23% de la población mundial y viven en todas partes, desde EE. UU. a Indonesia. Como los cristianos o judíos, su beatitud varía ampliamente, como lo hacen sus sistemas de creencias y prácticas religiosas. Algunos musulmanes apoyan la idea liberal de la libertad de expresión y algunos otros no lo hacen. Como cualquier otra persona.
En Francia, Juan Cole escribe, sólo un tercio de la población musulmana dice estar interesada en la religión. Cole sostiene que la motivación de los terroristas para atacar Charlie Hebdo no fue silenciar a los periodistas per se, sino “aumentar las contradicciones” al lograr que “franceses no musulmanes sean inhumanos con los musulmanes de origen por el hecho de ser musulmanes.”
Parece estar funcionando. Desde el ataque en París, ha habido una serie de represalias contra los musulmanes. Al presentar las detestables opiniones de Choudary como representante de la población musulmana, USA Today está alimentando la narrativa cada vez más popular de nosotros vs. ellos. Nosotros, los civilizados occidentales que sólo atacan con lápices, ellos, los salvajes que no pueden afrontar un mero discurso.
Por supuesto no es tan simple. No hay nada que justifique la cruel masacre de periodistas… tampoco hay nada que justifique la agresión de Occidente al mundo musulmán. O parafraseando una excelente línea de un post con el que sólo estoy de acuerdo en parte, vale la pena recordar que las “poderosas plumas de la civilización occidental” no son los únicos misiles que apuntan hacia los musulmanes. El discurso no ocurre en el vacío.
He pasado la mayor parte de la última década trabajando en el mundo árabe con algunos de los más increíbles defensores de la libertad de expresión que he conocido, muchos de los cuales son musulmanes. Aunque tienen diversas opiniones sobre lo que constituye “discurso que incita al odio,” la mayoría de ellos trabajan desde la filosofía de “Puede que no esté de acuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo.” Amigos como Alaa Abd El Fattah han estado en prisión por sus dichos (mientras eran calumniados por los medios occidentales por eso). La mayoría vive en países donde históricamente ha existido censura de mano dura y por lo tanto comprenden por experiencia propia lo que sucede cuando decidimos y elegimos lo que se considera discurso aceptable.
Choudary, por otra parte, ha vivido toda su vida en el Reino Unido, un país que, aunque de ninguna manera es ideal en cuanto a derechos, ofrece muchos más derechos de expresión que el país natal de sus padres, Pakistán. Desde su posición allá, es fácil para él pretender hablar en representación de más de mil millones de musulmanes cuyas luchas apenas comprende.
Aquí están cinco artículos y autores a los que USA Today les podría haber dado un espacio en lugar de a Choudary:
- How the Prophet Muhammad Dealt with Insults por Harris Zafar
- Charlie Hebdo: This Attack Was Nothing To Do With Free Speech — It Was About War por Asghar Bukhari
- Why Muslims Are Talking About Islam And Blasphemy After Charlie Hebdo por Jaweed Kaleem
- That Radical Cleric in USA Today Is Absolutely Wrong About Islam and Blasphemy por Sarah Harvard
- The Paris attacks were not about freedom of expression por Azad Essa
Jillian es escritora, activista, investigadora y bloguera. Ella se desempeña como Directora de Libertad de expresión internacional en Electronic Frontier Foundation. Jillian también es representante de los voluntarios en la Junta Directiva de Global Voices.